Por Correo del Alba
El jueves 24 de septiembre se llevó a cabo de manera virtual la XX Reunión de Cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), organizada por la Presidencia Pro Tempore a cargo de México, enmarcada en el 75° Período de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). En el encuentro las altas autoridades en política exterior de los 33 países integrantes del organismo acordaron por consenso renovar la Presidencia Pro Témpore de México para el 2021. Se trataron diferentes temas como la presentación de propuestas en el marco de una estrategia regional para continuar la coordinación ante la pandemia generada por el Covid-19; la creación de fondos dedicados a la conservación de la vida en el marco del logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; la eliminación de medidas coercitivas unilaterales; el fortalecimiento del rol geopolítico de la Celac a nivel mundial, entre otros.
El canciller de México, Marcelo Ebrard, agradeció a los Estados miembros la voluntad de celebrar la reunión de manera virtual a pesar de la restricciones debidas a la pandemia así como también la participación en los distintos eventos en el marco de la Presidencia mexicana.
Por su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, exhortó al bloque internacional a una acción mucho más activa dado el álgido momento que se vive, señalando que “son incalculables para nuestros pueblos los costos de la desintegración, de las acciones individuales y no colectivas, y somos nosotros responsables de esos costos. Es tiempo de que actuemos en conjunto y que la Celac asuma el rol que está llamada a cumplir en este mundo multipolar”.
En la cita virtual también participaron Julio Berdegué, Subdirector General y Representante Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal); y Rebeca Grynspan, Secretaria General Iberoamericana.
En nombre de la FAO, Berdegué destacó la imperiosa necesidad de “trabajar más unidos para evitar que la crisis sanitaria se convierta en crisis alimentaria”, a fin de impedir que la pandemia afecte los avances que la Región ha tenido en cuanto a la erradicación del hambre. Por su parte las representantes de Cepal y de la Secretaría General Iberoamericana resaltaron la necesidad de fortalecer los vínculos de integración a través de la cooperación internacional, la solidaridad y el multilateralismo.
Celac, un novedoso mecanismo de integración
La Celac es uno de los mecanismos de integración regional a través del cual Latinoamérica y el Caribe ha continuado en su intento por tomar una posición relevante en un escenario mundial, marcado por la crisis económica y fuertes conflictos, además de buscar la posibilidad de construir nuevas alternativas de desarrollo, así como también la consolidación de un polo geopolítico capaz de producir un nuevo equilibrio de poder.
La Celac se presenta como un instrumento de diálogo y defensa de las identidades, aspiraciones y culturas regionales, de acuerdo con los principios fundamentales de los 33 países que la conforman, y que bajo ningún concepto pretende sustituir los mecanismos internacionales ya existentes.
La Celac y su carácter abiertamente antiimperialista, que ha declarado al continente como «zona de paz», cobra una gran importancia histórica si se toma en cuenta que, anteriormente, más allá del Mercado Común del Sur (Mercosur), la única organización multilateral existente en el continente era la tristemente célebre Organización de Estados Americanos (OEA), un dócil instrumento al servicio de los intereses del imperialismo norteamericano.
También es útil señalar que la Celac no se opone, sino que contempla e incorpora otras experiencias previas de integración regional, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el Mercosur y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur); esta última en un periodo de congelamiento impulsado y maniobrado desde Washington y sus países satélites. De esta manera, la Celac surge como una de las fuerzas motrices de los nuevos equilibrios de poder mundiales, en aras de un posicionamiento protagónico en la escena internacional, frente a los objetivos hegemónicos del imperialismo, intentando contribuir al nacimiento de un nuevo orden político y económico global.