Cuba supera a Estados Unidos y también a las primeras ocho potencias deportivas del mundo, en cantidad de medallas obtenidas por habitante.
Cuando se analiza el medallero histórico olímpico, lo que primero llama la atención es la cantidad de medallas obtenidas por Estados Unidos, país que figura primero en la tabla. Sin embargo, la perspectiva cambia cuando uno advierte que Cuba se encuentra en el puesto 16 del medallero mundial, considerando que éste es un pequeño país, frente a las potencias que encabezan la lista, gigantes en población, territorio y PBI.
Al considerar la cantidad de medallas por habitante, la supremacía de los atletas cubanos resulta inobjetable.
A lo largo de su historia deportiva, Cuba ha ganado más medallas de oro, plata y bronce por habitante, que las principales potencias deportivas de la historia: Estados Unidos, Rusia (sumando las medallas obtenidas por la Unión Soviética), Inglaterra, China, Alemania (incluyendo las medallas de Alemania oriental), Francia, Italia y Japón, según datos del medallero histórico de los Juegos Olímpicos provisto por Wikipedia.
Hasta la fecha, Cuba ha obtenido un promedio de una medalla olímpica (oro, plata o bronce) cada 50 mil habitantes y una medalla de oro olímpica por cada 145 mil habitantes.
Mientras que Estados Unidos, que reluce como principal potencia deportiva del mundo, ha obtenido un promedio de una medalla olímpica (oro, plata o bronce) por cada 130 mil habitantes y una de oro por cada 325 mil habitantes.
De tal manera, el promedio histórico de Cuba más que duplica la efectividad en el desempeño de Estados Unidos.
Hasta el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, Cuba había obtenido 11 de sus 226 medallas y tan solo cinco sobre 78 medallas de oro.
Desde 1960 Estados Unidos mantiene un ilegal y cruel bloqueo a la isla, unánimemente condenado por la comunidad internacional, hecho que realza la calidad del sistema social y deportivo de Cuba que –aún en la injusta situación de bloqueo– ha logrado brindar inigualables oportunidades y condiciones para el crecimiento de cada niño y niña, de cada joven con talento y vocación deportiva.
Todo esto sin contar la política robo de talentos de los países ricos, mediante la cual promueven la emigración de deportistas, utilizando incentivos y procedimientos mafiosos, tal como denunciaba Fidel: “Cuba, cuyos resultados y esfuerzos en el deporte amateur nadie puede negar, sufre más que cualquier otro país, las mordidas de las pirañas».
Los juegos olímpicos de Tokyo se desarrollan en el contexto de la pandemia, agravada por el recrudecimiento del bloqueo y una cínica campaña internacional, que incluye financiamiento y promoción de hechos de violencia internos para asfixiar y desestabilizar a Cuba.
Cada desempeño olímpico cubano es un acto de arrojo, patriotismo y dignidad. Un triunfo más para la historia, una medalla en nuestros corazones.
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Mónica Saiz Docente, editora y analista política argentino-venezolana
Fuente: Portal Alba