La República Bolivariana de Venezuela anunció hace trece meses su salida de la Organización de Estados Americanos (OEA), tramite que se hace efectivo tras cumplirse un plazo formal de 24 meses, según el estatuto del organismo multilateral. Sin embargo, una convocatoria que roza la incoherencia, plantea su expulsión.
El gobierno de los Estados Unidos convocó al Consejo Permanente de la OEA con el objetivo de invocar la Carta Democrática de la institución para expulsar a Venezuela, argumentando crímenes de lesa humanidad, crisis humanitaria y fraude electoral, todas instancias rechazadas por el Gobierno de Nicolás Maduro.
Más allá de ser un acto simbólico que apunta a desprestigiar a Venezuela en foros internacionales para aislarla del mundo, ya que de otro modo no tendría sentido expulsar a un país que espera, por propia voluntad, salirse de ese organismo, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, rechazó este martes la resolución promovida por el gobierno de los EEUU.
En ese sentido, vale destacar que durante una asamblea Consejo Permanente, Arreaza rechazó categóricamente el documento, que sólo logro 19 votos de los 24 necesarios para lograr la suspensión de Venezuela, y recordó que su país renunció al organismo hace trece meses.
«Esta aprobación, en teoría, le da carta blanca a los Estados Unidos para seguir agrediendo a Venezuela».
«Nosotros vamos con nuestro pueblo a enfrentar nuestras dificultades y entre los venezolanos vamos a resolver nuestro problemas sin que su injerencismo, intervencionismo haga mella en nuestro país. Venezuela es libre y soberana que ¡Viva la Patria Grande!», dijo al culminar su participación.
Denunció que la resolución viola los principios de no intervención de la Carta Interamericana de la OEA y pone en riesgo la seguridad del país. «Esta aprobación, en teoría, le da carta blanca a los Estados Unidos para seguir agrediendo a Venezuela», advirtió y recordó cómo el presidente Trump reconoció públicamente querer tomar acciones militares en su contra.
«Estados Unidos ha dicho que están en la mesas todas las opciones» y «todas las opciones incluyen también la opción militar así lo ha dicho el presidente Trump. Quienes han aprobado esta resolución están también aprobando la posibilidad de una intervención militar en Venezuela», alertó.
«Señores, su resolución es simplemente la suma de sus medidas coercitivas, unilaterales y, en consecuencia, ilegales».
Por ello, hizo un llamado a la conciencia por la unidad latinoamericana y condenó las presiones que el vicepresidente de EEUU, Mike Pince, ejerce contra gobiernos en el seno de la OEA para atacar a Venezuela. «Señores, su resolución es simplemente la suma de sus medidas coercitivas, unilaterales y, en consecuencia, ilegales, que en lo absoluto son acciones colectivas», expresó.
Asimismo, celebró el respaldo que le ofrecieron otros Estados miembros de la OEA su país y destacó que los venezolanos solo se rigen por la Constitución de la República. «Es la única ley que le importa al pueblo venezolano a parte del Derecho Internacional Público que respetamos plenamente» apuntó.
En su discurso Arreaza indicó que las sanciones unilaterales de EEUU con sus aliados, como Canadá y la Unión Europea (UE), propician un cerco financiero contra Venezuela y golpean la vida cotidiana de los venezolanos. «Lo único que necesitamos es que cesen las sanciones, las agresiones políticas y que desbloqueen los fondos de Venezuela, no esto que están haciendo: más sanciones», reclamó.
«Venezuela se retira de esta organización porque, precisamente, en lo absoluto ayuda a los pueblos de nuestra América».
Desde hace dos años, debido a estas sanciones, al país sudamericano se le ha dificultado el acceso a insumos y medicamentos para la población venezolana, tal y como ocurrió en 2017, cuando el Citibank se negó recibir recursos venezolanos para la importación de 312 mil dosis de insulinas, destinadas a cubrir la demanda de 450 mil pacientes.
Este bloqueo, según consignó el canciller, también impidió que se hiciera efectiva las transacciones que hizo la nación con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para la compra de insumos en materia de salud.
Algo similar hizo el Gobierno de Colombia contra Venezuela. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, prohibió a un laboratorio la venta al Estado venezolano de medicamentos contra la malaria, insumos que ahora son adquiridos a través de convenios con India.
«Venezuela se retira de esta organización porque, precisamente, en lo absoluto ayuda a los pueblos de nuestra América y, más bien, como se ha mostrado el día de hoy, lo que hace es generar condiciones para el intervencionismo, la injerencia y violar el Derecho Internacional Público», concluyó Arreaza.
