Alemania vive uno de los peores veranos de su historia, una verdadera catástrofe por el desborde de ríos e inundaciones en los estados de Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia. Las cifras oficiales suman casi doscientas víctimas, más de mil desaparecidos e incalculables daños por las avalanchas de agua y lodo, en un panorama que recuerda más a países menos favorecidos y no a una Alemania industrializada. En estos momentos para el gobierno alemán la prioridad es socorrer a los afectados. En el valle del Eifel, seis edificios se derrumbaron en la noche del miércoles 14 al jueves 15 de julio y otras 25 viviendas siguen en peligro de derrumbe. Los bomberos están realizando cientos de intervenciones, incluso para liberar a las personas atrapadas en sus casas. Además, se calcula que un millón de personas se quedaron sin electricidad y sin servicios básicos.

El pueblo de Schuld, Alemania, con una población de 700 habitantes fue destruido casi en su totalidad. Las autoridades del Rin-Sieg, al sur de Colonia, han ordenado la evacuación de varios pueblos situados bajo la represa de Steinbachtal ante el temor de que se pueda desbordar. Se han movilizado más de 800 socorristas entre bomberos y fuerzas del orden.
La región de Renania al oeste de Alemania se encuentra al este de la frontera de Alemania con Francia, Luxemburgo, Bélgica y los Países Bajos; los cuales también han sido afectados por las lluvias, fuertes tormentas e inundaciones que están causando muchos daños. Miles de personas han tenido que abandonar sus casas en el sur de los Países Bajos, donde se teme la crecida del rio Mosa. En particular, unas 550 familias han sido evacuadas sólo en la ciudad holandesa de Roermond, en la provincia de Limburgo. En las últimas horas también se han evacuado dos barrios de Maastricht, Países Bajos; unas 350 personas están alojadas temporalmente en instalaciones deportivas.
Imágenes espectrales
La canciller Angela Merkel a su retorno de Estados Unidos, donde estaba en una gira oficial, visitó el 18 de julio los lugares afectados por las inundaciones describiéndolos como “imágenes espectrales” y así mismo se dirigió a la comunidad señalando “estamos a su lado, como Estado y como región”. La Canciller explicó que había viajado al lugar para hacerse una idea real de “las imágenes surrealistas y fantasmales” de los lugares afectados por la catástrofe; añadiendo “El idioma alemán no conoce ninguna palabra para definir lo que ha ocurrido aquí”. Merkel además expresó que “Es necesaria una política que tenga más en cuenta la naturaleza y el clima de lo que hemos hecho en los últimos años. Vemos la violencia con la que puede actuar la naturaleza. Vamos a contrarrestar esta violencia de la naturaleza, a corto plazo, pero también a medio y largo plazo”.
Desconsuelo ante la devastación
El primer ministro belga, Alexander De Croo, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, visitaron Rochefort y Pepinster, Bélgica, dos de los lugares más afectados por las inundaciones que han causado al menos 27 muertos en ese país. De Croo y Von der Leyen se reunieron con ciudadanos, socorristas y representantes de las autoridades locales, el primer ministro belga anunció que el martes 20 de julio se declarará un día de luto nacional. Ursula von der Leyen se mostró «desconsolada» al conocer a «las personas que perdieron sus casas, los ahorros de toda su vida» en las inundaciones que afectaron a Bélgica. Más de 41 mil personas están sin electricidad en el sur del país; se impuso un toque de queda en la ciudad de Verviers para evitar los saqueos. Se instó a los habitantes de Lieja a que abandonaran sus casas o, si no podían hacerlo, a que se trasladaran al piso superior. El estado de una represa en la ciudad de Maaseik, en la provincia de Limburgo, donde se han evacuado seis municipios, es preocupante.
Fenómenos meteorológicos predecibles
De acuerdo con diferentes especialistas, en los últimos días Alemania se encontró en una confluencia de corrientes cálidas y otras más frías e inestables que descienden de altas latitudes. El calor extremo que ha estado presente sobre Europa del Este y los Estados Bálticos durante varios días, fue absorbido por las bajas presiones sobre Alemania, actuando como combustible para la creación de enormes nubes de tormenta que descargaron más de 150 mm de lluvia (100 litros por metro cuadrado) sobre el suelo en menos de 12 horas. Cabe resaltar que esta es la cantidad de lluvia que normalmente cae en dos meses. Este es uno de los efectos del temido cambio climático que se está produciendo; a medida que aumenta la temperatura media del planeta, también lo hace la energía implicada en los fenómenos meteorológicos extremos.
Los datos muestran lo que desde hace tiempo era sólo una predicción, es decir, que las lluvias intensas son cada vez más frecuentes y dañinas, y el calentamiento global las ha hecho mucho más probables. Pero no solo el continente europeo está siendo afectado, Laponia y partes de Siberia también sufrieron el calor récord de junio, y muchas ciudades de India, Pakistán y Libia han soportado temperaturas inusualmente altas en las últimas semanas. Los suburbios de Tokio se han visto afectados por copiosas precipitaciones, y en un día de julio cayó sobre Londres la mayor cantidad de lluvia equiparable a la recibida en un mes. Algunos expertos temen que los recientes fenómenos indiquen que el sistema climático puede haber cruzado un umbral peligroso. En lugar de ver que las temperaturas suben gradualmente o que los fenómenos extremos aumentan de forma constante, ahora se preguntan si la tendencia puede ser cada vez más no lineal, errática, es decir menos previsible debido a los efectos de la sequía o del deshielo en el Ártico; el planeta nos puede estar pasando factura por la acción humana sobre el medio ambiente, sin que se continúe a tomar las medidas pertinentes para proteger nuestro gran hogar.