La nueva ministra de Economía de la Argentina Silvina Batakis, lanzó este lunes en rueda de prensa, desde el Palacio de Hacienda, la nueva modalidad o paquete de medidas que el gobierno ejecutará para intentar impulsar la solvencia y garantizar el equilibrio fiscal del país.
En ese sentido, Batakis dijo que las asignaciones mensuales otorgadas por la cartera que representa, serán entregadas a la Administración Pública Nacional, entidad que definirá las urgencias y distribución de los gastos en concordancia con la proyección pautada, sin salirse del esquema presupuestario.
Otras medidas pasan por: la revisión para modificar la Ley de Administración Financiera para hacerla dinámica y “eficiente para el presupuesto y las erogaciones”. Evaluación del gasto de la deuda en moneda nacional argentina, para tratar de paliar la devaluación del peso frente al dólar y ralentizar la inflación. Revisión del interés en tasas de cambio para el pago de las cuotas al Fondo Monetario Internacional (FMI) de acuerdo al calendario de pagos estipulados por la Nación, estas tasas deben tener un cierre anual positivo. “Es un acuerdo firmado por el Estado, ante los 100 mil millones de dólares que se emitieron de los que casi el 50% fue con el FMI y una deuda a cien años” recordó la ministra.
Los montos de las tarifas de esos pagos hasta ahora quedará igual. Segmentación de subsidios en los pago de servicios energéticos de acuerdo al Decreto 332 promulgado este 2022.
Nuevo paquete, viejas reglas de juego, ¿qué significa?
Que no habrá recortes en las tarifas de servicios, pero sustentadas con el subsidio a hogares de acuerdo a los ingresos.
Que el Gobierno tiene que hacer un esfuerzo gigantesco y casi imposible por controlar la especulación y la inflación que, desde el gobierno de Mauricio Macri, casado con el FMI, se disparó sin tregua y que hasta ahora ha calado negativamente, no solo en la desestabilización de la política interna del gobierno de Alberto Fernández, sino que ha puesto a la Argentina en el último lugar de índices macro en cuanto a inflación.
Le seguirá de alguna forma u otra, manejando el viejo esquema del FMI que impone paquetes económicos en los que los menos favorecidos son los que menos poseen, por lo cual el gobierno también debe enfrentar más divisiones políticas y descontento como el que se ha vivido las últimas semanas.
El punto positivo es someter los pagos de la deuda al cambio en peso, para fortalecer la moneda que hasta ahora sufrió una estrepitosa caída, por lo que es una señal del Estado querer controlar la inflación y mejorar el poder adquisitivo. Otro, dejar abierta la posibilidad de revisión de la deuda y la forma de pago que, si bien, no habló de cambios, tampoco niega modificaciones, con la creación de un “comité asesor de deuda, que evalúe, analice y haga propuestas en materia de deuda soberana en pesos”.
También es importante destacar que la ministra aseguró la protección de la inversión en el país con salvaguarda en los tipos de cambio, que garantiza que no sufran “movimientos especulativos”.
Para evitar el aumento de los precios se creará la Autoridad Nacional en materia de Defensa de la Competencia, que es otro aspecto que intenta frenar la especulación.
En 2021 el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 10.3% pero con el aumento de la especulación, la devaluación monetaria, la hiperinflación para cierre de año se proyecta supere el 50% que generará un déficit negativo en la cuentas fiscales, un desequilibrio económico importante de no ponerse correctivos urgentes.
Para este año se prevé que el PIB crecerá al 3.6% un 1.1% más de lo estimado, con aumento para 2023 de un 1.9%, según las proyecciones de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), pese a las contradicciones en este campo que se producen en lo interno del país.
Muro de contención
Las medidas buscan ser un muro de contención a la crisis cambiaria y a la inestabilidad que genera este fenómeno en los países que lo sufren, sobre todo si viven la intervención del FMI que ya se sabe es brutal en la condición de solicitud de los pagos, por lo cual las decisiones económicas y administrativas que se están tomando en este momento tienen que ir con pinza y lupa para que no se propague la sensación de orfandad y desprotección a la gente desde el Gobierno.
Sin embargo, los afectados, que son la población llana, deben hacer lo propio y seguir oponiéndose a que estos organismos neoliberales sigan marcando la agenda de control de las políticas públicas que debe aplicar un Estado y que las manifestaciones contra estos paquetes, y el FMI, conminen a ese Comité asesor de deuda a que haga lo propio para que no predomine el viejo juego sucio de desmejoras y empobrecimiento buitre de una nación por un pago criminal de deuda. Sobre todo, en este momento que aún no se levanta la pandemia mundial y que los avatares de la guerra están haciendo lo propio en el escenario geopolítico internacional.
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Nahir González Analista política
