A finales del mes de marzo, el ministro de Cultura de Venezuela, Ernesto Villegas, hizo pública la postulación del «Ciclo Festivo de la Devoción y Culto a San Juan Bautista» ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (Unesco), la que de ser aprobada resultaría ser la octava manifestación cultural de la nación sudamericana en ser declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (junto con Los Diablos Danzantes de Yare, La Parranda de San Pedro, El Carnaval del Callao, entre otras).
El 24 de junio, San Juan limpia los pecados de los fieles que acuden hasta él; por eso su nacimiento se celebra con una gran festividad en los Estados Aragua, Miranda, Vargas y parte de Carabobo. Se trata de un encuentro pagano religioso, con presencia de tambores y bailes, que se extiende desde el amanecer al anochecer. Existen actividades fijas para este día, como la bajada del Santo, en que se le traslada a la Iglesia, para proceder a realizar una misa solemne. Seguidamente, el Santo recorre las calles del pueblo, repletas de devotos que le brindan sus agradecimientos. En ocasiones la procesión se detiene para dedicar oraciones al homenajeado y hacer sonar tambores, mientras mujeres y hombres bailan al vivaz ritmo de los mismos. En el baile, el hombre rodea a la mujer e intenta persuadirla, pero esta se le escurre. Todos llevan pañuelos de colores que agitan en el camino de vuelta a la casa, lugar de origen desde donde salió San Juan. El canto expresa la devoción y se acompaña de tambores, maracas, charrascas, entre otros instrumentos.
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Samantha González Artista