El Consejo de Seguridad del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tras deliberar durante más de tres horas, anunció la tarde de ayer que había aprobado un alto al fuego unilateral para detener la operación militar contra la Franja de Gaza a partir de la noche del 20 de mayo. Seguidamente Hamás confirmó que, a partir de las 02:00 horas locales del 21 de mayo, las partes entrarían en una tregua «mutua y simultánea».
El líder del movimiento Hamás, Mushir Al-Masry, aseguró que cualquier alto el fuego «declara la derrota de Israel y huyen del campo ante la saga de victorias que la resistencia perfila», añadiendo que gracias a la unidad y a la revolución de su pueblo lograron penetrar en las fortalezas del enemigo, disipar sus ilusiones e imponer nuevas reglas de combate.
En Gaza y en los territorios palestinos la noticia fue recibida con celebraciones y a nivel internacional la tregua fue comentada favorablemente por varios países e instituciones que, sin embargo, pidieron esfuerzos para resolver los problemas subyacentes al conflicto. De acuerdo a diferentes analistas, la decisión de Israel, cuyo primer ministro había anunciado que el país estaría dispuesto a aceptar una tregua solo cuando se hubieran alcanzado sus objetivos, se produjo como resultado de la presión de Estados Unidos.
Tras el anuncio en la noche del 20 de mayo, el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, dijo que los líderes israelíes y palestinos tienen “una responsabilidad, que va más allá del restablecimiento de la paz, de entablar un diálogo serio para abordar la causa fundamental del conflicto”. Luego agregó que Gaza es una parte integral del futuro Estado palestino y que no se deben escatimar esfuerzos en la dirección de la reconciliación nacional.
Controvertidas elecciones en Israel
En marzo de 2021 en el Estado de Israel se realizaron sus cuartas elecciones en dos años, las cuales volvieron a terminar en empate, siendo el escenario parlamentario tal que ningún bando tiene la mayoría para gobernar. El partido del premier obtuvo 30 de los 120 escaños de la Knesset, mientras que la coalición no alcanzó los 61 escaños necesarios para obtener la mayoría.
A nivel partidista, por un lado, hay una coalición de partidos de derecha, de extrema derecha y de derecha religiosa que están encabezados por el liderazgo del primer ministro Benjamin Netanyahu. Por otro lado, hay una coalición heterogénea formada por restos de la izquierda, el centro y partidos afines a la derecha. El enfrentamiento entre los dos bandos no es tanto ideológico como centrado en la controvertida figura de Netanyahu, que está implicado en un juicio por corrupción.
El Presidente de la República Rivlin había encargado al líder del partido centrista y rival de Netanyahu, Yair Lapid, para que forme un nuevo gobierno; si no se logra esta alineación existe un alto riesgo de que se celebre otra ronda de elecciones. Pero bajo el clima de tensiones, ataques y bombardeos, las negociaciones de Laid se habían congelado dándole paso al protagonismo guerrerista de Netanyahu. Esta carta bélica militar no es la primera vez que el primer ministro la juega, ya en el 2013 había, con su ánimo guerrerista, compactado un frente interno, a través de la ocupación y el ataque a Palestina que lo llevó a ganar con una victoria aplastante en las elecciones. Ahora nuevamente trata e aprovechar la necesidad de una unidad nacional en la emergencia para desviar la atención de la opinión pública de las graves acusaciones de corrupción en su contra y de su debilidad a nivel político.
Benjamin Netanyahu no tiene la total aceptación de la población, inclusive se han formado diversos movimientos en su contra, uno de ellos es el frente “Ministro del Crimen”, que antes de la escalada en Gaza pedía la destitución inmediata de Netanyahu del cargo de primer ministro por corrupción.
Juicio a Netanyahu
A inicios de abril de 2021 Netanyahu fue acusado en un Tribunal de Jerusalén de aceptar sobornos, fraude y abuso de confianza en tres casos de corrupción de larga duración. El Primer Ministro ha rechazado categóricamente las acusaciones y las ha calificado como una caza de brujas por parte de medios de comunicación hostiles y de las fuerzas del orden.
De acuerdo a la fiscal Liat Ben-Ari el Primer Ministro “utilizó el poder de su cargo para sus ambiciones personales”, abusó de su autoridad “como legislador y como regulador”. Además la fiscal ha afirmado que “la acusación se basa en una amplia gama de pruebas, directas y circunstanciales”, las cuales están saliendo a la luz con múltiples testigos.
Corrupción y comunicaciones
Las acusaciones en contra de Netanyahu se dividen en dos grandes temas, por una parte el manejo de las comunicaciones no solo oficiales sino la interferencia e imposición en los medios privados, y un segundo cargo que se trata del caso de los millonarios regalos.
El primer grupo de testigos, referidos al tema de las comunicaciones, incluye también a los exfuncionarios estatales como Shlomo Filber (exdirector general del Ministerio de Comunicaciones) y Nir Hefetz (exasesor de medios de comunicación de Netanyahu). Filber declaró que Netanyahu le instruyó para que tratara bien a Shaul e Iris Elovitch, y Nir Hefetz, en esta cadena de testimonios afirmó que actuó como intermediario entre la familia Netanyahu y los editores de los cotidianos Bezeq y Walla News.
Iris Elovich, exdirectora general del sitio Walla News, declaró que las solicitudes al medio de comunicación eran principalmente para deshacerse de los artículos negativos sobre el Primer Ministro y su esposa, además de peticiones de publicar artículos que les beneficiaran, o notas contra varias personas adversarias a él.
El segundo grupo que va a testificar contra Netanyahu en el llamado «caso mil de los regalos ilícitos», darán su testimonio en cuanto a la acusación de que la autoridad recibió del empresario Arnon Milchan millonarios presentes. Sin olvidar el «caso de los dos mil», relacionado con las comunicaciones, en el cual se acusa a Netanyahu de querer recibir una mejor cobertura en uno de los principales periódicos del país.
Elecciones palestinas
Hace unos días, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, aplazó la fecha para decidir las elecciones legislativas previstas inicialmente para el 22 de mayo, las cuales son esperadas desde hace más de 15 años.
Hace semanas, desde que quedó claro que Al Fatah, el partido Abbas (Abu Mazen), no tendría el éxito esperado y que sería difícil que el propio líder fuera confirmado, diversos analistas habían pronosticado la suspensión de la triple vuelta electoral, en la cual se debía elegir al Parlamento palestino, al presidente de la Autoridad Palestina y al Parlamento de la OLP.
La razón oficial dada por Abbas, tras una reunión con los líderes palestinos, es que sin Jerusalén Oriental la votación no podría haberse celebrado, trasladando así la culpa a Israel. Las críticas a Mahmud Abbas no se hicieron esperar en Palestina, y miles de personas protestaron en la explanada de las mezquitas durante las oraciones del viernes. Hamás, que siempre ha manifestado estar en contra del aplazamiento, declaró en ese momento que no quería asistir a la reunión convocada por el Presidente, a pesar de que este había anunciado un gobierno de coalición. Para el grupo que gobierna Gaza, la decisión de Mahmud Abbas no tiene nada que ver con la cuestión de Jerusalén, sino que que obedece a «otros intereses. El movimiento Al Fatah y el presidente palestino son plenamente responsables de esta decisión y de sus consecuencias».
El Consejo Legislativo Palestino no se ha renovado desde 2006, año de la rotunda victoria de Hamás y de la relativa «división» de la Autoridad Palestina en dos polos diferentes, uno en Gaza gobernado por Hamás y otro en Cisjordania controlado por Al Fatah. Mahmud Abbas sigue en el cargo, aunque su mandato expiró en 2009, según los dictados de la Carta Nacional Palestina. La convocatoria a las urnas había puesto en marcha un proceso de participación como pocos vistos en la región, con mil 400 candidatos reunidos en más de 35 partidos políticos y con una fuerte participación de jóvenes cansados de dirigentes percibidos como eficientes y gerontocráticos, cuando no abiertamente corruptos. En este marco, Hamás, que junto con la Yihad Islámica quiere relanzarse como fuerza de oposición armada contra Israel, tiene todas las de ganar en los comicios, especialmente en una situación de alta tensión como la actual. Su actuación en defensa de la población de Gaza ha sido determinante para ganarse el reconocimiento de la población de Palestina tanto dentro como fuera de su territorio.
Los verdaderos perdedores de estos enfrentamientos que se vivieron en Gaza, en los últimos, son los más débiles, los más inocentes, las familias y el pueblo palestino, de quienes cobraron la vida de 232 palestinos, entre ellos 65 niños, sumado a la destrucción y devastación de un territorio ya afectado por un largo e interminable conflicto.
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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia
