El jefe de las fuerzas armadas, el teniente coronel Mamady Doumbouya, apareció en la televisión pública en las últimas horas y anunció que había «disuelto el gobierno y anulado la Constitución». Además, estableció un toque de queda nacional hasta una nueva orden. Cerró las fronteras por una semana y sustituyó a todos los gobernadores regionales por militares. Doumbouya, antiguo oficial de la Legión Extranjera francesa, añadió que las tropas bajo su mando habían capturado al Presidente Alpha Condé debido a la «mala gestión» del país por parte del ahora ex primer mandatario. El golpe militar comenzó en la mañana de ayer, domingo 5 de septiembre, cuando se escucharon ráfagas de disparos en las calles del distrito de Kaloum, donde se encontraba el presidente. Posteriormente, los golpistas proclamaron su captura, mientras llegaban anuncios del gobierno de un intento de sublevación que había sido repelido con la detención de 25 rebeldes. Agencias de noticias señalan que en las últimas horas se han escuchado disparos en las calles de la capital de Guinea, Conakry, y muchos testigos informan de una gran presencia militar en el centro de la ciudad.
Alocución televisiva, reacciones internacionales
El teniente coronel Doumbouya en su alocución televisiva apareció sentado y envuelto en una bandera guineana junto a otros seis soldados de uniforme señalando “El deber de un soldado es salvar al país” añadiendo “La personalización de la vida política ha terminado. Ya no confiaremos la política a un solo hombre, la confiaremos al pueblo”. De acuerdo con sus declaraciones Doumbouya, afirmó que actuaba en el mejor interés de la nación, ya que, señaló el teniente coronel, no se había logrado ningún progreso económico significativo desde la independencia del país de Francia en 1958.
Las reacciones internacionales fueron casi inmediatas al anuncio del golpe de Estado. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, a través de la red social Twitter escribió “Estoy siguiendo personalmente la situación en Guinea muy de cerca”. Además, condenó enérgicamente cualquier toma de posesión del gobierno por la fuerza de las armas y pidió la liberación inmediata del Presidente Alpha Condé.
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) amenazó con imponer sanciones tras haber sido definida la situación en Guinea como un golpe de Estado. La Unión Africana dijo que se reuniría urgentemente y tomaría las medidas correspondientes. La noticia del golpe se produce una semana después de que el parlamento nacional votara un aumento del presupuesto para la presidencia y los parlamentarios, pero una disminución sustancial para los que trabajan en los servicios de seguridad, como la policía y el ejército.
El presidente Condé había ganado un tercer mandato presidencial en unas elecciones muy disputadas el pasado mes de octubre, tras aprobar una nueva constitución en marzo de 2020 que le permitía sortear el límite de dos mandatos presidenciales consecutivos. La decisión había desencadenado feroces protestas en la capital y sus alrededores, y decenas de personas murieron durante las manifestaciones. Sin embargo, Condé, de 83 años, fue restituido como presidente del país el 7 de noviembre del año pasado. Antiguo activista de la oposición se convirtió en el primer presidente de Guinea elegido democráticamente en 2010, siendo reelegido por segunda vez en 2015. Los críticos le acusan de un vuelco sustancial de su gobierno hacia el autoritarismo durante sus años de presidencia. Además, algunos analistas refieren que gran parte del descontento con Condé se debe a su falta de capacidad para unir a la población, en la que la mayoría de los habitantes son de etnia fulani, pero gobernados por la minoría étnica malinke.