Cuando uno ve un filme de ficción y se olvida por un momento del hecho de estar viendo una película, es algo que siempre me ha gustado. Ese momento en que uno deja de lado que hay cámaras, que los personajes son actores y lo que vemos parece ser lo que estamos viviendo.
¿Qué pasa si es que eso ocurre con un documental?
En una obra documental ya tenemos en mente el que “esto es real”; pero cuando un docu nos hace olvidar que vemos la realidad y que estamos allí junto a los personajes, o cuando, al contrario, al verlo tenemos la duda de si en verdad se trata de una ficción, nos hace sentir un instante de satisfacción con lo visto.
Otra cosa que aprecio en los filmes es la capacidad de evocar emociones al espectador. No me refiero a cursilerías ni a intentos desesperados por conmover, o períodos patéticos en los que se busca hacer reír al espectador, sino a cuando una película, con ciertos temas, acciones o diálogos, logra que uno realmente pueda desbordar las emociones y que estas culminen en risa o llanto.
¿Por qué esa introducción?
Porque quizás sea un intento, puede que muy entusiasta e ilógico, para prepararlos e instarlos a ver el documental El agente topo (2020), de Maite Alberdi.
La directora ya tenía experiencia en contar historias que podrían ser consideradas sencillas, y que en su ejecución lo siguen siendo, pero es con esos registros cotidianos que nos logra hacer empatizar con los diversos personajes que ya ha retratado, como en sus anteriores documentales La once (2014) y Los niños (2016).
Usando un estilo de docu-ficción, nos introduce en el mundo de una casa de retiro, a la que se envía a un particular agente secreto, Sergio Chamy, un hombre de 84 años, que, contratado por el detective Rómulo Aitken, quien fue contactado por una cliente para poder observar a su madre, vigila que esta tenga los cuidados necesarios en su vida dentro del hogar.
La película ya parte con un tema complejo, y es que para poder tener a su agente topo, el detective Aitken publicó en un periódico un anuncio de trabajo para personas de entre 80 y 90 años, al cual acuden varias que cumplen con este requisito, lo que nos da a pensar en el por qué tales señores asistirían a la oferta de trabajo cuyos pedidos son “disponibilidad para ausentarse de casa durante tres meses”. Esto nos lleva inmediatamente al tristemente conocido tema de las pensiones en Chile, en el que se sabe que para varias personas de la tercera edad no les alcanza para un par de medicamentos, teniendo que decidir entre alimentarse y pagar cuentas, o preocuparse y atender su salud; esto en un país en que han habido casos de parejas de ancianos suicidándose para dejar de ser una carga para la familia.
Después de ese casting, Sergio Chamy es escogido para fungir de agente topo, con una pintoresca, enternecedora y cómica preparación para aclimatarlo a la rigurosidad que un agente secreto debe tener, sobre todo con el tema de la tecnología.
Usando un equipo de espionaje digno de una película de súper-espías, vemos a nuestro agente topo camuflarse entre los demás ancianos del asilo, cumpliendo su labor secreta pero, a la vez y con el tiempo, advertimos que se convierte en uno más de los habitantes de ese hogar.
Es un documental conmovedor, como ya hemos dicho, lleno de risas, de momentos de ternura, de pena, de tragedia y melancolía.
Lo que vemos en esta película es un paisaje del tema de la ancianidad en Chile.
Si bien los personajes del filme están en un buen hogar, con una vida decente y con buenos cuidados, el filme hubiese sido muy distinto en otro hogar de ancianos de comunas que se encuentren en riesgo, y seguramente no estaríamos alabando a la película por lo conmovedora, sino que quizás por lo desgarradora.
El filme se rompe en la última parte, nos saca de ese trance lleno de diversas situaciones cuando se nos recuerda que Sergio, a la inversa del resto de los ancianos, puede irse de allí. Una rotura de personaje fenomenal dentro del largometraje, y que nos deja con el sabor de la melancolía al terminar la película.
El filme ha sido seleccionado para estar en los Premios Goya como Mejor Película Iberoamericana y además ha sido preseleccionada para participar en los premios Oscar, compitiendo como Mejor Película de Habla no Inglesa y Mejor Documental.
El agente topo se puede ver en la plataforma Netflix en toda Latinoamérica.
________________________________________________________
Sebastián López Cineasta
VIDEO │ Trailer oficial El agente topo
Publicado en la edición impresa de Bolivia, No. 95, marzo de 2021.








