Por Correo del Alba
El 5 de enero de 2021 se constituirá en Venezuela la nueva Asamblea Nacional con sus 277 diputadas y diputados electos bajo el voto popular en elecciones libres y soberanas celebradas el 6 de diciembre de 2020. Ante este hecho irrefutable de ejercicio democrático, la Unión Europea (UE) continúa su búsqueda de vericuetos que justifiquen legalmente la sobrevivencia política de un autoproclamado presidente Juan Guaidó, quien solo existe en la fantasía de una parte de la oposición venezolana decadente y corrupta y de algunos gobiernos que desconocen las leyes de la nación sudamericana y que se limitan a cumplir los mandatos del imperialismo norteamericano. Siguiendo un modelo emitido desde Washington, la mayoría de los países miembros de la UE no reconocen los resultados de las mencionadas elecciones.
La fórmula del último líder
De acuerdo a fuentes de Bruselas, por ahora los integrantes de la UE se inclinan por no reconocer a Juan Guaidó como presidente interino, sino que tratan de otorgarle el estatus de «último líder legítimamente elegido de la Asamblea Nacional», lógicamente esto acompañado de la reiterada cantinela impositiva de que se celebren elecciones libres. Esto vendría expresado en un eventual comunicado el 6 de enero, después de la instalación de la Asamblea Nacional venezolana. Pero lógicamente todo ello dependerá de la dirección que el próximo gobierno de Biden establezca con respecto al Gobierno bolivariano, de lo cual ya existen voces de la voluntad de iniciar un diálogo.
Hasta ahora la actitud de la nueva administración de la Casa Blanca respecto a Guaidó es de una total indiferencia, por ello el autoproclamado busca desesperadamente apoyo en el viejo continente, poniéndose en contacto con las instituciones de la UE, las capitales europeas y países suramericanos para lograr un reconocimiento internacional.
Pero esta fórmula del “último líder” plantea problemas constitucionales en varios países, empezando por los vecinos latinoamericanos, que se niegan a buscar vericuetos que cubran el agotamiento del mandato constitucional, que en el caso de la Asamblea Nacional de Venezuela expira el 5 de enero de 2021. Dentro de la UE, Bruselas no quiere repetir las tensiones generadas cuando reconocieron a Guaidó en febrero de 2019. Entonces el organismo internacional no pudo mostrar unidad contra el presidente Nicolás Maduro debido a la oposición de cuatro miembros, entre ellos Italia y Grecia, para reconocer al presidente de la Asamblea Nacional como presidente interino. Fuentes de la UE destacan que no hay indicios de que Italia pueda haber cambiado su posición.
Se debe tomar en cuenta que una declaración por parte de la UE de Juan Guaidó como «último líder legítimamente elegido de la Asamblea Nacional» le seguiría dando la llave del dinero que Venezuela tiene en Londres, Estados Unidos, Suiza y Portugal, cuyas cifras ascienden a más de cinco mil millones de dólares y tres mil millones en oro, para sus planes golpistas y beneficio personal y de sus acólitos en detrimento de un requerimiento legítimo del presidente Maduro de utilizar estos fondos para financiar los costos de la vacunación antiCovid-19 de más de 20 millones de venezolanas y venezolanos.