Por Yoselina Guevara López
El Ejército de la República Islámica del Irán anunció que este martes que han iniciado ejercicios conjuntos con aviones militares teledirigidos, en el que también se utilizarán armas antiaéreas. La movilización se produce a días que las altas autoridades de Teherán denunciaran un posible ataque de los Estados Unidos, lo que ha llevado a la nación persa a amenazar con una respuesta violenta de ser atacada.
Según lo especificado por la agencia de noticias iraní IRNA, se trata de un ejercicio a gran escala, que se espera que dure dos días. En este participarán cientos de drones pertenecientes a las fuerzas de defensa terrestre, aérea y marítima, y tendrá lugar en la provincia de Semnan, así como en varias zonas fronterizas. Se simularán misiones de combate, guerra electrónica, vigilancia y reconocimiento, a diferentes niveles de altitud y a distancias tanto cortas como largas.
Según IRNA, los ejercicios militares del 5 y 6 de enero serán los primeros realizados con drones, a los que se sumarán armas y sistemas de defensa producidos por los expertos iraníes, lo cuales serán revelados por primera vez en presencia de los comandantes y altos oficiales militares.
Posible ataque norteamericano
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, el 31 de diciembre de 2020 reveló a los medios de comunicación de su país la existencia de información de inteligencia desde Irak que alertaría de “un complot americano para crear un pretexto para iniciar una guerra contra Teherán”. El canciller señaló que su país “no busca la guerra, pero defenderá inmediatamente y por todos los medios a su pueblo, su seguridad y sus intereses vitales”.
Por su parte, el presidente iraní, Hassan Rouhani, señaló que la región “no disfrutará de seguridad y estabilidad mientras norteamérica esté presente», subrayando que los pueblos de la región “no permitirán que los perpetradores y agresores se afiancen”. Asimismo, añadió que “el asesinato del mártir Qassem Soleimani y de Abu Mahdi al-Muhandis es una injusticia y un pecado imperdonable. No olvidaremos este crimen y haremos saber a sus perpetradores que el pueblo iraní se vengará por la sangre del mártir Soleimani”.
El 3 de enero se cumplió un año del asesinato del general Soleimani, un mártir, un constructor de la paz y la seguridad no solo para el pueblo iraní, sino también para la región de Asia occidental y la humanidad. Uno de sus grandes servicios a todos los pueblos fue librar al mundo del Estado Islámico y poner fin a su dominio territorial en Irak y Siria. Soleimani, un enemigo del terrorismo, fue martirizado a instancias de Donald Trump en una emboscada con aviones no tripulados contra el convoy en el que se desplazaba.
Cambio de administración una misma política exterior
Un ataque estadounidense a Irán no significaría la estocada final de la administración Trump, si no le serviría en bandeja a su sucesor Joe Biden la continuidad de una política exterior en contra de nación persa. Lo que confirma que en Estados Unidos la política expansionista, injerencista e imperialista no tiene diferencias en sus formas de actuación aunque estén en la Casa Blanca demócratas o republicanos. Ambos partidos sirven a los mismos patrones de la casta dominante y del régimen sionista, cuyo objetivo es profundizar la dominación imperialista, y para ello apelan a la intervención armada y la injerencia política. Estas formaciones partidistas son defensores del sistema de explotación capitalista bajo el que crecen guerras reaccionarias por el mundo entero. No cabe duda que a pesar de las diferencias en estos partidos no hay ningún interés en abolir el sistema de explotación de clases que mantiene guerras globales.
Bases militares apertrechadas
Analistas militares han informado a diferentes medios de la existencia real de una una acumulación de fuerzas aéreas de Estados Unidos en las bases de Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos, en lo que tendría como mira un posible ataque a Irán. En particular, han entrado en la zona aviones Lockheed EC-130, llamados Compass, especializados en ataques electrónicos para interrumpir las comunicaciones de mando y control, influir en los radares, bloquear los sistemas de defensa aérea, que se encuentran entre los tres tipos de aviones de ataque electrónico más importantes de los cuales dispone la Fuerza Aérea de Estados Unidos y que Washington despliega en el curso de sus operaciones de guerra contra otros países.
El Pentágono anunció el 3 de enero que el portaaviones USS Nimitz permanecerá en las aguas del Golfo, aunque inicialmente se había acordado que el buque regresaría a la costa oeste de los Estados Unidos. Por si fuera poco, un submarino israelí que estaba estacionado en el Océano Índico se unió a estas fuerzas.
El 30 de diciembre, dos bombarderos B-52 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos sobrevolaron la región del Golfo en respuesta a las señales enviadas por Irán, mientras que el 21 de diciembre, la Marina de Estados Unidos informó que Washington había enviado un submarino nuclear equipado con misiles pershing y dos buques de guerra a las aguas árabes del Golfo.
Para los especialistas esto sería un verdadero presagio de una guerra inminente. El viceministro de Relaciones Exteriores de Irán para Asuntos Políticos, Abbas Araghchi, dijo que las fuerzas armadas de su país están listas para responder a cualquier ataque, y en caso de una ofensiva, su respuesta será «amplia y exhaustiva». Finalmente, señaló que todas las bases militares de Estados Unidos están bajo constante vigilancia de las fuerzas iraníes.
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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia