Con la tragedia ocurrida el 4 de agosto en Beirut, el Líbano se ha convertido en un escenario de competencia geopolítica en el mediterraneo. Los bloques se han conformado de manera veloz y espontáneamente: Turquía y Qatar contra los Emiratos árabes y Rusia. Además de ello Francia e Israel no han perdido la oportunidad también para meterse en campo y entrar en el juego geopolítico. Todo esto sucede en un país ya devastado y con serias dificultades antes de la tragedia, donde se prevé que en los próximos meses las condiciones económicas y sociales empeoren significativamente.
La diplomacia sanitaria
Con el avance de la pandemia del Covid-19, se puso en marcha a nivel mundial un mecanismo de “diplomacia sanitaria”, una especie de colaboración o ayuda humanitaria desde los gobiernos a los países en dificultad. Pero esta diplomacia activa una suerte de mecanismos donde la caridad, el chantaje y el poder político empiezan a surtir efectos. La primera porque efectivamente los gobiernos ayudan con los que les sobra, “caridad desde lo que tengo en abundancia” y lo segundo porque se crea un ligamen de “te ayudo pero ahora perteneces a mis aliados”, lo tercero porque les otorga un cierto “poder político” para llegar inclusive a sustituir a los gobiernos locales ejerciendo más fácilmente su influencia y autoridad en esos espacios. Lógicamente a través de un manejo de satisfacción las necesidades concretas e inmediatas de las poblaciones de los países en dificultad. Un mecanismo diplomático que está lejos de funcionar bajo un principio de solidaridad como el demostrado a nivel internacional por ejemplo por el gobierno cubano, cuyas brigadas médicas son modelo de ayuda incondicional.
La ayuda que llega velozmente desde Francia
Con la explosión del Líbano, rápidamente Francia organizó una visita a Beirut por parte del propio presidente francés, Emmanuel Macron, sólo dos días después de la tragedia que devastó la ciudad. Evidentemente no realizando la misma con las manos vacías sino llevando “ayuda humanitaria” en un primera entrega con más de 18 toneladas de ayuda médica ,casi 700 toneladas de productos alimentarios y 55 brigadistas. A la llegada de Macron, los propios libaneses le solicitaron explícitamente que los liberara de sus políticos, llamados «terroristas». La rapidez con la que Francia ha podido organizar la visita del jefe del Elíseo a Beirut es una señal de la determinación con la que París, derrotado en Libia y marginado en Siria, pretende volver a desempeñar un papel protagónico entre el estrecho de Turquía y Suez. Para los franceses, el Líbano sigue siendo un lugar de desembarco natural en el Mediterráneo y una puerta de entrada al Oriente Medio.

Israel y su diplomacia sanitaria
Pocas horas después de la tragedia del puerto de Beirut el Gobierno Israelí a través de sus Ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores, Benny Gantz y Gabi Ashkenazi respectivamente, anunció la activación de canales de terceros para prestar asistencia médica al Líbano. De acuerdo a reportes de la prensa oficial israelí la oferta de ayuda se realizó a través de Francia, la ONU y la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FPNUL), el organismo internacional que monitorea la frontera norte israelí. Es necesario recordar que ambos países no tienen relaciones diplomáticas y siguen estando formalmente en guerra, a pesar del cese del fuego estipulado en 2006 con la mediación de las Naciones Unidas. Las autoridades libanesas no parecen querer aceptar la invitación de su vecino del sur, a pesar de la proximidad de excelentes centros hospitalarios israelíes .
Rechazo a la politización de la ayuda humanitaria
Todos estos movimientos de la diplomacia sanitaria no han pasado inadvertidos, por ejemplo, para países como Irán. Hoy viernes 14 de agosto el Canciller persa, Mohamad Yavad Zarif, realizó una rueda de prensa donde enfatiza el rechazo del gobierno iraní a la politización de la ayuda humanitaria. De acuerdo a reporte de Hispan Tv, el diplomatico señaló “Ningún país extranjero debería condicionar su ayuda a (El Líbano) a la agenda política”. Uno de los primeros países en brindar su solidaridad a Beirut ha sido justamente Irán con el envío de tres aviones, con un total apróximado de 95 toneladas de ayuda humanitaria con suministros médicos y medicamentos.
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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia