Sonidos de infancia

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El término infancia tiene su origen del latín infantia, que significa “incapacidad para hablar”, aludiendo a la fase temprana de esta etapa en la que el niño o niña no tiene la capacidad para articular palabras, pero también al hecho de que antiguamente se consideraba que los niños no deberían hablar en público. La infancia es una de las etapas del desarrollo humano y, en términos biológicos, comprende desde el momento del nacimiento hasta la entrada en la adolescencia. Sin embargo, según lo planteado en la Convención de los Derechos del Niño, aprobada por la ONU en 1989, un infante es toda persona menor de 18 años.

Hoy, cuando estamos frente a una nueva época que trae consigo transformaciones y nuevos peligros, es importante observar el primer piso del edificio social, que no es otro que la infancia, esa primera etapa donde los seres humanos somos más auténticos, más puros, pero también más vulnerables. Esta realidad de la sociedad global en la que vivimos trae consigo nuevos riesgos para la humanidad, sobre todo durante la infancia; realidad donde las redes sociales son un factor de las comunicaciones con alto nivel de contaminación de antivalores.

Estos antivalores que se observan en redes sociales, en algunas letras musicales, medios convencionales de comunicación y hasta en películas, pueden generar la manifestación de situaciones como el bullying, ciber odio, hipersexualización infantil, pedofilia y otros actos al margen de la ley que atentan contra la paz social y el desarrollo integral de los niños. Si bien estos elementos negativos pueden ser combatidos en gran parte por los padres, responsables y familiares de niños y niñas también son importante elementos como: La “Educación Liberadora”, la creación del pensamiento crítico y ciertas normas que regulen a los medios de comunicación convencional y no convencional.

Sin duda alguna, en el ámbito normativo, Venezuela es referencia en la protección de niños, niñas y adolescentes gracias a Ley Orgánica para la Protección de Niños Niñas y Adolescentes (Lopnna) que desarrollan los principios fundamentales de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) y, especialmente, del paradigma sobre el cual ella se fundamenta: la Doctrina de la Protección Integral. En ellas se establecen los valores, principios y criterios que inspiraron el contenido de la nueva ley, que están presentes de forma absolutamente transversal en todos sus Títulos, en las normas referidas a: los Derechos, garantías y deberes, el Sistema de Protección del Niño, Niña y Adolescente, las Instituciones Familiares y el Sistema de Responsabilidad Penal del Adolescente.

Pero, indistintamente de las leyes nacionales, existen situaciones que escapan de la protección normativa; como se puede evidenciar en el caso venezolano con los ataques sistemáticos contra la población mediante medidas coercitivas y unilaterales que afecta con mayor proporción sobre los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes del país, tal como lo desarrolla la escritora Anahí Arismendi en el libro Infancia bajo asedio. La autora de la publicación señala, en ese trabajo de investigación, indica el carácter inhumano de las medidas coercitivas unilaterales que limitaron y crearon obstáculos para poder cumplir las metas planteadas para un buen vivir, y con las cuales se vulneraron los derechos de niños, niñas, adolescentes y de toda la familia venezolana.

Quizás lo más importante no es ver directamente la superación de todos los obstáculos, sino esforzarse para avanzar frente a ciertas dificultades y, cada día, mejorar la calidad de vida para las generaciones futuras.

Existen elementos para el optimismo, como el reimpulso de la democracia popular, la profundización de leyes por la igualdad y los derechos humanos, la posibilidad de acceso a la educación en todos los niveles y el mejoramiento de la infraestructura educativa, que garantizan el desarrollo integral de niños, niñas y las adolescentes, lo que en definitiva es proteger el futuro de la humanidad.

El sonido de la realidad habla por sí solo, es indiscutible que se están haciendo cosas buenas en el país, muestra de ello son nuestras glorias deportivas en distintas victorias o el reconocimiento de músicos, científicos y escritores venezolanos a nivel mundial que son inspiración para los niños y nuestra juventud; demostrando que el esfuerzo, el estudio, la constancia y la disciplina valen la pena y dan resultados positivos.

El inmediatismo impuesto por la sociedad global no es una referencia real. Se escucha claro y fuerte que Venezuela sí tiene futuro, sustentado en el trabajo y el estudio diario.

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Yonder Canchica Venezolano, abogado experto en Derecho Internacional

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor/a

2 COMENTARIOS

  1. Inspirado en la lectura del Dr. Yonder Ganchica. Señalo para todos los seguidores: «Usted protege a un niño,niña y adolescente estás protegiendo el futuro de la humanidad». Agradecido Por su atención.

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