Desde que la humanidad ha construido sistemas de organización que le permiten su supervivencia en un determinado espacio físico, Los sistemas de organización política y social, como imperios, naciones, estados y otras estructuras, han sido utilizados para establecer el control sobre el territorio y los recursos, y la geopolítica ha sido el escenario donde se han librado muchas de estas disputas Hoy, con los conflictos actuales, en los que esa confrontación alcanza nuevos matices, la multipolaridad en el equilibrio de poderes es el horizonte geopolítico.
En el actual contexto global en el que se dan las complicadas relaciones entre China con Estados Unidos y Occidente, el fortalecimiento de las relaciones entre el país asiático y Venezuela muestra una parte del tejido que se construye para un mundo multipolar. China, la fábrica del mundo y principal importador de petróleo, por la otra parte Venezuela el país con las mayores reservas de esa materia prima estratégica, encuentran la oportunidad ideal para fortalecer una relación justa, igualitaria, solidaria y de reciprocidad.
Las relaciones bilaterales se fortalecieron y alcanzaron un nivel estratégico a partir de 1999 con Presidente Hugo Chávez. Se avanzó en el desarrollo de proyectos importantes asociados principalmente al comercio bilateral. En la XVII Comisión Mixta China-Venezuela llevada a cabo en estos días y que terminó en la firma de 31 acuerdos, donde se destacan los que tienen que ver con la energía, minería, finanzas, industria, comercio, turismo, educación, ciencia y tecnología, entre otros.
En el alcance de los 31 acuerdos bilaterales firmados, se pueden destacar áreas que tienen que ver con la geología, salud (transferencia tecnológica), minería, hábitat y vivienda (innovación en la construcción), energía eléctrica y telecomunicaciones. Además de otros cuyos ejes estratégicos son la política, la economía, el comercio, la educación, la ciencia y tecnología, así como en materia aeroespacial que incluyen vuelos futuros entre ambos países y la cooperación en vuelos espaciales. A ello, se suman tres documentos sobre cooperación.
Estos acuerdos tienen varias implicaciones importantes. Si bien, la mayoría tienen que ver con asuntos específicos entre ambos países, algunos se enmarcan directamente en los intereses ya sean de China o de Venezuela en la región y el mundo. La Cooperación económica está orientada a superar de manera abierta las condiciones del bloqueo de Estados Unidos al conceder créditos adicionales para reactivar la producción en el sector petrolero, o las que irán promover inversiones en sectores clave de la economía venezolana como la energía, la minería, la agricultura y la infraestructura.
Todos los rubros quedaron abiertos al trabajo conjunto de empresas estatales y privadas de ambos países. Se espera promover e implementar un mayor desarrollo de sector energético con contratos a futuro en yuanes. Siendo, actualmente, China el mayor importador de petróleo del mundo, así como Venezuela un país con las reservas probadas de crudo más grandes del mundo y miembro de la OPEP.
A pesar de las sanciones a Venezuela, China importó alrededor de 390 mil barriles por día de crudo venezolano en lo que va del año 2023. Si bien, la mayoría de las exportaciones venezolanas a China se hacen a través de terceros, con los costos adicionales que eso representa debido a las sanciones, dichas operaciones de comercio no han dejado de suceder.
En la reciente Cumbre de los Brics en Sudáfrica, Venezuela fue uno de los países invitados al evento y el Presidente Maduro anunció que solicitará formalmente ser parte de dicho grupo auspiciado por China, Rusia y Brasil. Al ser Venezuela un proveedor de petróleo y gas natural, puede fortalecer la agenda energética de los Brics.
Otro elemento importante del tablero geopolítico es la necesidad de contar con una moneda de intercambio y reserva distinta al dólar estadounidense. En ese sentido, la internacionalización del yuan fluye en un escenario de bloqueo financiero.
Entre las actividades del Presidente Maduro, estuvo la reunión sostenida con Dilma Rousseff, actual Presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo creado por los Brics. Una entidad financiera que espera convertirse en un banco de desarrollo que haga de contrapeso al sistema financiero Occidental.
El hecho de que China haya decidido realizar el encuentro con Venezuela, al mismo tiempo que la Cumbre del G20 en la India, es una señal interesante que demuestra que ambos países coordinan y cooperan estrechamente en los asuntos regionales e internacionales y que, además, manifiestan claramente su oposición al unilateralismo de los Estados Unidos y la Unión Europea.
Toda esta avalancha de sucesos, que tiene que ver con un cambio de época y la transición a un mundo multipolar, es solo el inicio de un período largo y difícil que incluye, lamentablemente a la guerra como uno de sus rasgos.
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Ramiro Lizondo Díaz Boliviano, economista