Por Correo del Alba
Beitar Jerusalem permaneció por mucho tiempo como –presuntamente– el único equipo israelí que jamás alineó a un jugador Árabe en toda su historia, destacando con una sección de aficionados llamados «La Familia», que expresan su odio en las gradas con cantos de “muerte a los árabes”, aborreciendo y negado cualquier tipo de inclusión y unión de estas dos culturas. Pero tras la compra del 50% del club, este diciembre, por el miembro de la familia gobernante de Abu Dhabi, el jeque Hamad bin Khalifa Al Nahyan, las agresiones de los hinchas radicales han golpeado fuerte a la institución.
“Daremos cabida a todos los talentos”, anunció en días pasados Al Nahyan, quien amenaza con quebrantar la histórica tradición del Beitar de no fichar jugadores árabes, sin importar la raza o la religión.
El acuerdo es producido tras la normalización de las relaciones entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel que tuvo lugar en septiembre. Mientras que el Jeque compromete una inversión al club de €70 millones en el transcurso de la próxima década, al argumentar que está encantado de invertir en un equipo de “una de las ciudades más sagradas del mundo”.
Por supuesto que el acuerdo no es bien recibido por «La Familia», quienes han comenzado, al igual que en otras ocasiones similares, a expresar su odio a base de vandalismo. Luego del anuncio oficial de la adquisición, muchos hinchas se colaron en la sede en la primera sesión de entrenamientos del club, para pintar eslóganes antiárabes dentro y fuera de la propiedad, donde policías encubiertos realizaron cuatro arrestos.
“El acuerdo ha puesto a muchos aficionados en contra del club… La reputación de racismo no vino de la nada”, dijo el seguidor Moar Ifrach al medio británico The Guardian, comentando en apoyo del acuerdo que espera que este gran sustento de dinero tenga un impacto en el lado israelí al igual que la riqueza que tuvo en el Manchester City años atrás.
El CEO del Beitar, Moni Barush, y el magnate israelí de la criptomoneda copropietario del club, Moshe Hogeg, afirmaron que el acuerdo es la forma correcta de “difundir la paz” además que “mostraría al mundo que judíos y musulmanes pueden hacer cosas hermosas juntos e inspirar a la generación joven”
Effi Gorodetzer, partidario luchador del Beitar. que va en contra de los enfoques raciales que muchos fanáticos marginales conservan, destacó que este será un movimiento crucial para alterar el ADN del Beitar, para que así sean olvidadas dentro del club las relaciones de la Edad Media que tan arraigadas permanecen. “Todavía no tenemos un jugador árabe, pero creo que los cambios llevan tiempo”, destacó.