Por Yoselina Guevara
Jesucristo es reconocido mundialmente como uno de los hombres más influyente de la historia. Lo que se ha escrito sobre él y las pruebas tangibles de la influencia que ejerció demuestran más allá de toda duda su existencia. En 1970, a un par de amigos, Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, se les ocurrió hacer un experimento novedoso, la creación de una ópera rock sobre la vida de Jesucristo; así, pensando tan solo en la versión discográfica, nació de esta manera el lp «Jesus Christ Superstar «, revolucionando la figura de Jesús, convirtiéndolo en una verdadera estrella de rock .
Un éxito discográfico que se convierte en un musical
El disco alcanzó un éxito inesperado, obtuvo la primera posición en el prestigioso ranking de la American Billboard y permaneció allí durante tres semanas, ganando el disco de oro. Casi inmediatamente se convirtió en un musical, llegando a los escenarios de Broadway, conquistando la espiritualidad de la juventud del momento, que empezó a dirigirse hacia un tipo de misticismo hindú, al que precisamente le arrastraban sus ídolos musicales. Rice y Weber vieron claramente que la música podía ayudar a contar una historia sobre el origen del cristianismo. No lo hicieron con ideas religiosas, ni por atraer a su credo a los jóvenes. Su instinto era más comercial y simplemente supieron fundir el gusto por la música con esta ansia de reencuentro con la espiritualidad que empezaba a invadir el mundo. De esta forma, llevaron a la escena una ópera rock sobre los últimos días de la vida de Jesús de Nazareth, desde la entrada en Jerusalén hasta la Crucifixión, vista a través de los ojos de Judas y apoyada en una maravillosa columna musical.
Una superstar obra, pero polémica
«Jesucristo Superstar» enfrentó el ataque de los fundamentalistas religiosos. Para el catolicismo era un momento especialmente crítico, fracciones religiosas consideraban un atrevimiento la autorización eclesiástica para que en los actos litúrgicos se emplearan las lenguas vernáculas de cada país, por lo que la puesta en rock de la figura y la obra de Cristo no podía dejar de despertar pasiones encontradas. Finalmente, «Jesucristo Superstar» recibió la autorización del Vaticano y se escuchó en la Radio Vaticano.
Pero esto no fue suficiente, el escándalo ha acompañando a la obra en cada sitio que se presenta, aún hoy, después de cincuenta años. En primera instancia, por la forma de presentar el dogma religioso que el catolicismo ha sostenido históricamente, y segundo, por el enfoque dado a los personajes. En efecto, no queda ni mucho menos clara la divinidad de Jesucristo, como hijo de Dios, aunque tampoco se niega.
En cuanto a los personajes, el papel de Judas como hilo conductor del relato, le otorga una preeminencia y hasta podría casi considerarse protagonista de la obra. El clima dramático no se logra mediante el personaje de Jesucristo, carente de dudas y vacilaciones, sino de Judas, cuyo conflicto interior se pone de manifiesto en cada pasaje, hasta desembocar en su aparición tras la muerte de este, para cantar la gloria de Cristo. Finalmente, la personalidad femenina que prevalece es la de María Magdalena, una figura polémica en la historia del cristianismo por su condición de prostituta conversa, y cuya ambigua relación con Jesucristo parecen más propias de una novela rosa que del espíritu de los Evangelios. Los autores de «Jesucristo Superstar» hacen desaparecer de la escena la presencia de la Virgen María, hasta el punto de colocar a María Magdalena al pie de la cruz en el momento de la crucifixión, eliminando a la madre de Jesús.
Un Jesucristo rock y superstar
A lo largo de toda la obra surgen diferentes géneros musicales, jazz, pop, sinfónica, broadway, charleston, entre otros. Pero definitivamente el género predominante es el rock. Es esta riqueza y variedad musical que hace atractiva la escucha y aún más la puesta en escena. Sus autores la denominan ópera, aunque se está medio camino entre la ópera y el musical. En base a denominación, sus creadores mantuvieron la estructura formal de una ópera: obertura, arias, dúos, utilización de un coro, incorporación de danzas, entre otros. Las arias de «Jesucristo Superstar» están escritas como canciones, cuya línea melódica es altamente pegajosa al oído, las cuales han sido extraídas de la obra y se han convertido en hit musicales en todas las lenguas a las que han sido traducidas.
«Jesucristo Superstar» es indudablemente una gran obra musical, adaptada a todos los públicos, que ha trascendido el tiempo y que permanecerá generando admiración y placer en todas las generaciones, por siempre.
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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia
DISCO «Jesus Christ Superstar» (1970) – Versión original, por Andrew Lloyd Weber y Time Rice
DISCO «Jesucristo Superstar» (1975) – Versión español, adaptación del original, por Camilo Sesto