Este lunes 11 de octubre se produjo un gran incendio en un depósito de la refinería de Zahrani, en el sur del Líbano. Las llamas fueron controladas por los equipos de protección civil, pero aún se desconocen las causas. De acuerdo con declaraciones del ministro libanés de Energía, Walid Fayad, el incendio fue controlado unas dos horas y media después de su inicio. Alrededor de 15 vehículos de bomberos se desplegaron para sofocar el fuego y aislar el depósito afectado para evitar que las llamas se propagaran a las zonas circundantes. El Ejército, por su parte, pidió a la población local que evacuara la zona, mientras que el tráfico fue interrumpido en la carretera de Zahrani y desviado hacia la carretera de la costa.
El Fiscal General del Tribunal de Apelación del Sur del Líbano, Rahif Ramadan, ha abierto una investigación para conocer las causas del accidente. Las instalaciones petroleras de Zahrani, situadas a unos 50km de Beirut, forman parte de la infraestructura que alberga las reservas de combustible importado antes de su distribución. Además, hasta allí llegaron 16 mil toneladas de petróleo iraquí el pasado mes de septiembre, la primera de una serie de entregas acordadas entre Beirut y Bagdad el 23 de julio. Irak, en particular, dijo que estaba dispuesto a suministrar al Líbano entre 75 mil y 85 mil toneladas de combustible al mes durante un año.
Apagón en el Líbano
El siniestro se produjo justo después que las dos centrales eléctricas, Zahrani y Deir Ammar, se vieran obligadas a cerrar el sábado 9 de octubre debido a la escasez de combustible, lo que provocó un apagón que duró horas en todo el país. En un inicio se preveía que el Líbano permanecería a oscuras, hasta al menos el 11 de octubre, no obstante, el suministro eléctrico se restableció al día siguiente, el 10 de octubre, según el Ministerio de Energía libanés. Al anunciar el restablecimiento de la electricidad, el Ministerio se refirió a la aprobación por parte del Banco Central libanés de un crédito de 100 millones de dólares para importar combustible para la producción de electricidad. Además, el Ejército ha suministrado a las dos centrales unos 600 mil litros de combustible.
Desde hace meses el Líbano se enfrenta a frecuentes apagones, así como a restricciones diarias en el suministro de electricidad, lo que obliga a la población a depender de generadores privados de electricidad, un recurso también cada vez más escaso. En este contexto, el 22 de septiembre las autoridades libanesas decidieron aumentar el precio de la gasolina en un 16%, por segunda vez en una semana.
El Líbano está enfrentando una de sus peores crisis económicas, que podría situarse entre las 10 primeras registradas a nivel internacional desde mediados del siglo XIX. Además de una devaluación de la moneda de alrededor del 90%, mientras que la tasa de inflación ha alcanzado niveles récord. Según los últimos datos publicados por la Administración Central de Estadística del Líbano, el índice de precios al consumo aumentó un 137.8% en agosto, en comparación con el mismo periodo de 2020, mientras que en julio había subido un 123.4%. En un informe del 3 de septiembre la Comisión Económica y Social Asia Occidental (Cespao) señaló el aumento de la tasa de pobreza en el Líbano, que pasó del 25% en 2019 al 55% en 2020, hasta llegar a cerca del 74% en el año en curso.
