Por Carolina Quisbert Fernández
La profesora de canto, conductora de TV, cantante y compositora de temas como Más que eso, Un puente y El regreso, dialogó con La Correo acerca de su intimidad y proyectos musicales.
Mayra Gonzales, mujer de espíritu inquieto, se hizo un espacio en su apretada agenda para contarnos detalles desconocidos de su carrera profesional, de su vida y sus planes futuros, caminos que la llevaron a radicarse en la ciudad de Santa Cruz.
A pesar de su juventud, el 8 de octubre cumplirá 31 años, la artista lleva más de dos décadas abocada a la música. “A mis ocho años comencé a ir al conservatorio pero, sinceramente, odiaba asistir porque era pesado. A los catorce hice un receso porque con el colegio se me hizo insostenible, aunque reconozco que ese periodo ha sido el puntal de mi formación”, señala.
Como describe, este camino no le ha sido fácil ya que siendo adolescente a veces se sintió presionada para asistir al conservatorio. “Mi mamá nos ha obligado a todos, a mis hermanos y a mí, a cursar una educación académica en música”, remarca, aunque no con pesar pues, a la luz del tiempo, entiende que fue el puntapié inicial de su profesión.
“Volví hace tres años a mis estudios de música en piano, así todo lo que he aprendido desde chica se ha visto reflejado en mi retorno a mis estudios académicos”, añade al respecto la artista.
Claro que en la vida de Mayra no todo es sacrificio, como toda mujer de su edad de vez en cuando se hace una escapada a algún boliche: “Me encanta bailar, esa es una de mis actividades preferidas. Me considero alguien que disfruta mucho de la música dentro de los espacios nocturnos, me fascina”.
Influencias familiares
“Mi madre canta bonito y toca muy bien la guitarra desde pequeña”, asegura la cantante, que ve en ese hecho la eventual raíz de su temprana inclinación por el canto.
“Mis comienzos fueron algo complicados –confiesa–, aunque en mi adolescencia descubrí poco a poco que podía cantar y expresarme a través de la canción”. Pero, más allá de su esfuerzo personal, la artista recalca en todo momento la importancia y apoyo familiar.
Y es que, siendo la mayor de tres hermanos, nos trasmite uno de sus grandes sueños: “cantar con ellos”. ¿Será que se vienen planes en un futuro cercano? Si bien Gonzales no aportó más detalles al respecto, puso las cartas sobre la mesa y dejó en claro la importancia de su entorno más estrecho.
La música como fundamento de vida
Después de una década sobre escenarios de todo el país se lanzó como solista. Su apuesta la llevó a nuevas esferas y sus composiciones comenzaron a ser requeridas por miles de fans. Luego, en 2014, para poder profundizar dentro de la arena musical, decidió viajar a Chile, lugar donde realizó cursos de pedagogía de canto.
“Creo que la música es el fundamento de la vida. La verdad es que incursionar en el arte nos despierta como humanos, sobre todo nuestra conciencia, esto nos hace muchísimo más reflexivos sobre nuestro medio, de las personas en sí, de la realidad. Por eso impulso a todos, a los jóvenes, a sus papás, a que tomen en cuenta esta esfera”, apunta Gonzales y deja en claro que la joven que “odiaba” el conservatorio hoy tiene otras motivaciones.
“Cuando estoy en el escenario –añade–, en un determinado momento hay algo inexplicable que me encanta, me traslada a otra realidad, algo que disfruto tanto que incluso siento que estoy volando, es una sensación hermosa. Me fascina compartir mi música, especialmente las canciones que escribo, porque son parte de mi esencia, reflejan lo que soy”.
En ese sentido, Mayra afirma que hoy el arte es “central” en su vida. “La música es la dimensión creadora de mi ser, es mi canal favorito y principal para expresarme como mujer y como persona”. Del mismo modo asegura “siempre estar agradecida” por todo lo que le pasa, aunque aclara que aún tiene “muchísimas metas” por cumplir. “Deseo seguir creciendo y esforzándome para alcanzar lo que visualizo dentro de mi carrera”, concluye.
La televisión, un segundo escenario
Otro proyecto en el que participa es el reality televisivo Factor X, un concurso de canto del cual es jurado: “Me vine a Santa Cruz a hacer un casting para ser juez del programa, porque los jueces hemos sido sometidos a un proceso de selección. He compartido esa experiencia con varios artistas de Puerto Rico, México, Venezuela y Argentina, hasta que finalmente fui elegida, de hecho soy la única juez mujer”, enfatiza.
Respecto al formato del programa apunta que: “Gracias a estas plataformas una se da cuenta que existen talentos que están ocultos y se necesita de este tipo de escenarios para que se revelen. Estoy siendo testigo de la capacidad increíble que existe”.
“Sinceramente no me esperaba el nivel de competencia que hay en el país –agrega la ahora jurado–, estoy alegre de ser parte de este proyecto y ser mentora por ahora, porque además soy coach de canto de gente realmente talentosa, cuestión que realmente me alegra demasiado”.
Reflexiones en primera persona
“Todo es un aprendizaje, absolutamente todo, los errores y los aciertos”, asegura la artista, y añade que siente vivir un “momento especial” y quiere “compartirlo” a partir de su arte. “Siento que mi música es un canal de responsabilidad social y que a través de ella puedo emitir un mensaje positivo hacia la gente”, apunta.
Sobre los momentos de “fracaso” que pueden llegar a vivir algunos artistas, Mayra reflexiona que esos instantes “son sólo un matiz de la vida pues los errores y las caídas son parte del aprendizaje”. “Creo que la vida es una sincronización increíble que vivimos cada uno en nuestra propia realidad y que el fracaso es cardinal para crecer y seguir adelante”, resalta.
Dueña de una constante actitud positiva, con todo tiene sus temores. “Mi mayor miedo es a perder a un ser querido, cercano a mí”, dice. Sin embargo prevalece su optimismo y habla del padre en clave de admiración: “En la vida es necesario contar con la humildad, virtud que he heredado de mi padre, un hombre culto e inteligente, que toda su vida la basó en la sencillez y modestia, le gustaba compartir su conocimiento, rasgos que en gran medida me inculcó y poseo”.
Mayra es autocrítica, como si todas las virtudes que relatara del padre igualmente se concentraran para mirarse a sí misma. “La crítica siempre es buena y la autocrítica también. A veces pienso que necesito ser un poco más organizada, más disciplinada, porque definitivamente la práctica hace al maestro y esas cuestiones de ser un poco más dedicada es lo que me hace falta”, reconoce.
“Sin embargo, a veces creo que mi sentido crítico juega conmigo. Hay ocasiones en las que busco tanto perfeccionar lo aprendido que no llego a creer lo suficiente en mi talento, ni en mi capacidad, y eso de pronto me juega en contra”, cavila la cantora natural de La Paz.
Más relajada y en confianza comentó entre risas que las cosas que más le gustan son: “Simplemente estar en casa, disfrutar de la compañía de mi novio y de mi gata, estar en pijamas todo el día y no hacer nada”. Aunque al hacer una retrospectiva se define como “valiente, paciente y luchadora”, tres cualidades con las que dice sentirse “identificada plenamente”.
Mujer en constante evolución
“Me veo componiendo música nueva, mi vida se proyecta en ese sentido –afirma Mayra–, de hecho ya preparo mi tercer disco como solista. Estoy en constante evolución, cosa que he podido presenciar este año, por eso continúo creciendo, gracias a Dios, a la vida y a las puertas que se me han abierto y que no pienso cerrar”.
“Lo más probable es que me venga a vivir por un buen tiempo a Santa Cruz, por el compromiso que tengo con Factor X; quiero empezar a hacer música acá, esta ciudad me brinda una muy buena oportunidad de expansión, de proyectarme hacia nuevos públicos”, recalca.
Las influencias de una mujer fuerte
Toda artista tiene un referente que le inspira, eso Mayra lo halló en una cantante estadounidense de rock and roll y blues con una referencia crucial para su carrera. “Mi inspiración artística dentro de la música ha sido principalmente Janis Joplin, me impulsó desde joven, es un icono de la mujer fuerte. Incluso hubo una época en la que la imagen de la mujer dentro de la industria musical era nula, por lo tanto me parece que ella ha sido una de las inspiraciones más grandes”, asevera.
“Además me gusta oír y conocer lo que desarrolla la cantautora australiana Nai Palm, una artista y compositora reconocida en estos tiempos, que posee uno de los sonidos más refrescantes que he escuchado hasta ahora, la verdad es que me encanta y es mi favorita”, concluyó.
Durante el nutrido diálogo con Mayra Gonzales no pasó desapercibido el tema del género, ni cuando habló de su madre, ni cuando mencionó a las artistas que la influencian. “Las mujeres somos vitales dentro del arte, somos muy diferentes de los hombres, tenemos otra perspectiva de la vida y otro funcionamiento, por esta razón considero que se debe potenciar ese contraste interesante, ya que nuestra esencia como mujer es parte fundamental, es vital dentro del desarrollo del arte”, concluye. Palabras que quizá sintetizan su esencia y modo de pensar como pocas. Una artista de talla internacional con mucho aún por crear y por regalarle a Bolivia.
Tesoros de vida y más
Todos guardamos tesoros en nuestro cofre, que representa todo eso que atesoramos con el alma. “A partir de haber perdido a mi padre, considero que mi mayor tesoro es mi familia, ellos ocupan el lugar central. Mi padre falleció hace seis años y nos marcó a todos. Por eso, el peso de mi entorno se ha vuelto primordial y se ha profundizado el pasado año con la llegada de mis dos sobrinas”, mencionó Gonzales.
Perfil Mayra Gonzales
Nació en La Paz un 8 de octubre de 1987. Desde su infancia está vinculada con la música y debutó profesionalmente en 2008, junto a la banda Almitra. Años después se convirtió en la voz emblemática de la banda de rock nacional Llegas. Como sus principales influencias musicales reivindica a Ella Fitzgerald, Janis Joplin, Stevie Wonder, Elis Regina y Alicia Keys, además de resaltar a Nai Palm, Pedro Aznar y Snarky Puppy, entre otros.
En sus casi diez años de carrera ha publicado dos álbumes como solista: Árbol de la vida (2015) y Bolivia, piano y voz (2017), lo cual confirma que los géneros en los que mejor se desenvuelve son el blues, jazz, soul y R&B, adecuados a su estilo de voz y personalidad. Actualmente brinda conciertos en distintas ciudades del país y es parte del jurado en el programa de televisión Factor X, siendo la única mujer juez.
