Después de 20 años los talibanes vuelven al poder en Afganistán, este 15 de agosto tomaron el control del palacio presidencial de Kabul, posicionándose en la capital afgana y anunciando el renacimiento del Emirato Islámico. El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, abandonó el país en dirección a Tayikistán, señalando que había huido para evitar un “baño de sangre”, considerando que de haber permanecido en Afganistán “innumerables compatriotas habrían sido martirizados y la ciudad de Kabul habría sido destruida”. Mientras esto sucedía, Estados Unidos y otros países occidentales, pusieron en marcha desesperados planes de evacuación para el personal de las embajadas, sus familiares y los colaboradores afganos. A través de las redes sociales y medios de comunicación le ha dado la vuelta al mundo dos fotografías, una de la evacuación del año 1975 de la embajada norteamericana en Saigón, Vietnam; y otra actual de la representación diplomática estadounidense en Kabul, Afganistán embarcando desde el techo de los edificios en helicópteros militares. En esas imágenes se hace una comparación de que hoy, como en 1975, los Estados Unidos y las fuerzas aliadas han sufrido una derrota, la primera a nivel internacional de la administración Biden.
Justificaciones y Teoría del Caos
Washington, continúa tratando de hacer creer a la opinión pública que no ha sido una derrota, el secretario de estado Antony Blinken declaró «Esto no es Saigón. Entramos en Afganistán hace 20 años con una misión y esa misión era hacer frente a los que nos atacaron el 11 de septiembre. Esa misión fue exitosa». Un infructuoso intento de tratar de transformar una derrota en victoria con una narración mediática que posiblemente hubiese causado el efecto deseado diez años atrás cuando fue asesinado Osama Bin Laden, en Paquistán. Además, Blinken señaló «Llevamos 20 años en Afganistán, hemos gastado un billón de dólares, hemos perdido dos mil 300 vidas estadounidenses. Después de haber conseguido lo que nos propusimos, el presidente comprendió, con la determinación adecuada, que era el momento de que Estados Unidos pusiera fin a esta guerra, de salir del medio de una guerra civil en Afganistán». El drama real es que este es un país que cuenta muy poco para Washington, estratégicamente Afganistán no tiene un gran valor para los norteamericanos y por ello dejan el país a merced de los talibanes, cosas que ya había sido acordada por las grandes potencias, pero también dejando la solución del problema en las manos de los chinos, turcos, paquistaníes y posiblemente los rusos. Esta implementación de la teoría del caos, por parte del gobierno norteamericano, la hemos visto en situaciones anteriores, una de las principales estrategas ha sido Hillary Clinton, son memorables sus declaraciones “allí donde no podamos llegar a resolver el problema, hagamos que la papa caliente pase a manos de otro”. Además, este “no saber qué hacer en Afganistán” de los norteamericanos estaba presente desde hace bastante tiempo, la narración imperial de “sostener y difundir la democracia” era ya caduca tras veinte años de la insensatez de una guerra que no ha llevado a nada y que solo ha dejado una estela de víctimas y sufrimiento. La población afgana no ha vivido, ni conoce la paz, sufren y han sufrido enfrentamientos en las calles, bombardeos y ahora, posiblemente, el horror de las acciones de los talibanes que han sido consuetudinariamente más violentos y criminales con sus propios connacionales, sobre todo con las mujeres.
Embajadas abiertas, aliados, misiones cerradas, temor de ser enemigos
Turquía, Rusia, China, Pakistán mantienen sus embajadas abiertas en Afganistán. El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, es un aliado de los talibanes, al igual que Pekin, y Moscú. Turquía quiere tomar el control del aeropuerto de Kabul, siendo que Afganistán es un país estratégicamente importante por su conexión con el Asia Central y por la cantidad de recursos minerales que posee. Para China, es un punto de álgido en la ruta de la seda, pero Pekín ha dejado por sentado que los talibanes deberán respetar algunos acuerdos a los que se habían llegado con anterioridad mediante reuniones que desde hace meses se vienen realizando. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Hua Chunying, en una conferencia de prensa celebrada este lunes 16 de agosto, señaló que “China espera que los talibanes pongan en práctica sus promesas anteriores de establecer mediante la negociación un gobierno islámico abierto e inclusivo y actúen con responsabilidad para garantizar la seguridad de los ciudadanos afganos y de las misiones extranjeras en Afganistán”. Es decir, el gobierno talibán deberá cumplir con las exigencias de Pekín, luchar contra el terrorismo y el separatismo. En una reunión realizada en Tianjin el 28 de julio, el Consejero de Estado y Ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, y la delegación encabezada por el jefe de la Comisión Política de los talibanes afganos, el mulá Abdul Ghani Baradar acordaron que romperían “definitivamente con todas las organizaciones terroristas, incluido el ETIM (Movimiento Islámico del Turquestán Oriental),” para “crear las condiciones propicias para la seguridad, la estabilidad, el desarrollo y la cooperación en la región”. En Afganistán, no solo se encuentra El Partido Islámico del Turquestán ETIM, también es territorio del Estado Islámico ISIS, al respecto, Moscú se ha mostrado favorable a que sea el gobierno de los talibanes quienes combatan al terrorismo propiciado por la organización del estado islámico.
Consejo de seguridad de la ONU y terror en la población afgana
Este lunes 16 de agosto está prevista una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aunque los representantes de los 15 países miembros el 3 de agosto expresaron su rechazo al resurgimiento del Emirato Islámico. En la capital afgana la población ha reaccionado de manera desesperada, el éxodo es evidente, cientos de vehículos han generado largas filas y embotellamiento en la huida de los ciudadanos por salir del país. El aeropuerto internacional de Kabul está sumido en el caos, cientos de personas buscan abandonar el país. Un vídeo difundido en las redes sociales mostraba a decenas de individuos intentando subir a la pasarela de un avión que partía, lo que llevó a las fuerzas estadounidenses que operaban en el aeropuerto a realizar disparos al aire para impedir que los ciudadanos afganos subieran al avión militar. Fuentes locales informaron más tarde de que había al menos cinco víctimas hasta el momento, pero no está claro cómo perdieron la vida, si por los disparos o por la estampida. Así mismo un hombre perdió la vida al ser sofocado y pisoteado en las afueras de un banco en Kabul, mientras esperaba para tratar de retirar dinero. Los negocios de venta de alimentos están cerrados, los centros comerciales están retirando todos los anuncios publicitarios con rostros descubiertos de mujeres, el régimen talibán ha regresado.
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Yoselina Guevara Corresponsal venezolana de Correo del Alba en Italia