Por Correo del Alba
Este martes 29 de diciembre inicia en Argentina la campaña de vacunación masiva contra el Covid-19 con la vacuna Sputnik V, siendo el primer país latinoamericano en iniciar la protección masiva de sus connacionales con la vacuna rusa. La decisión fue tomada el sábado pasado en una reunión online celebrada por el presidente Alberto Fernández y los gobernadores de las 24 regiones de la nación sudamericano. El objetivo de la Casa Rosada es concluir la vacunación de la población con mayor riesgo antes de la llegada del otoño, tomando en cuenta que en este momento se encuentran en el verano austral.
En declaraciones a la prensa el primer mandatario argentino señaló: “La idea es que cuando llegue el frío ya habremos vacunado a la mayoría de las personas en riesgo (…). Mientras tanto, tendremos que cuidarnos y hacer comprender a nuestros compatriotas que el riesgo sigue latente y que hay que evitar reuniones como las de los últimos días”.
Anteriormente, Fernández dijo a los gobernadores que la distribución de las primeras 300 mil dosis de la vacuna debían completarse para el lunes 28 de diciembre en todo el territorio, de modo que la administración de las vacunas pudiera comenzar inmediatamente a partir del día siguiente, la mañana del 29 de diciembre.
Vacuna Sputnik V aprobada
La campaña de vacunación con la Sputnik V comienza después de la aprobación emitida el miércoles 23 de diciembre por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica de Argentina (Anmat). Con este paso estos se convirtieron en el primer país latinoamericano en registrar oficialmente la vacuna rusa, mismo que se efectuó sin llevar a cabo los ensayos clínicos adicionales entre la población local, tomando en cuenta solo los resultados de los ensayos clínicos de la Fase III llevados a cabo en Rusia. Lo que evidencia la amplia confianza que desde Anmat tienen en los estándares regulatorios y científicos del país euroasiático.
Hace unas semanas las autoridades argentinas habían anunciado la firma del contrato con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) para vacunar a más de 10 millones de personas entre enero y febrero. Esta es la tercera vacuna que adquiere el país; el primero contrato de compra fue firmado con AstraZeneca para la vacuna de Oxford, y el segundo con Covax, bajo un programa de las Naciones Unidas.
Con la firma del contrato, Argentina asegura las dosis para poder vacunar a unos 10 millones de personas entre enero y febrero. El Presidente estima el suministro de unas 600 mil dosis, para vacunar a 300 mil personas a finales de diciembre. El plan de vacunación con Sputnik V continuará en enero con la inmunización de cinco millones de personas y para finales de febrero se alcanzará el objetivo de vacunar a las 10 millones previstas. El contrato también contempla con un suministro para vacunar a otras cinco millones de personas en marzo. El desafío para la Argentina será ahora organizar el transporte de este gran suministro de vacunas desde el otro lado del mundo.
Alberto Fernández agradeció públicamente a la Federación Rusa por la diligente y rápida forma en que se llevó a cabo la negociación del acuerdo. Recalcó además que en el mundo son menos de 10 países los que iniciarán la vacunación contra el Covid-19, en un contexto en las potencias centrales acapararon las dosis para ellos. El jefe de Estado argentino señaló: “Este es un acuerdo extremadamente importante para Argentina, porque nos permite acceder a la vacuna al mismo tiempo que los países del mundo central. Quiero agradecer especialmente al presidente Putin porque él personalmente se encargó de ayudarnos a hacer que esto ocurra”.
Por otra parte, en declaraciones a medios argentinos, solicitó a la población a ser “cautos” y no “dejarse llevar por una guerra por momentos geopolítica y por momentos comercial” en torno al origen de la vacuna. Concluyendo que “muchas personas critican la calidad de la vacuna rusa. No tengo ninguna duda de que es de la más alta calidad. Seré el primero en vacunarme”.
En la primera etapa de la campaña de vacunación se dará prioridad a trabajadores de la salud, agentes del orden, maestros, personas mayores de 60 años y personas frágiles del grupo de edad de 18 a 60 años.