Los encargados de la edición de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que se llevará a cabo entre el 23 de julio y 8 de agosto de este año, anunciaron el viernes pasado, tras la alerta del estado de emergencia japonés para el control periódico de la pandemia del coronavirus, en un mensaje dirigido a los deportistas y miembros del comité organizador, que el nuevo rebrote no afectará el plan para la realización de la cita deportiva, confirmando la decisión de no volver a posponerla por temas sanitarios.
Las preocupaciones y el recelo de la opinión pública contra estos Juegos son cada vez más fuertes en el país nipón, donde encuestas como la de la agencia de noticias japonesa Kyodo y el Tokyo Broadcasting System muestran que un 80% de la población está en contra de la celebración del evento, prefiriendo su postergación o cancelación.
Japón, a pesar de ser uno de los países que mostró mayor control de la pandemia, teniendo un estimado número de tres mil 900 fallecidos desde enero de 2020 hasta hoy, muestra dos nuevos récords marcando siete mil 500 nuevos casos registrados, un tercio de ellos en Tokio. Por lo que el primer ministro, Yoshihide Suga, anunció el estado de emergencia nacional para todo el mes de enero, mismo que se centra en el área metropolitana de Tokio, con el compromiso de accionar unos juegos “seguros”. Y con la esperanza de revertir la opinión pública con el inicio de la campaña de vacunaciones prevista para finales de febrero.
“Esta declaración de emergencia brinda una oportunidad de controlar la situación del Covid-19 y conseguir que Tokio 2020 planifique unos juegos seguros para este verano, en consecuencia procederemos a los preparativos necesarios”, afirmaron los organizadores de los Juegos en una declaración.
Las restricciones anunciadas por Suga dictan que los bares y restaurantes deberán dejar de servir alcohol a partir de la 19:00 hrs. y cerrar a las 20:00 hrs., al tiempo que se recomiendan evitar las salidas de casa y se sugiere a las empresas a privilegiar el teletrabajo, aunque los colegios seguirán abiertos. Sin embargo, muchos expertos médicos han señalado el poco efecto que tendrán estas medidas.
Finalmente, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, aseguró que el ente “haría grandes esfuerzos para asegurar que el máximo de participantes y espectadores sean vacunados antes de los juegos”.