La Fiscalía boliviana dictó orden de detención contra cinco exministros de la golpista Jeanine Áñez por estar implicados en la consecución del Golpe de Estado de 2019 que derrocó al entonces presidente Evo Morales Ayma. Las causa específica sería: “terrorismo, sedición y conspiración”.
Durante el gobierno de facto ocurrieron también las masacres de Sacaba y Senkata, con un saldo total de 22 personas asesinadas, endeudamientos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), malversación de fondos, corrupción en compra de insumos y equipos médicos para tratar el Covid-19, persecuciones políticas y presos políticos, entre los que destaca la exasistente de Morales, Patricia Hermosa, a la que le fue negada la atención médica, perdiendo el bebé en las condiciones paupérrimas de reclusión.
Este viernes, en un avance contra la impunidad judicial, los cinco ministros enfrentarán cargos, se trata del prófugo y responsable de las masacres Arturo Murillo, exministro de Gobierno; Álvaro Coimbra, de la cartera de Justicia; Yerko Núñez, exministro de Presidencia; Luis Fernando López de Defensa y Rodrigo Guzmán exministro de Energía, quien ya fue aprehendido en la ciudad de Trinidad en horas de la mañana.
Se espera que la misma suerte corra Jeanine Áñez, en tanto la tarea judicial se hará más cuesta arriba ya que uno de los principales responsables de la debacle política y ejecutor del golpe, Fernando Camacho, acaba de ser electo Gobernador en el Departamento de Santa Cruz.
El pasado 7 de marzo se dictó orden de aprehensión contra el general Sergio Orellana excomandante de la Fuerza Armada Boliviana, que se encuentra actualmente prófugo. Asimismo, tienen solicitudes el Williams Kaliman, una de las manos militares tras el golpe, y Flavio Arce, Jorge Gonzalo Terceros, Jorge Elmer Fernández, Jorge Pastro Mendieta y Palmiro Gonzalo Jarjuri, que eran parte en ese entonces de Ato Mando Militar que se plegó al golpismo.