Por Correo del Alba
A la fecha, más de 400 mil muertos es el recuento reportado por Reuters para Latinoamérica, lo que representa un tercio de todos los decesos por este virus en el mundo, en tanto el total mundial supera el millón 200 mil muertes.
Los contagios ascienden en la región este lunes a 11.3 millones; mientras los muertos se contabilizan en 402 mil 351.
Brasil, México, Perú, Colombia y Argentina, en ese orden, encabezan la lista de países con más decesos por en la región.
La doctora chilena experta en Salud Pública, Paulina López, señala que el daño provocado por una epidemia depende de las características demográficas de la población: densidad poblacional; proporción de población mayor de 65 años; urbanismo o ruralidad; estilo de vida y factores de riesgo. En relación a las características socioeconómicas influyen: los niveles de pobreza; el hacinamiento en el hogar; los lugares de trabajo; los medios de transportes. Al observar este conjunto de variables, es posible ubicar en qué grupos de la población y lugares se sitúan los más altos riesgos.
La pandemia por Covid-19 tiene un breve recorrido a escala global, pero su impacto ha sido muy alto y ha sembrado pánico como ninguna otra, según comunicó López: “el pánico viaja más rápido que el virus”, aludiendo a los medios de comunicación de masas.
En salud la pública el pánico no es anodino, ha conducido a medidas erróneas por parte de algunos gobiernos y a conductas incoherentes de la ciudadanía, sin relación con la protección ni con la prevención propiamente tal. Mantenido en el tiempo, afecta la salud mental de la población especialmente la más vulnerable.
López nos dice que se trata de tomar previsiones, como se han ido señalando, pero llama la atención uno que dejamos de lado: el silencio, sí, porque el virus se expande a través de partículas de la saliva: “deberíamos implementar no hablar en lugares públicos y cerrados, ir a las compras solo, un o una integrante por familia. Por ejemplo, en ferias y mercados se vociferan los productos, muchas veces sin protección, hablar se convierte en un factor de riesgo, aunque no se le ha tomado en cuenta o no se ha puesto el énfasis en ello. Solo como una variable que podemos controlar para frenar la expansión».
Además recomienda el que las autoridades tomen las decisiones correctas de prevención y atención de la población generando seguridad, no pánico ni agobio, para seguir moderando los contagios mientras no exista una vacuna a nivel global que permita afirmar que está todo bajo control.
Por su parte, en Europa, en poco más de un mes los casos se han duplicado, lo que lleva a tomar medidas al superar la cifra de los 10 millones de infectados. Al principio de la pandemia, en el lapso de nueve meses, se registraron cinco millones de infectados, pero postconfinamiento esta cifra se duplicó en casi 40 días.
En nuestra continente, solo Estados Unidos la semana pasada registró nueve millones de caso y la velocidad de la expansión se acelera ad portas de las elecciones de este 3 de noviembre.








