El gobierno de Alberto Fernández, procedió, este lunes 12 de julio, a presentar una querella penal contra el exmandatario Mauricio Macri y 11 miembros de su extinto Gabinete por malversación de caudales públicos, contrabando agravado y abuso de poder, por lo cual enfrentarían penas de hasta 12 años de prisión, por haber enviado material bélico en apoyo a los golpistas que derrocaron a Evo Morales en 2019.
La denuncia del envío del material la realizaron las autoridades bolivianas, que permanecen en proceso de investigación de los hechos que incluyen las masacres de Sacaba y Senkata, donde se presume se utilizó el cargamento represivo: 18 gases lacrimógenos en spray MK, 40 mil cartuchos AT 12/70 y 50 granadas de gas CN. Asimismo, Fernández informó que existe la “certificación de salida de la Argentina de 70 mil cartuchos de balas de goma, el 12 de noviembre de 2019”, básicamente el mismo día que Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta.
Las respuestas y excusas no se hicieron esperar, Patricia Bullrich escribió una carta de cuatro páginas que tituló “Respuesta al Informe del Ministerio de Seguridad Dolor y Vergüenza”, en la cual argumenta las causas, admite las diligencias realizadas y el envío del botín bélico, anexando además otras características: “El mismo 11 de noviembre, la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) autorizó el traslado al Estado Plurinacional de Bolivia de 10 pistolas semiautomáticas; dos escopetas de repetición; cinco carabinas automáticas; dos ametralladoras; dos fusiles de repetición; 12 chalecos antibalas; 12 cascos balísticos; dos escudos balísticos; dos visores nocturnos y ocho mil 820 municiones de distintos calibres, de las cuales tres mil 600 eran calibre 12-70.
También se habilitó el traslado de 11 miembros de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA)”, se trató del grupo elite “Alacrán”. En esta carta intenta, la desafortunada exautoridad, responsabilizar a la actual gestión argentina de no recuperar el material enviado a Bolivia en noviembre de 2019.
Por su lado Macri, se pronunció a través de su cuenta de Facebook: “repudio la carta que escribió el presidente” refiriéndose a la misiva de disculpas que enviara Fernández a su homólogo Luis Arce. El expresidente argentino, tras conocer el hecho donde se le implica, encubrió el envío de material bélico como “Ayuda Humanitaria”, consecuente con la actual coartada que utilizan los injerencistas extranjeros a la hora de pretender justificar este tipo de ataques a la soberanía de un país. Las pruebas por el lado boliviano, reposaban en los archivos de sus Fuerzas Armadas, entre ellas, una nota de agradecimiento por el material recibido, una prueba más por la que se cuestiona al Ato Mando Militar que se prestó al juego golpista de la derecha boliviana.