Por Yoselina Guevara López
La administración Trump antes de abandonar la Casa Blanca se está asegurando de que sus nuevos aliados obtengan ciertos beneficios para consolidarse como un bastión ultra oceánico de Norteamérica. Para ello se estaría avanzando en un nuevo acuerdo entre el Reino de Marruecos y Estados Unidos, para la compra de drones y armas guiadas de alta precisión, por la no despreciable cifra de mil millones de dólares.
De acuerdo a la agencia Reuters, el contrato será discutido por el Congreso estadounidense en los próximos días. Aunque más allá de la aprobación parlamentaria, es probable que ya se esté llevando a cabo la venta con la aprobación del Departamento de Estado. Aún cuando Estados Unidos no es el único ni el primer proveedor de la monarquía marroquí, en tanto España es uno de los socios más fervientes del Reino africano.
Armamento y acuerdo en detalles
Entre las razones que Rabat esgrime para la compra del armamento está la supuesta lucha contra la migración irregular, dada la crisis que afecta a las Islas Canarias españolas, frente a la costa sur de Marruecos. Pero hay una alta probabilidad de que gran parte de este armamento sea empleado en contra del valiente Frente Polisario; después de que Estados Unidos de manera ilegal ha reconocido la soberanía del Reino Alauí sobre el Sáhara Occidental y el establecimiento de relaciones entre Israel y Marruecos. Ante esta perversa alianza, el Frente Polisario ha sido contundente en un mensaje dirigido a Donald Trump: “La lucha armada determinará la causa saharaui”.
El acuerdo de venta de armamento entre Estados Unidos y Marruecos prevé que el Reino Alaui compre cuatro aviones teledirigidos MQ-9B SeaGuardian, fabricados por la empresa privada General Atomics, así como municiones de alta precisión Hellfire, Paveway y JDAM, fabricadas por Lockheed Martin, Raytheon y Boeing. Con ello Rabat se estaría apertrechando para mínimamente acercarse a la altura armamentística de su reciente aliado, el sinonista Estado de Israel, quienes ya en 2015 habían adquirido al Departamento de Estado norteamericano bombas JDAM y armamento por un total aproximado de mil 879 mil millones de dólares. Posteriormente, en 2019, Washington aprobó un acuerdo con Israel por 440 millones de dólares para la venta de armas, en transacciones que continúan hasta hoy.
Depredador MQ-9B
De acuerdo a la página Aeronáutica y defensa (www.aeronautica.difesa.it) los aviones teledirigidos MQ-9B tienen un alcance de unos 11 mil 100 km y son capaces de vigilar grandes zonas, tanto desérticas como marítimas, además de estar diseñados para operar dentro del espacio aéreo civil. Por ello, estos armamentos pueden utilizarse en la búsqueda, rescate, asistencia humanitaria y socorro en casos de desastre, además de la vigilancia de fronteras. Estas aeronaves pueden alcanzar una velocidad superior a 400 km/h y tienen una capacidad de vuelo a media y alta altitud. Tienen además la cualidad de detectar la presencia de amenazas como artefactos explosivos. Pueden llevar a cabo misiones en entornos operativos hostiles, en presencia de contaminación nuclear, biológica, química o radioactiva.
Bombas Láser o GPS
En cuanto a las bombas guiadas por GPS de la familia JDAM, bombas dirigidas por láser de la familia Paveway y los misiles AGM-114 Hellfire, ya han sido utilizadas por Estados Unidos desde la invasión de Irak, que derrocó y produjo el asesinato de Saddam Hussein, así como también en Siria. La diferencia entre ambos tipos de armamento radica en que los misiles Hellfire y las bombas Paveway son proyectiles guiados por un láser que requieren de un sistema de puntería que “ilumine” el blanco hasta que ser alcanzado.
Por otra parte, se encuentran las armas guiadas por GPS y guía inercial como la familia JDAM, que se dirigen a unas coordenadas con independencia de factores como polvo, humo o meteorología de día o de noche. A nivel militar, las ventajas de las armas inteligentes son evidentes ya que al aumentar la probabilidad de impacto reducen el número de ataques y municiones necesarias para asegurar las destrucción de un blanco, lo que, según aseguran los expertos, minimiza los llamados daños colaterales. Pero al igual de efectivas son sumamente costosas, con un precio promedio de 37 mil 500 dólares cada una; un costo irrisorio para estos mercenarios de la guerra empeñados en sembrar muerte el mundo.
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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia
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