Bolivia continúa experimentando un crecimiento económico sostenido, estabilidad de precios y redistribución de ingresos gracias a su Modelo Económico Social Comunitario Productivo. Esto se logra a pesar de un entorno global desafiante con presiones inflacionarias.
Según las estimaciones del Ministerio de Economía, Bolivia se sitúa entre las economías de mayor crecimiento en Sudamérica este año, incluso en medio de un panorama internacional complicado marcado por la incertidumbre y la contracción económica. El Banco Mundial proyecta un crecimiento del 1.9% para este año, el Fondo Monetario Internacional un 1.8%, y la Cepal un 2.2%.
A pesar de las preocupaciones de algunos analistas sobre la estabilidad económica del país, Bolivia ha logrado superar los niveles pre pandemia en varios indicadores, manteniendo una tasa de desempleo a la baja y una inflación controlada, que se sitúa en un 1.5%, una de las más bajas de la región.
Los indicadores sociales también han mejorado, con medidas que buscan redistribuir ingresos a través de bonos sociales destinados a la población más vulnerable, como el Bono Juancito Pinto para estudiantes, el Bono Juana Azurduy para madres y niños, y la Renta Dignidad para adultos mayores.
Además, el crecimiento del Producto Interno Bruto se impulsa principalmente a través de la demanda interna y un aumento en la facturación de servicios como restaurantes, hoteles y pasajes aéreos.
El Ministro de Economía, Marcelo Montenegro, ha destacado que la industrialización de los recursos naturales y materias primas seguirá siendo un motor importante para el crecimiento económico de Bolivia, con proyectos como la Planta NPK para la producción de fertilizantes, el Complejo Siderúrgico del Mutún, y la construcción de plantas de zinc y litio. Además, se resalta la importancia de la colaboración con el sector privado en estos esfuerzos.
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Correo del Alba