Por Yoselina Guevara López
El sistema-mundo se debe encontrar en serias dificultades cuando un Yorick, el bufón del Hamlet de Shakespeare, llega a ser Rey. Un payaso, muy inteligente y de objetivos precisos, que conoce plenamente los alcances de sus bufonadas, ya como un emperador enfurecido pretende emprender conflictos bélicos con el solo objetivo de extender los confines de su poder. Donald Trump se definió a sí mismo como «el presidente en tiempo de guerra», en medio de la crisis sanitaria global por el Covid-19; utiliza la pandemia para acrecentar la «máxima presión» sobre los «gobiernos rivales», imponiéndoles sanciones, restricciones y participando solapadamente en la creación de conflictos internos.
Trump contra Venezuela
La administración Trump, al inicio de la pandemia, acusó al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y a otros 14 altos personeros de su gobierno (o exfuncionarios) de narcoterrorismo, corrupción, tráfico de drogas y armas. Llegando a ofrecer una recompensa de 15 millones de dólares por información útil para la captura o condena del sucesor de Chávez, cuya residencia es conocida por todos: el Palacio de Miraflores, sede del gobierno del Presidente de la República, en Caracas. Las sanciones han sido y seguirán siendo exacerbadas, en particular las relativas al sector del petróleo venezolano, que también sufre el colapso de los precios internacionales del crudo. Además que las mismas afectan directamente a la población civil, restringiendo la compra de alimentos, medicinas, aunado a la imposibilidad de adquirir los componentes para la refinación de la gasolina, lo cual ha generado, en lo que parece una ironía, escasez de combustible en la nación caribeña.
Recientemente, 15 personas, incluyendo dos ciudadanos estadounidenses, fueron arrestadas por un intento fallido de «invadir» Venezuela por mar. De acuerdo con declaraciones emitidas por Maduro, los dos norteamericanos son «miembros del equipo de seguridad» del presidente Trump. El grupo de mercenarios había planeado un desembarco naval desde Colombia; con el resultado de ocho terroristas fallecidos en el enfrentamiento. En un nueva acción contra el Gobierno bolivariano, por parte de la oposición, con la venia de la Casa Blanca y sus aliados.
Secretario de la ONU pide el diálogo político
La última tensión ha llevado a Stéphane Dujarric, portavoz oficial del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, a advertir de una eventual escalada de la situación en Venezuela. «Hemos visto las noticias, sobre las cuales no tenemos información independiente. Estamos en contra de una escalada de la situación en Venezuela. La forma de resolver el problema es el diálogo político y el pleno respeto de los derechos humanos», declaró el funcionario en una videoconferencia .
Pero a la invasión frustrada se le debe sumar el inmediato ataque al Sistema Eléctrico de Venezuela, producido el 5 de mayo, con un apagón generalizado que afectó a 15 estados, de acuerdo con reportes emitidos por los medios de comunicación del país. En virtud de esto, la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, denunció el boicot contra el sector energético, agregando que continúan en la lucha contra el Covid-19 y que aunado a ello “el pueblo venezolano, además, tiene que resistir la ruin agresión por parte del gobierno del señor Donald Trump y del señor Iván Duque contra nuestro pueblo”. Destacó además el desmantelamiento de la agresión marítima gracias a la labor de la unión civico-militar.
Trump contra el mundo
La administración Trump reacciona frente al coronavirus de una manera conflictiva, bélica e injerencista:
-Exacerba las sanciones y el bloqueo en contra de Cuba y Venezuela.
-Bloquea los fondos para la Organización Mundial de la Salud (OMS), bajo infundadas acusaciones.
-Maximiza sus acusaciones en contra de Pekín y su manejo del Covid-19.
-Apoya al Estado de Israel en su política asesina y destructiva para con la nación palestina.
-Se enfrenta a Irán, ordenando a la Marina norteamericana el derribo y destrucción de cualquier embarcación persa que acose a sus buques de guerra en el Golfo Pérsico.
Este accionar del gobierno estadounidense va en consonancia con las características violentas de su propia sociedad. Pero no es una reacción por la defensa única de su economía nacional, sino una clara señal de su decisión por mantenerse en la palestra internacional, sabiendo que un hegemón vive sobre todo de preservar su estatus como reflejo de su supremacia y poder.
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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia
VIDEO Declaraciones de Stéphane Dujarric en Telesur.
