El 21 de febrero, el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y el Consejo de Estado de China hicieron públicas sus consideraciones sobre el programa de revitalización de las zonas rurales y la aceleración de la modernización agrícola y del campo.
Durante la 19ª sesión del Comité Central del PCCh aprobaron el “Documento número 1”, denominado “Recomendaciones del Comité Central sobre la formulación de objetivos para el desarrollo socioeconómico nacional del XIV Plan Quinquenal y la Visión 2035”. En este resalta la prioridad de la agricultura y las zonas rurales en la nueva fase de desarrollo del país, además de promover la revitalización del campo, para lo cual sugieren tener en cuenta la agricultura y los agricultores a través de los cuales se podrán resolver las deficiencias del sector, promoviendo el desarrollo de las zonas rurales en coordinación con las urbanas, y de esta manera construir un nuevo modelo de desarrollo.
Además. el “Documento número 1” solicita a todas las administraciones provinciales chinas que mantengan los cultivos de cereales y aumenten la producción para impulsar el suministro de trigo, maíz, arroz, algodón, aceites comestibles, azúcar y carne durante el periodo 2021-25. Todo un desafío si tomamos en cuenta que se trata de la alimentación de más de mil 400 millones de personas.
En diversas declaraciones a la prensa el presidente chino, Xi Jinping, ha expresado que una de las prioridades de su gobierno es la eliminación de la pobreza, la mejora de la vida de las personas y poder alcanzar la prosperidad colectiva. Pero para poder lograr estos objetivos se debe lograr erradicar la pobreza de las zonas rurales. En este contexto, el ministro de Agricultura y Asuntos Rurales, Tang Renjian, afirmó que, una vez derrotada la pobreza extrema, China debe concentrarse en la revitalización rural y garantizar la seguridad alimentaria.
Dada la limitación de los recursos de tierra y agua, Tang señaló que es esencial el uso de tecnologías y herramientas modernas en la agricultura, incluida la ciencia. En este sentido, ya el gigante asiático viene trabajando en ello, es por eso que en enero de 2021 anunciaron la puesta en marcha de un Banco Nacional de Germoplasmas (semillas), para impulsar la capacidad del país en cuanto al desarrollo de nuevos cultivos, y de esta manera contribuir a la seguridad alimentaria.
Estrategia de la doble circulación
Ante la crisis del comercio mundial, provocada por la pandemia de coronavirus, la creciente inestabilidad geopolítica y las sequías e inundaciones que han azotado al país, los dirigentes chinos se han propuesto aumentar la producción local para alimentar a la población y aislar a China de las incertidumbres del contexto internacional, a la luz de la estrategia de doble circulación (interna y externa) de la economía. Este último concepto exige que la economía nacional se centre principalmente en el mercado interior, es decir, en la circulación local, para que el país se adapte a un entorno exterior cada vez más inestable. A partir de ahí, China dependerá menos de una estrategia de desarrollo orientada a la exportación, es decir, a la circulación exterior, pero sin abandonarla.
La doble circulación está prevista en el XIV Plan Quinquenal de China para 2021-25. El propio Xi Jinping ha declarado que el país desarrollaría gradualmente un nuevo modelo de desarrollo en el que la circulación interna desempeña un papel predominante.
China un gigante agrícola
China ha sido y es una superpotencia manufacturera, a pesar de la actual competencia en cuanto a costos de producción que ofrecen otros países. Pero es también un gigante agrícola a nivel mundial, aunque esto muchas veces sea ignorado. Las previsiones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que se encuentran en la página web statista.com, indican que en el periodo 2020-2021 la cosecha de arroz de China equivaldrá al 29% del total mundial; la de trigo, al 18%; y la de maní al 37%. En estos grandes cultivos, China es el primer productor mundial y ocupa el segundo lugar en maíz, con el 22% de la producción global, por detrás de Estados Unidos; en algodón con el 23%, por detrás de India. Es menos fuerte en el cultivo y la cosecha de una legumbre estratégica para la alimentación humana y animal, como la soja, de la que solo produce el 5% del total mundial, superado ampliamente por Estados Unidos, Brasil y Argentina.
Gran parte de la producción agrícola china se consume en el país, aunque las exportaciones agroalimentarias se elevaron a 65 mil millones de dólares en 2019, el doble que en 2005. Con todo, China debe importar el 30% de algunos productos, por lo que la autosuficiencia agrícola no ha podido hasta ahora ser alcanzada. De allí la preocupación del PCCh, que ha advertido que no se debe depender de las importaciones procedentes de realidades potencialmente hostiles como Estados Unidos.
