Por Correo del Alba
La Misión Electoral de la Unión Europea (UE) ingresó a Bolivia con la finalidad de observar el proceso de elecciones generales del 18 de octubre. La primera actividad de la agenda fue un encuentro, el miércoles 16, con la canciller de facto, Karen Longaric, en que surgió la promesa de que los observadores entreguen un informe postelectoral que analice los comicios.
El expresidente Evo Morales, quien sufrió una desventurada salida del poder tras el informe emitido por la Organización de Estados Americanos (OEA) en las anuladas elecciones de octubre de 2019, se pronunció vía twitter: “Mientras más observadores honestos hayan en las elecciones será mejor para la democracia. Tenemos plena confianza en la ONU y en la Unión Europea; no caeremos en las provocaciones de Almagro, secretario general de la OEA”.
La misión enviada por la OEA es la misma que redactó el informe fallido contra Morales, encabezada por Manuel González Sáenz, excanciller de Costa Rica, junto a unos 30 personeros de la institución que arribarán próximamente a Bolivia.
En otra línea de información, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció la depuración del padrón biométrico, con actualización de datos, sanciones de inhabilitación para abstencionistas del Referéndum del 2016 y las Elecciones Judiciales de 2017, con lo cual la cifra de votantes habilitados es de siete millones 031 mil 294 en el territorio nacional y 301 mil 631 en el extranjero, para un total general de siete millones 332 mil 925. El TSE explicó que el saneamiento garantiza la participación además de nuevos ingresos para jóvenes de 18 años con una cifra nacional de 239 mil 058 y para el exterior 11 mil 747. La cifra de depuración de votantes excluidos en Bolivia es de 73 mil 238 y en el exterior 349 personas; inhabilitados en Bolivia 136 mil 532, en el exterior 50 mil 634, según datos publicados por Fuentedirecta.