A lo largo y ancho del planeta pareciera que estamos siendo víctimas de una dictadura mediática empeñada en exponer una sola cara del conflicto en Ucrania, de modo tal que se han censurado y prohibido prestigiosas agencias noticiosas e informativas rusas, llegándose al extremo de demonizar todo lo que provenga de este país. Para hacer frente a esa ofensiva necesitamos tener un “pensamiento propio”, como bien sugiere nuestro entrevistado, Mikhail Ledenev, embajador ruso en Bolivia, quien afirma que urge conocer la historia completa y no fragmentos.
Correo del Alba entrevistó al Embajador, para que las lectoras y los lectores cuenten con elementos claros a la hora de evaluar de manera contrahegemónica la inquietante realidad por la que atravesamos como humanidad.
A más de un mes de haber comenzado el conflicto ruso-ucraniano el mundo ha cambiado a partir de lo que se denomina “la guerra mundial contra Rusia”, desarrollada en todos los ámbitos –social, económico, político e inclusive cultural–, donde el legado ruso ha sido sometido a una absurda censura. ¿Qué opina de esta contingencia?
Realmente la campaña propagandística es muy fuerte y algunos la llaman «la guerra de desinformación», de crear una imagen del pueblo ruso como un pueblo negativo, agresor, de un mundo en blanco y negro y donde los blancos son Estados Unidos y Europa Occidental.
Sabemos que Estados Unidos es el número uno en cuanto a agresiones, pero ahora nos dan lecciones sobre la paz, el amor, los principios humanistas, etcétera. Están todos vestidos de blanco, aunque tienen algunas manchas de sangre sobre sus vestimentas y es tan obvio que ni siquiera hay que explicarlo.
Nuestra relación con Ucrania tiene un gran historial, formaban parte de la Unión Soviética, y a partir del comienzo de los años 90 apareció la tesis de Zbigniew Brzezinski referida a que para convertir a Rusia de una superpotencia a una potencia regional había que distanciarla de Ucrania por todos los medios posibles.
Ahí empezó la cosa. Ahora dicen que esta “operación militar especial” comenzó el 24 de febrero, pero realmente los propios ucranianos piensan que se remonta al año 2014. ¿Qué pasó en aquella época? Sucedió un golpe de Estado en Ucrania y el presidente democráticamente elegido fue sacado del país, tuvo que huir.
¿Es el conocido episodio del Euromaidán?
La intromisión tiene un historial mayor, cuando los Estados europeos participaron de manera directa en los procesos electorales en Ucrania. El presidente Viktor Yanukóvich fue destituido como resultado del Maidán, que representaba a una menor parte del país, 3% o 5% nada más; pero se estaban agrupando en el centro de Kiev.
En la actualidad la mitad de las reservas internacionales del Banco de Rusia están arrestadas: anular las cuentas bancarias de todos los rusos y de quienes tienen pasaportes rusos creo que es una especie de vandalismo.
Prohibir a Dostoyevski, Tolstói, Chéjov… durante la Segunda Guerra Mundial en Rusia nunca hemos prohibido las obras de Göethe o de Schiller, pese a que los nazis estaban a las puertas de Moscú, porque ni se nos ocurrió que se podía llegar a esos extremos.
De este odio que presenciamos contra muchos rusos lo más chocante fue la prohibición del equipo de minusválidos de Rusia a participar en los Juegos Paralímpicos. Lo más irónico es que siguen dando lecciones de democracia, de compresión y del factor humano.
Vemos con asombro cómo se está tratando de anular la presencia de Rusia en Occidente, se nos prohíbe incluso ver los medios de comunicación que cuentan la otra parte del conflicto. Se está dando una sola línea.
Muy triste, realmente. «Freedom of speech», libertad de la prensa, es uno de los principios básicos de la cultura occidental, yo siempre pensaba así y nos enseñaban cómo debía ser. Ahora están prohibiendo los medios rusos y los medios internacionales que no corresponden. ¿Por qué ocurre eso? Porque realmente hay una lucha frontal por el mundo unipolar donde hay un solo dueño, donde hay una Doctrina Monroe para todo el mundo, entonces los que están en contra son tan “diabólicamente malos” que hay que pintarlos de un solo color: negro.
“La guerra empezó a partir de 2014, cuando Donbás y Crimea expresaron su disposición de no querer estar con los radicales ucranianos, cuando estos les prohibieron hablar ruso”
El presidente Putin ha dicho que entre sus objetivos está erradicar el nazismo de Ucrania e impedir a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) su instalación en esta parte de la frontera rusa. Sin embargo, gran parte de los medios están diciendo que Moscú se estancó, que incluso estaría retrocediendo, porque no contaban con la resistencia valiente y heroica de las fuerzas nazi-fascistas ucranianas. ¿Cuál es su visión al respecto?
Bueno, no soy especialista militar. A diario proponemos corredores humanitarios para que la gente pueda evacuar las áreas de operaciones militares, pero muchas veces, por ejemplo, de ocho propuestas dos son aceptadas por la parte ucraniana. También hemos ofrecido a nuestra Fuerza Naval para sacar a la gente. Ya hemos dado más de 60 mil toneladas de ayuda humanitaria, pero hay una resistencia de la contraparte.
Y en cuanto a las operaciones militares, Ucrania es un país grande, con una gran población, tiene unas Fuerzas Armadas que creo que ascienden a 150 mil personas.
La guerra empezó a partir de 2014, cuando Donbás y Crimea expresaron su disposición de no querer estar con los radicales ucranianos, quienes les prohibieron hablar ruso, que es una cuestión cultural histórica. Comenzaron entonces a bombardear a la población pacífica de Donbás durante ocho años. El presidente ucraniano, en aquel momento Petró Poroshenko, dijo que “nuestros niños van a ir a las escuelas y guarderías”, mientras que “los hijos –hablando de Donbás– van a estar en los sótanos”. Eso fue en 2014, y más de 13 mil personas perecieron en aquel conflicto que duró más de ocho años. Así fue como empezó todo; ahora es continuación de aquello, cuando vemos que hay una amenaza real e inminente para nuestro país. Porque la OTAN quería entrar en Ucrania, porque se creó una infraestructura militar muy grande ahí, con la participación de la Alianza, y ahora están Europa y Estados Unidos enviando constantemente armamentos para apoyar a las Fuerzas Armadas de Ucrania. Sin embargo, nosotros hemos cumplido con las tareas de la primera etapa. Hemos recuperado la posibilidad de dar agua a Donbás, que era muy importante porque ellos dejaron a la población sin agua, y, como sabemos, la gente puede vivir sin alimentos un tiempo, pero sin agua no va a vivir mucho.
Ahora, hay documentos de la parte ucraniana que indican que estaban planeando una agresión contra Donbás y Crimea, y antes de estos sucesos, en la conferencia de Múnich, Zelenski incluso habló de la posibilidad de tener una bomba atómica. Y hay otros cuantos factores que no voy a enumerar ahora.
Volviendo a la situación actual, estamos en las negociaciones con la parte ucraniana, habló nuestro representante y constató que aquellos garantizarían que no van a formar parte de la OTAN, que todos los ensayos militares en el territorio ucraniano van a tener consentimiento por parte de Rusia y otras cosas que abren la posibilidad de diálogo.
En cuanto a la desmilitarización, hemos cumplido con gran parte de esta tarea, sus estructuras militares están muy dañadas. Realmente estamos en confrontación directa con los batallones Azov, que son muy duros de abatir porque tienen en la mente su convicción nazi. Pero la operación prosigue y nosotros tenemos como tarea principal garantizar la paz en Donbás, porque siempre estaban bombardeando con proyectiles este territorio.
Ahora estamos cumpliendo esta tarea con éxito. No queremos hacer una carnicería dentro de las ciudades, por eso no entramos en muchas ciudades, están rodeados, incluyendo Kiev, que está rodeada. Vamos a ver cómo vamos a actuar y eso depende de la jefatura militar.
Es lamentable que hayamos llegado a este punto, pero lo más importante es que hay que analizar las raíces del conflicto y cuáles fueron las razones que nos obligaron a actuar de esta manera. Porque al fin y al cabo Ucrania siempre ha sido y es un país amigo, un pueblo amigo, muy cercano a nosotros. Por eso hemos propuesto varias cosas en plan de seguridad y todas fueron rechazadas.
¿Cómo afectan las sanciones de la OTAN, de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), por ejemplo a la producción de alimentos en nuestra América, al suministro de gas a Europa, al tema del dólar? ¿Cambia el orden establecido?
Cambia de manera drástica y lo que estamos presenciando son sucesos históricos no solo en el plano económico, sino además ideológico, militar o político. Ya he hablado de que estas sanciones fueron calculadas mal, porque tienen repercusiones muy negativas para todo el mundo. Numerosas compañías occidentales se retiraron de Rusia, perdieron dinero y nuestro mercado, que es muy grande.
“Estados Unidos es el número uno en cuanto a agresiones, pero ahora nos dan lecciones sobre la paz, el amor, los principios humanistas”
Nos abandonaron las compañías de transporte, no podemos ahora transportar nuestros fertilizantes o productos agrícolas como el trigo. Esto pone en apuros a todo el mundo, porque somos uno de los más grandes suministradores en esas materias. La repercusión es global y antes de introducir esas sanciones debieron pensar bien. Lo que tenemos ahora es un caos económico que podemos solucionar derogando las sanciones. Estados Unidos decidió que van a cancelar las sanciones sobre nuestros fertilizantes, muy bien, lo aplaudimos, pero hay otros problemas todavía: ¿cómo vamos a transportarlos?
En cuanto al gas, el presidente Putin dijo que vamos a aceptar solamente rublos, y después de eso nuestra moneda se fortaleció de manera impresionante. También en India quitaron Swift para algunos bancos nuestros. Nosotros tenemos un propio sistema que utilizamos, ahora estamos empleándolo con India y pronto vamos a tener alternativas. Ya algunos países de Medio Oriente aceptaron pagar en yuanes.
Estados Unidos, con los problemas de deuda externa enorme e impagable que tiene, se sostiene en la fuerza del dólar, que pueden imprimir en las cantidades que quieran y luego repartir esa carga por todo el mundo. Ese es el sistema, por eso no tienen grandes reservas en dólar, porque pueden imprimir cuantos deseen. Por eso este sistema está bajo un peligro real.
El dólar está sostenido por las capacidades militares norteamericanas y su dominación sobre el sistema europeo.
De ahí lo feroz que es esta lucha.
Con respecto a las inversiones rusas en Bolivia y la gran cooperación con este país y el resto de América, ¿cómo quedan ante este conflicto?
Espero que quedemos mejor, porque cuando la Europa occidental se cierra por su propia voluntad tenemos que buscar alternativas.
Personalmente, nunca he instado a las autoridades de Bolivia a que voten en favor de Rusia sobre el problema de Ucrania. Nosotros vemos que Bolivia rehúsa condenar a Rusia y quiere tener unas relaciones más estrechas con nosotros, y tenemos buena relación.
Hablando de nuestra cooperación en altas tecnologías, podemos ofrecer tecnologías de punta y más tarde vamos a tener mayores resultados, por ejemplo, habrá la oportunidad de tratar la producción agrícola para la exportación, sin que se pudra durante un largo tiempo, lo que abriría nuevas perspectivas para el mercado ruso.
¿Es posible que toda la situación que atraviesa Rusia genere conflictividad interna y le abra al Gobierno focos de desestabilización para al presidente Putin?
Claro, ese es el objetivo de las sanciones, pero calcularon mal otra vez, porque la aprobación de Putin creció de manera muy patente, de 67% a 86%, ya que después de todos esos tipos de acciones poco amigables, para decirlo diplomáticamente, por parte de Estados Unidos y Europa, los rusos se sienten ofendidos y se consolidan. Entonces el resultado es totalmente opuesto y cualquier analista le va a confirmar esto.
Gracias por la entrevista, dirigida a las y los jóvenes principalmente, quienes quieren saber qué está pasando. Por otra parte, si bien es cierto que soy una pacifista y no me gusta la guerra, no podemos dejar de tomar posiciones, es inevitable.
Yo también comparto el pacifismo, pero hay situaciones cuando estás contra la pared y tienes que defenderte; así es precisamente la situación en la cual nos hemos encontrado.
En cuanto a la juventud, es muy importante porque el volumen de la información que recibimos ahora y la desinformación de la postverdad, el tratar de manipular a la gente, creo que tiene mayor incidencia en la juventud. Es clave pensar con la propia cabeza, es un consejo universal, para mí mismo, para todo el mundo; no es fácil formarse una visión propia, pero cuando indagas y estás viendo la historia completa, no los fragmentos que te ofrecen para que los comas como un McDonald’s, que no es la mejor comida del mundo, entonces hay que hacer un pequeño esfuerzo para comprender el por qué de lo que estamos viviendo.
_______________________________________________
Cris González Directora de Correo del Alba