Por Yoselina Guevara
Boris Johnson, al inicio de la pandemia del Covid-19 en el continente europeo, pronunció un discurso que mostraba el rostro despiadado de una parte de la sociedad de nuestro tiempo. «Muchas familias perderán a sus seres queridos», dijo, añadiendo en un tono fatalista que el Gobierno no haría nada por ellos, alejándose así de las medidas draconianas del resto del Viejo Continente, preocupado más por el ya catastrófico desempeño de los mercados de valores que por el destino de su pueblo. Esto a pesar de la admisión de estar en medio de una de las mayores catástrofes sanitarias de la historia moderna. Una crisis que en Reino Unido ya ha afectado a unas 11 mil personas contagiadas.
Sin embargo, este 27 de marzo, Johnson anunció que dio positivo en el Covid-19, a menos de un mes de aquellas frases escalofriantes. A veces, de hecho, y este caso concreto es prueba de ello, sucede que las situaciones de emergencia ponen de relieve la verdadera cara de las cosas. Nuestra sociedad y nuestra economía, en estos contextos, muestra su despiadado rostro cínico e individualista, anteponiendo los intereses económicos a las vidas humanas. Perder a los seres queridos para llevar adelante la industria ya no se considera ni siquiera tabú.
¿Qué pensará el Primer Ministro inglés en estas horas más oscuras que súbitamente han llegado al Reino Unido con la ocupación de un enemigo invisible que ahora conocen cara a cara, tratando de robarles el respiro y la vida?
Quizás en esta cuarentena recuerde sus estudios en Oxford, su pasión por la historia y la cultura de la antigua Roma, sobre la cual escribió un ensayo. Rememore a Eneas, que carga en sus espaldas a su viejo y paralizado padre Anquises, para salvarlo del incendio de Troya y no lo deja morir, solo y abandonado, a pesar de ser un anciano. Pero es cierto, quizás Boris Johnson haya leído y estudiado este relato de Virgilio, pero en este momento finalmente pueda entender la verdadera esencia de la solidaridad humana que nos diferencia de otras especies vivientes.
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Yoselina Guevara Corresponsal en Italia