La decisión de la Casa Blanca de ponerle fecha de caducidad a Guaidó fue dada a conocer por el embajador para Venezuela, James Story, que despacha desde Colombia al G-4 (coalición de cuatro partidos de oposición) en una reunión realizada en Bogotá, según publicación de PanAm Post.
El 1 de diciembre es la fecha límite que tiene Juan Guaidó para seguir siendo reconocido por el gobierno de Biden como supuesto presidente interino de Venezuela. Por considerar que el liderazgo del dirigente opositor no ha tenido la aceptación esperada y en los últimos meses ha entrado en descenso.
Guaidó se autojuramentó como presidente interino de Venezuela en una plaza de Caracas en febrero de 2019, sin haber participado en elecciones algunas y gracias al apoyo de Donald Trump y logró obtener reconocimiento de más de 50 países.
Diversos análisis sugieren que el viraje de Washington se enlaza con la decisión desesperada de la derecha por negociar con el presidente Nicolás Maduro, para convocar elecciones generales, poniendo a un lado su prometido “cese de la usurpación”. Se considera la última carta de Guidó ante el fracaso de su variedad de intentos de golpes y acciones paramilitares fallidas.
Oswaldo Muñoz, presidente del Grupo Editorial El Venezolano, señaló tener “información fidedigna y cierta de que hasta el 1 de diciembre le da plazo Estados Unidos al interinato. Es una decisión del Departamento de Estado y Story la hizo oficial en una reunión con el G-4 en Bogotá”.
La decisión de ponerle plazo final del apoyo y reconocimiento a Guaidó por parte de la administración Biden no solo se trata de asuntos políticos, sino que también implica perder el acceso a los fondos que le han sido sustraídos y/o apresados a Venezuela por el gobierno de Estados Unidos.
Precisó el medio de comunicación que el monto del último desembolso aprobado por Washington asciende a 152 millones de dólares, parte de un total de 342 millones en activos congelados en el país norteamericano. Según aseguran que hasta el momento, lo retirado por Guaidó hasta la fecha asciende a 245 millones de dólares, quedando disponibles 97 millones.
Según Muñoz, Guaidó decidió sentarse en la mesa de negociación con el Gobierno de Maduro porque está “con el agua al cuello” y necesita buscar oxígeno.