Tras los sucesos de hace una semana en el Capitolio, que recayeron totalmente en Donald Trump, los cuales a parte de ser uno de los escándalos y desastres “democráticos” estadounidenses más grandes del siglo XXI y tuvieron como consecuencia la muerte de cinco personas (incluyendo la de un oficial de la Policía), el apoyo y odio hacia el mandatario saliente por parte de sus seguidores y detractores ha desatado un remolino de críticas, lucha y abandono que se extiende de forma increíble. A los ojos de la mayoría, Trump no es más que, en pocas palabras, un “ídolo nefasto”.
Pero el gran repudio terminó dando directo en el punto flaco del 45º presidente de Estados Unidos, conocido como el mandatario más amante del golf. De todos los deportes reyes allí, como el fútbol americano, básquetbol, béisbol, fútbol soccer, el único con el que Trump mantuvo una relación cordial, tanto con jugadores como con su organización deportiva, fue con el golf. Por eso, dentro de la ‘Trump organization’ se visualiza una gran cadena de hoteles y múltiples campos de golf en diversos países, los que han servido de sede de encuentros relevantes en palmares de primer nivel.
El PGA Tour tenía planeado realizar la edición 2022 de mayo en el Trump National Golf Club de Bedminster, Nueva Jersey, sin embargo, este lunes anunciaron la eliminación del campo Bedminster de sus derechos de hospedaje como anfitrión del gran torneo, en un intento de equilibrar la balanza a su favor al desestimar la participación de Trump, para así mantener la identidad pública mundial de la organización, consecuentemente generando una enemistad con los partidarios republicanos que denuncian una “cultura de cancelación” hacia el empresario yanqui.
La noticia se empezó a mover cuando un informante de la PGA dio la noticia de que el ente rector del golf planeaba trasladar el campeonato a una nueva locación, poco después de la salida de Trump el 20 de enero.
«Las probabilidades de que 22 Campeonato de la PGA ocurrirá en la fecha prevista en Nueva Jersey son tan buenas como las posibilidades de que usted o yo ganarlo», escribió Eamon Lynch de la revista Golfweek.
“Seth Waugh, el director ejecutivo de la PGA of America, era banquero y tiene un ojo alerta para la exposición de alto riesgo. Sabe que es probable que el trumpismo sea una fuerza igualmente incendiaria en las elecciones de mitad de período del 22 y que cualquier afiliación es venenosa. Waugh se verá obligado a mover el evento y enfrentarse a una pequeña pero ruidosa facción de sus miembros que siguen siendo verdaderos creyentes. Trasladar a su principal de Trump National se ha debatido internamente en la PGA durante más de dos años, pero los ejecutivos se han mostrado reacios a hacerlo. antagonizar a un hombre famoso y vengativo que controla el Servicio de Impuestos Internos. Tales preocupaciones se desvanecen en 10 días, si no antes», agregó Lynch.
En su mandato, Trump ha hecho entrega a diversas personalidades deportivas de la Medalla Presidencial de la Libertad, incluyendo a estrellas del golf como Annika Sorenstam, Babe Didrikson Zaharias, Gary Player, Tiger Woods, entre otras. Algunos de estos han sido mal vistos por fanáticos al reconocer este “honor” que poca talla da a su persona, mientras que otras personalidades no tienen problema en desecharlas, ya sea por su imagen o creencias.
«Los sucesos del 6 de enero que dejaron cinco muertos deberían convertirlo en un paria en todas partes. Incluso en el golf. Podría decirse que aún más mancillada está la reputación de Gary Player y Annika Sorenstam, quienes asistieron a la Casa Blanca para recibir la Medalla Presidencial de la Libertad de manos del hombre que apenas un día antes había incitado a la mafia que mató a un oficial de policía», escribió Lynch.
La PGA reconoció que de haber sobrellevado su relación con Trump ante tanto escándalo habría sido “perjudicial” para la marca. “Queda claro que desarrollar el campeonato en Bedminster sería perjudicial para la PGA y pondría en riesgo la capacidad de la PGA para ejecutar nuestros numerosos programas y mantener la longevidad de nuestra recalcó… Nuestra junta ha acordado ejercer el derecho a rescindir el contrato”, recalcó Jim Richerson, presidente de la organización estadounidense.
Esta es la segunda cancelación de la PGA contra el mandatario, tras el desconcierto de la organización del Campeonato Mundial de Golf en 2016, donde se descartó como centro anfitrión el resort de Trump en Florida, tras las fuertes declaraciones que dio como candidato presidencial contra los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos.
