Este martes 27 de abril el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, manifestó mediante un mensaje emitido en su cuenta de Twitter que el informe de la organización Human Rights Watch (HRW) sobre presuntos abusos en la frontera con Colombia es un acto infame.
El Canciller aclaró que el mentado informe, en el que se acusa al Gobierno venezolano de cometer “abusos aberrantes” en el estado de Apure, frontera con Colombia, responde a la “imposibilidad de derrocar al Gobierno bolivariano”.
Arreaza afirmó también que “los agresores contra Venezuela”, refiriéndose a los grupos armados irregulares colombianos, coordinan sus acciones de manera mediática, situación que se evidencia en la cobertura de varios medios, como el diario estadounidense The New York Times, donde se puede notar que buscan aumentar la presión intervencionista en el país bolivariano.
Aseguró el Canciller que ha reiterado que esta campaña «coincide con la confesión de miembros de la oposición golpista que, desde Estados Unidos, han aceptado que se desarrolla una guerra híbrida contra Venezuela con el fin generar caos y violencia”.
Desde el pasado mes de marzo, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ha realizado continuos operativos contra los grupos armados “irregulares” colombianos que tratan de apoderarse del territorio apureño. Con relación a esa intervención armada, Venezuela acusa al Ejecutivo colombiano, que preside Iván Duque, de pretender exportar su guerra interna y de esta manera preparar el terreno al imperialismo norteamericano para atacar su territorio.
Desde el año 2020 las tensiones entre los dos países se intensificaron, luego de la Operación Gedeón, tramada por Washington y Bogotá, la cual fue organizada en territorio colombiano. Situación que denunció Venezuela al lograr desarticular la incursión mercenaria y capturar a un gran número de estos irregulares que tenían el objetivo de “asesinar” al presidente Nicolás Maduro.