Cuentan que un viajero llegó un día a Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba a donde estaba la estatua de Bolívar. Y cuentan que el viajero, solo con los árboles altos y olorosos de la plaza, lloraba frente a la estatua, que parecía que se movía, como un padre cuando se le acerca un hijo.
El viajero hizo bien, porque todos los americanos deben querer a Bolívar como a un padre.
José Martí, «Tres Héroes», La Edad Oro, 1889.
Inspirados por este relato de José Martí cerca de 100 jóvenes venezolanos y venezolanas realizarán este 27 de enero el mismo recorrido que llevó a cabo el Apóstol –como es llamado en Cuba– a su llegada a Venezuela, en 1881. Esta iniciativa, así como todas las actividades posteriores a la ruta, están siendo auspiciadas por el Movimiento de Amistad y Solidaridad Cuba-Venezuela, la Embajada de Cuba en Venezuela, la Gobernación del estado La Guaira, el Ministerio de Cultura de Venezuela, el Gobierno del Distrito Capital y la Cancillería.
El grupo de jóvenes partirá desde el Puerto de la Guaira, desde donde Martí arribó a bordo del Vapor Felicia procedente de Nueva York, seguirán a pie a través del actual camino de Los Libertadores, que anteriormente se llamaba camino de Los Españoles, para recorrer aproximadamente 20km de este empinado sendero que cruza la montaña Waraira Repano.
Son los mismos pasos que realizó José Martí entre el 20 y 21 de enero, lo podemos imaginar en la flor de su juventud subiendo por este camino empedrado que unía a La Guaira con la capital de Venezuela, y que para su tiempo disponía de numerosas posadas y sitios de descanso para los viajeros.
La Venezuela de Antonio Guzmán Blanco, que lo recibe, está marcada por una burguesía emergente, estrechamente ligada a los principales sectores económicos del país, que apoya la influencia sociocultural principalmente de Francia: el neoclasicismo prevalecerá en las construcciones que aún hoy en día podemos admirar, las cuales con total seguridad habrán visto los ojos de Martí.
Para 1881 el majestuoso Teatro Municipal estaba recién inaugurado, sus palcos y lampadarios en su mayor esplendor; pero también ya estaban presentes los maravillosos edificios del Capitolio, que recuerdan el refinado estilo francés y que hoy alberga al poder legislativo. Martí llegó a la puerta de Caracas casi al anochecer y, como relata, lo primero que hizo fue dirigirse a la Plaza Bolívar, rodeada de elegantes jardines y fuentes en sustitución de la árida Plaza Mayor, la estatua ecuestre del Libertador había logrado sobrevivir al naufragio del bergantín Thora, en Los Roques. Para la llegada de Martí la plaza tenía apenas siete años de inaugurada. Un espacio que Guzmán Blanco erigió como un altar donde antes estaba el Mercado del centro de Caracas, con el cual buscó hacer emerger en los visitantes el amor y admiración hacia la figura del Libertador, quizás el mismo el fervor bolivariano que sintió Martí no por una estatua, sino por el pensamiento y el ideario de Simón Bolívar.
Hasta la Plaza Bolívar de Caracas llegará el recorrido de nuestros jóvenes, en donde realizará un acto pasando posteriormente a una actividad cultural en la Plaza José Martí con la “Cantata al Apóstol Martí”, en la que participarán Ricardo Linarez, Leonel Ruiz, Lloviznando Cantos y Alí Alejandro Primera. El homenaje culminará con una Marcha de las Antorchas, emulando la marcha que realizan anualmente los jóvenes cubanos, la que saldrá desde la Plaza Martí hasta la Casa de Nuestra América de Caracas. Esta es una hermosa iniciativa llena de la unión no solo entre los pensamientos martianos y bolivarianos, sino también del amor entre dos pueblos Cuba y Venezuela, que son profundamente hermanos.

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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia