Por Carla Espósito
Se cumplen 100 días de la llegada de Andrés Manuel López Obrador al Gobierno de México, en medio de expectativas muy altas, aunque los medios para cumplirlas aparentemente son limitados, pues pese a la política de austeridad republicana, a la reducción de gastos suntuarios en la burocracia estatal, a la anulación de las pensiones a los expresidentes y a la decisión de volar en aviones comerciales en vez de usar el boeing presidencial, la economía mexicana promete crecer no más del 2% este 2019 y quizás poco más del 2% el 2020, lo que ofrece un horizonte poco alentador para el futuro y genera interrogantes sobre el cumplimiento de las ambiciosas promesas de su campaña.
En el balance de estos cien días de gobierno hay tantas luces como sombras. Entre las luces es destacable que su popularidad se mantiene en 78% de aprobación, quizás una parte se deba al modo directo de relacionarse con la sociedad a través de sus famosas conferencias de prensa diarias, que han hecho parte de un ejercicio inusual de comunicación política. Pero la otra parte se explica por el lanzamiento de algunas medidas redistributivas urgentes y necesarias como la de duplicar el precario salario mínimo de los mexicanos, así como el incremento de las pensiones de los jubilados, que apuntan a la mitigación de las profundas desigualdades sociales en México. Habría que mencionar también las expectativas generadas por la promesa del seguro universal de salud, aunque todavía existen dudas respecto a cómo se implementará dado el presupuesto disponible.
Otra de las decisiones que inicialmente sumó puntos a su caudal fue frenar la millonaria construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco que, entre otras cosas, amenazaba la sobrevivencia de un lago, esto parecía conducir su política hacia un rumbo, no obstante, y en contraste, el impulso a megaproyectos como el tren Maya en la península de Yucatán, una nueva refinería petrolera en Tabasco y un tren en el istmo, que competiría con el canal de Panamá, parecen indicar otra ruta diferente de su modelo económico, en dirección de un desarrollismo clásico.
Es igualmente destacable la política exterior en relación a dos temas fundamentales. Por un lado, la posición del Gobierno de AMLO respecto al conflicto venezolano de apegarse al derecho internacional y al principio de no intervención en los asuntos externos de los países, ofreciéndose incluso como país mediador para garantizar un diálogo en Venezuela. Por otro, está la política frente a los migrantes centroamericanos que buscan asilo en EE.UU., a quienes les dio acogida y solidaridad.
Pero no puede decirse lo mismo de la controvertida carta que envió a Felipe VI de España y al papa Francisco pidiendo que se disculpen por los actos de la conquista, que si bien tuvo eco entre los sectores intelectuales, despertó duras críticas, sobre todo de los sectores indígenas que se sienten afectados por los megaproyectos impulsados contra la voluntad de las poblaciones locales, como el tren Maya o la termoeléctrica en Morelos, que están provocando incluso asesinatos de los líderes indígenas que se resisten a su implementación. El debate creado por la solicitud de perdón fue calificado como una farsa y puso en entredicho la política de AMLO dirigida a las poblaciones indígenas, quienes más bien pidieron al presidente que pida perdón por las expropiaciones de sus tierras que los megaproyectos provocarán, lo que señala la brecha abierta entre el Gobierno y los pueblos originarios.
Algunos de esos megaproyectos forman parte de la reforma energética que AMLO quiere implementar frente al fracaso de la reforma aplicada por Peña Nieto, ya que hoy se produce menos petróleo que cuando empezó aquella reforma, pero aún no está claro hacia dónde se dirigirá la nueva propuesta. Algunas críticas van en sentido de que López Obrador está recuperando energías del siglo XIX altamente contaminantes como el carbón, a partir de la proposición de construir una carboeléctrica en Coahuila, pero más allá de las energías limpias, lo que le interesa es elevar la producción recurriendo a todas las fuentes disponibles.
Además, el partido Morena ha propuesto eliminar el financiamiento de todas las entidades de la sociedad civil a cambio de entregas directas a la población, como parte de esa política las guarderías y centros de acogida para mujeres que sufren violencia han quedado sin financiamiento. Aunque la idea de trasferencias directas goza de mucha popularidad, también ha sido criticada por quienes ven en ella el retorno al viejo clientelismo del PRI, tan arraigado en la sociedad mexicana.
México es un país complejo, con problemas muy difíciles de resolver como la violencia, el narcotráfico, el robo organizado de combustible de los ductos (huachicoleo), la trata organizada de personas, que AMLO pretende remediar con la nueva Guardia Nacional. Por último, están los profundos problemas sociales generados por el modelo neoliberal secante aplicado en el país, que produjeron una vasta pobreza y profundas desigualdades. El Gobierno de AMLO tiene grandes desafíos por delante y todavía está en la fase de aprendizaje. Quizás las expectativas de su campaña no lleguen a fin, pero al menos esperamos un México menos violento y un poco menos desigual al final de su mandato.
10 medidas de AMLO
- Presentación de una nueva Ley de Remuneraciones, en que se reduce el salario de altos funcionarios públicos.
- Creación de la Guardia Nacional, para combatir las bandas del narcotráfico y del crimen organizado.
- Implementación de medidas de combate al robo de gasolina o “huachicoleo”, alcanzando la cifra más baja desde 1938.
- Venta por más de 200 millones de dólares del lujoso avión presidencial utilizado por su antecesor, Enrique Peña Nieto.
- Orden para iniciar la construcción del Tren Maya, que recorrerá 1.500 km en el sureste de México.
- Instrucción para congelar más de 10 decretos firmados por Peña Nieto, con los cuales se pretendía privatizar el agua.
- Ejecución de leyes, reglamentos, decretos y acuerdos para ajustes de la estructura administrativa de gobierno al Plan de Austeridad Republicano.
- Eliminación del fuero presidencial y de legisladores, con la finalidad de avanzar en la lucha contra la corrupción, mediante una modificación al artículo 108 de la Constitución.
- Aumento del presupuesto y fortalecimiento a las escuelas normales.
- Presentación de un proyecto a cargo de la Secretaría de Cultura y el artista Gabriel Orozco para convertir el bosque de Chapultepec en el Centro Cultural más grande del mundo.
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Carla Espósito Guevara Socióloga