Por Correo del Alba
Con el incremento de los casos de coronavirus en Venezuela, los cuales se han ido incrementando hasta alcanzar para el día 16 de julio las cifras de 1 mil 428 contagiados y 100 fallecidos, ha surgido nuevamente en múltiples foros de las redes sociales la idea de la posibilidad de que ello se deba a un ataque planificado desde los Estados Unidos. También ha vuelto a la palestra las tesis acerca de la enfermedad y muerte repentina de Hugo Chávez, las que asoman la posibilidad de una intervención bacteriológica planificada en el desarrollo del cáncer que cobró la vida del líder bolivariano. No obstante, aunque estos comentarios puedan parecer extraídos de un guión de una película de fantaciencia, o los podamos considerar el fruto de una imaginación exacerbada, en el mundo real de los aparatos de inteligencia y seguridad de los Estados Unidos todo es posible, y nada puede parecer descabellado o irrealizable.
Recientemente, Nand Mulchandani, Director del Centro Conjunto de Inteligencia Artificial (JAIC) del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, declaró en una entrevista en el sitio web Venturebeat sobre los planes de usar la inteligencia artificial para sistemas letales. El JAIC es un centro fundado en 2018 y forma parte del Pentágono, siendo el instituto vanguardia en todos los proyectos para el uso de la inteligencia artificial en guerras y seguridad nacional. Esto significa un cambio radical en comparación con los inicios del centro, en cuyos años profesaban que la inteligencia artificial sería usada para la creación de sistemas “no letales”. Es decir, para la producción de armas no mortales, a ser empleadas en situaciones policiales y de combate para limitar la escalada de los conflictos en los que el uso de la fuerza letal está prohibido, o donde las normas para el enfrentamiento requieren reducir la pérdida de vida al mínimo o en los que, en definitiva, la ley restringe el uso de la fuerza convencional.
Mulchandani, un experto en seguridad e inteligencia artificial, en la entrevista reseñada develó algunos detalles sobre el proyecto “Producto Bandera”, que implica un control humano total; es conocido en los círculos tecnológicos que se trata de la verdadera creación de «robots asesinos» y del desarrollo a niveles inimaginables, entre otras cosas, del «reconocimiento facial». En la conferencia de prensa se detallaron los acontecimientos de los últimos meses, incluido un contrato de 800 millones de dólares con Booz Allen Hamilton y el Proyecto Salus, una serie de algoritmos desarrollados por el JAIC para el Northcom. Asimismo, el JAIC capacitará a las diferentes fuerzas armadas en la ética. Pero, ¿en qué consiste esta ética que profesan? Es uno de los tantos puntos oscuros o dichos a medias de este centro de inteligencia artificial, el cual es más conocido en el mundo tecnológico por ser los creadores del Proyecto Maven, en conjunto con Google. Este último ha provocado cientos de protestas y acciones colectivas por parte de miles de empleados de Google, con lo que finalmente el gigante de la red se vió en la necesidad de comprometerse con sus principios éticos de la inteligencia artificial a no crear armas autónomas. Sin embargo, aún hoy Google y otras empresas siguen en la pugna por obtener jugosos contratos con el gobierno norteamericano.
La velocidad en la cual se están desarrollando estos proyectos de inteligencia artificial asociados a la seguridad y defensa, hacen imperativo la creación de una fuerte conciencia pública y ciudadana ante lo que puede ser un peligro para la existencia de la humanidad. A su vez demuestra que es necesaria la formulación de leyes internacionales que rijan la utilización de estos sistemas que pueden en cuestión de segundos acabar con los seres vivientes de nuestro planeta.