Por Nahir González
El reggae es un género musical nacido en Jamaica, cuya influencia deriva del ska y el rocksteady, pero que también tiene sus raíces en la música afrocaribeña como el calipso, la soca y en la afroestadounidense, como el rhythm and blues, jazz y blues. La palabra reggae, según algunos estudiosos, es una etimología de rege, que significa pelea, trapo o ropa sucia.
El reggae pasó por diferentes fases: una político-social, en la que se mezcla la decadencia producto de la pobreza a la que era sometida el país, el bajo nivel económico, la violencia de la época, el rechazo al colonialismo de la corona británica, la lucha por la emancipación de los movimientos independentistas del Caribe, que Jamaica consigue en 1962; otra, con el transcurso de los años, más comercial y de poco contenido social.
El reggae se vincula además a los rude boys (chicos rudos), como se denominaba a los jóvenes de estrato social bajo, algunos incluso con antecedentes penales, que se reunían en la calle a oír rocksteady con parlantes y estruendosos equipos.
Mientras la forma de bailar el ska era rápida y la del rocksteady lenta, el reggae hereda características de éstos, por ejemplo el baile pausado, aunque elimina los instrumentos de vientos presentes en el rocksteady; el baile lo hace sensual y sugestivo, el colorido de sus ropas, sus cabellos con dreadlocks, entre otros. A toda esa manifestación se suma la espiritualidad del movimiento rastafari, religión que surge en los años 30 en esos guetos jamaicanos, que consideran que Haile Selassie, monarca etíope, era la reencarnación de Jah (Dios). Marcus Garvey, predicador de esta religión, afirmaba que la madre patria era África y que el ideal era regresar mediante el precepto “África para los africanos”, cuyos los valores de amor, solidaridad, la mezcla de ritmos y el entorno político-social van dando forma al reggae.
Bob Marley and The Wailers (Bunny Wailer y Peter Tosh) fueron los creadores y máximos exponentes musicales de reggae. Se convirtieron en instrumento de los políticos que, interesados en ganar elecciones y captar votos, usaron sus figuras para llegar a la población rastafari y a los sectores más pobres de Jamaica.
Actualmente el reggae traspasa las fronteras de su país de origen, se oye y toca en el Caribe y el mundo, es así como en noviembre de 2018 fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.