Por Paulina López Orellana
Lo que ocurre en Venezuela es maquiavélico y le falta peso a los organismos internacionales para frenar la grave violación de los principios de no injerencia, del derecho de los pueblos a la autodeterminación. A nivel mundial se oficializan los análisis falsos.
Aún no se imponen las voluntades para exigir la paz, excepto aquellos que han comprendido que la crisis política y económica de Venezuela ha sido provocada hace años y sin piedad mediante bloqueos y boicots por quienes ahora dicen defender al pueblo venezolano.
El injerencista Grupo de Lima, a excepción de Canadá, obedece a la conocida lógica de lacayos del imperialismo yanqui y está compuesto de países que están en crisis económica y política, que matan líderes comunitarios para acallar la protesta.
El apoyo de la Unión Europea (UE) parece menos comprensible. ¿Desde cuándo se interesan en los DD.HH., cuando han provocado con sus guerras una crisis humanitaria nunca vista, proveniente de África y Oriente Medio? Aliándose con Trump y Bolsonaro, la UE responde a una política de bloques. Las cuentas de los “Señores de la Guerra” ya han sido sacadas, una Tercera Guerra Mundial se prepara, y Venezuela con su posición geoestratégica es la mejor plataforma petrolera con acceso al Atlántico para EE.UU., Francia y los Países Bajos, para enviar barcos cargados de petróleo, junto a sus aliados latinoamericanos. Aliados que se frotan las manos por sacar provecho de la situación en momentos en que el capitalismo nos arrastra a una crisis económica mundial similar o peor a la de 1929.
Ahora, saquemos las cuentas para el pueblo: pasarán decenios y generaciones enteras con el peso de la enorme destrucción material y destrucción de la salud física y emocional que trae la guerra.
Después de la invasión a Venezuela, estaremos ad portas de la tercera gran guerra, lo peor está por comenzar: ¡Necesitamos movilizarnos por la paz, debemos parar esta locura en América Latina sin esperar!
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Paulina López Orellana Doctora en Salud Pública, Académica e investigadora chilena.