El desarrollo de los vínculos con Irán es una de las prioridades de la política exterior de la Federación Rusa, de acuerdo a declaraciones emitidas por el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. En este sentido, la cooperación entre Moscú y Teherán, en diversos ámbitos, ha sido muy fructífera y han alcanzado un nivel sin precedentes. Las relaciones entre Rusia e Irán iniciaron el 12 de marzo de 2001, con un acuerdo entre que especifica los mecanismos de cooperación en diferentes áreas: energía nuclear, transporte, industria, tecnología,agricultura y la salud pública.
Relaciones estrechas hacia un mundo multipolar
Rusia e Irán han aumentado considerablemente sus vinculaciones en los ámbitos político, económico y militar en los últimos años, sobre todo a raíz de las tensiones entre la nación persa y Estados Unidos. En cuanto a la esfera política, de acuerdo al canciller Lavrov, ambos países se han comprometido a respetar la soberanía, la integridad territorial y la independencia de otros Estados, así como a no interferir en sus asuntos internos. Además, el ministro ruso recordó que, en virtud del acuerdo de 2001, reafirmaron su compromiso de construir relaciones sobre los principios de igualdad y confianza mutua.
Desde la perspectiva rusa, el diálogo con Irán se basa en la convergencia de los dos países en la mayoría de los temas de la agenda global y regional, en particular la necesidad de un orden mundial multipolar, el fortalecimiento del papel de las Naciones Unidas en los asuntos internacionales, los asentamientos sirio e iraquí y la situación en Afganistán. Moscú cree que la cooperación con Teherán es una condición importante para salvaguardar los intereses nacionales y promover la estabilidad en el Cáucaso, Asia Central y Medio Oriente.
Los reflejos de este acercamiento político también pueden verse en el ámbito económico, que ha visto un aumento del comercio bilateral entre ambas partes, así como la participación en importantes proyectos de infraestructura. Según los resultados de 2018, el volumen del comercio exterior de Rusia e Irán ascendió a mil 700 millones de dólares, mientras que en 2019 se ha producido un aumento del 17%, con una facturación de mil 300 millones de dólares.
Infraestructura y cooperación militar
Rusia planea construir un puerto en el mar Caspio, cerca de la ciudad de Lagan, para aumentar el comercio con Teherán y Nueva Delhi. La remodelación del puerto de Lagan combinará un terminal de contenedores con instalaciones para el almacenamiento y la carga de una serie de productos agrícolas, incluido un elevador de grano con una capacidad de almacenamiento de 300 mil toneladas. En total, el puerto tendrá una capacidad de transbordo de 12.5 millones de toneladas; actualmente todos los puertos rusos del Caspio tienen una capacidad de 7.5 millones de toneladas. Gran parte de la carga que se transporta por el Caspio no está en contenedores, por lo que su adopción se considera una forma de aumentar el comercio de Rusia con los países del Golfo y la India, a través de Irán. El puerto se construirá en la república budista rusa de Kalmykia, que lleva mucho tiempo presionando para que Rusia invierta en un puerto marítimo.
Asimismo, se está fortaleciendo una cooperación técnico-militar ruso-iraní; en 2007 se celebró un contrato para el suministro de sistemas de misiles antiaéreos S-300 a Teherán. Sin embargo, su aplicación se suspendió con la adopción de la Resolución 1929 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el 9 de junio de 2010, que prohibía la transferencia de armas avanzadas a Irán, incluidos los misiles y los sistemas de misiles. Con todo, el 13 de abril de 2015 se informó de que Moscú y Teherán renovaban el contrato, que entró en vigor el 9 de ese año.
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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia