4 de septiembre de 1970: Triunfo del presidente Salvador Allende en Chile

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El 4 de septiembre de 1970, se transmitía en blanco y negro, por los pocos canales existentes en el Chile de la época, además de la radio el medio de comunicación más masivo, la elección del nuevo presidente constitucional de la República de Chile.

Salvador Allende Gossens, candidato de la coalición de izquierda conocida como Unidad Popular, obtuvo el mayor porcentaje de votos, se impuso sobre el expresidente Jorge Alessandri, candidato del Partido Nacional, y Radomiro Tomic, nominado por la Democracia Cristiana, pero ninguno ganó en esta votación en primera vuelta. De acuerdo con la constitución vigente en la época, en caso de que ninguno de los candidatos obtuviera la mayoría absoluta, la elección debería ser llevada a cabo por el Congreso Pleno entre los dos candidatos con mayor votación, no existía el balotaje.

La estrecha diferencia de votos, con menos de cuarenta mil de separación entre Allende y Alessandri, colocó a la Democracia Cristiana, con su candidato Radomiro Tomic, en el papel de árbitro de la situación, que se dirimiría en el Congreso, el 24 de octubre.

El 4 de septiembre quedó en la memoria colectiva del país. Fue un día que marcó un punto de inflexión en la política y en la vida de las y los chilenos junto a Salvador Allende, el presidente que buscó llevar a cabo reformas profundas en Chile a través de medios democráticos y que se convirtió en un símbolo de la lucha por la justicia social en América Latina.

Después de su victoria, Allende se dirigió al pueblo chileno en una intervención que se conoce como «El discurso de la victoria» donde dio a conocer honestamente sus emociones y reafirmó su compromiso político:

 “Yo les pido a ustedes que comprendan que soy tan sólo un hombre, con todas las flaquezas y debilidades que tiene un hombre, y si pude soportar -porque cumplía una tarea- la derrota de ayer, hoy sin soberbia y sin espíritu de venganza, acepto este triunfo que nada tiene de personal y que se lo debo a la unidad de los partidos populares, a las fuerzas sociales que han estado junto a nosotros. Se lo debo al hombre anónimo y sacrificado de la patria, se lo debo a la humilde mujer de nuestra tierra. Le debo este triunfo al pueblo de Chile, que entrará conmigo a La Moneda el 4 de noviembre”.

Desde un primer momento Allende fue acosado por la derecha. El grupo paramilitar de derecha Patria y Libertad secuestró y asesinó al comandante en jefe del Ejército, general René Schneider, con el objetivo de evitar la inminente elección del presidente socialista. Este atentado generó una gran conmoción pública, aunque no logró impedir que el Congreso ratificara la elección de Allende como presidente de Chile con 153 votos a favor, frente a los 35 de Alessandri.

Salvador Allende, médico y político de izquierda, se convirtió en el primer presidente socialista elegido democráticamente en América Latina en 1970. Su elección marcó el comienzo de un proceso político de transformaciones significativas en la estructura económica y social de Chile. Su programa, conocido como la «vía chilena al socialismo», incluía nacionalizar la industria del cobre, la principal fuente de ingresos del país, y llevar a cabo reformas agrarias para redistribuir la tierra.

Durante los tres años siguientes, el gobierno de Allende implementó reformas significativas, que provocó una creciente agitación y resistencia por parte de empresarios y la derecha chilena apoyada por Estados Unidos y la que CIA financió actividades para desestabilizar el gobierno de Allende, incluido el respaldo a huelgas y protestas que culminaron tres años después, el 11 de septiembre de 1973,  con un golpe de Estado cruento que marcó el inicio de una dictadura militar que duró 17 años y dejó un legado de represión, violaciones de derechos humanos y sufrimiento para la sociedad chilena. Miles de personas fueron detenidas, torturadas y asesinadas durante ese período.

El 4 de septiembre, por tanto, es una fecha emotiva para la izquierda, para los trabajadoras y trabajadores conscientes un día para recordar el sueño de Salvador Allende de un Chile más justo y equitativo, la alegría del pueblo chileno volcado a las calles quedará para siempre en la memoria de las nuevas generaciones de quienes estuvieron en la Alameda Bernardo O’Higgins celebrando el triunfo de la Unidad Popular.

¡Jallalla presidente Salvador Allende!

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Pilar Orellana, Correo del Alba

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