Por Luis Vega
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, alejándose del Derecho Internacional decidió cerrar cinco embajadas de su país en el exterior, acto seguido por la presidenta autoproclamada de Bolivia, Jeanine Áñez, que cerró la Embajada de Venezuela en su país, entre otras, y expulsó personal médico cubano, declarando persona non grata a la Embajadora de México; por su parte, Estados Unidos anunció que eliminará sus aportes a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Brasil ya amenaza con hacer lo mismo. En una muestra del nuevo escenario geopolítico global, en medio de una pandemia que afecta millones de seres humanos y a las principales economías mundiales.
Imaginar el planeta en que viviremos propone vislumbrar un horizonte de caos permanente en el que ya estamos inmerso, por lo que las economías más fuertes tratarán de mantener los privilegios que tuvieron por siglos, quedando claro que el capitalismo no caerá y por ahora solo tendrá un nuevo ordenamiento brutal y despiadado, como en toda su existencia. Las economías mundiales girarán en torno a China, Estados Unidos, Rusia, la india, entre otras. Los organismos multilaterales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la OMS, la Organización de Estados Americanos (OEA), solo serán resabios de lo que fue o pretendió ser el Derecho Internacional, pues el multilateralismo será el camino que tendrán los pueblos.
Ejemplos como los de Venezuela e Irán, que estrechan lazos rompiendo el bloqueo económico y marítimo impuesto por Washington y las potencias aliadas extranjeras, haciendo llegar cinco barcos con gasolina y suministros a la nación caribeña en la narices mismas de sus flotas marítimas imperiales; o el de Cuba, con sus brigadas médicas prestas a la ayuda humanitaria para combatir el Covid-19 en decena de países, en un fiel reflejo del humanismo forjado por Fidel y su pueblo, serán el único medio para acabar con los cercos económicos y políticos impuestos por el imperialismo.
Volverá a emerger el Tercer Mundo, aun cuando en los Estados militarizados donde gobiernan los grupos económicos, las Fuerzas Armadas, jueces corruptos, el encapsulamiento social sea la herramienta perfecta para enfrentar rebeliones y el distanciamiento social se presente como la vacuna de esos Estados para combatir lo colectivo, lo humano, lo social. Aumentarán los presupuestos de Defensa, el mercado de armas estará centrado en las policías, elementos disuasivos, de inteligencia, drones, cámaras y equipos de última generación para vigilar a los ciudadanos, razón por la cual como pueblos tocará adaptarnos a los nuevos escenarios, a un mundo nuevo o no tan nuevo.
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Luis Vega Comunicador social