Por Luis Barril
La Copa Confederaciones disputada en Rusia en 2017 fue el primer torneo internacional donde se aplicó el Video Assistant Referee (VAR). Una herramienta donde un grupo de árbitros revisa en tiempo real una jugada polémica y avisa mediante intercomunicador electrónico al juez central del partido, el que puede tomar una decisión respecto a lo que se le está informando o bien concurrir al sitio, generalmente a la altura de la mitad de cancha, para ver personalmente la jugada en cuestión y tomar una determinación.
Después se fueron agregando todas las competencias internacionales, hasta llegar a la cita más importante del deporte rey: el Mundial. En este caso, su anfitriona era la misma que había recibido la Copa Confederaciones un año antes: Rusia. El país eslavo fue testigo de muchos aciertos y de un par de errores que hicieron dudar del VAR. Pero siempre el balance fue positivo.
Algo donde lamentablemente el VAR no puede intervenir es en la designación de los grupos de las competencias, donde, históricamente, el anfitrión queda en el más accesible. En esta Copa América, Brasil quedó con Bolivia, Perú y Venezuela. A los dos primeros los derrotó sin apelación alguna y a la última también la habría vulnerado si el VAR no hubiese existido. Afortunadamente, el VAR salvó a la vinotinto de lo que hubiese sido un despojo, porque los goles anulados al Scratch eran claramente ilegítimos, aun cuando habían sido validados por los árbitros en cancha.
Ahora solo queda hacer el maravilloso ejercicio de fútbol ficción e implementar el VAR en los grandes saqueos de la historia del balompié. Quizás los equipos rioplatenses no tendrían ni la mitad de las Copas Libertadores que ostentan, es muy probable que Corea del Sur no derribara a Italia y España en su Mundial, y la “Mano de Dios” seguramente sería sindicada como un inofensivo intento de trampa que no llegó a buen puerto. Sin lugar a dudas, el VAR es una magnífica herramienta que, aunque a veces demora en su aplicación, hace honor a ese lema de que la justicia “tarda, pero llega”.
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Luis Barril Periodista deportivo