El apoyo popular líder de la Federación Rusa sigue en ascenso, fue elegido presidente por cuarta vez, con el 75% de los votos. Conozca las razones por las que el pueblo ruso ama a este exagente de la KGB.
Hacía décadas que Rusia no tenía un líder que causara tanto fervor popular como el que hoy provoca Vladimir Putin, quien este domingo logró su cuarta victoria electoral al ser proclamado ganador indiscutible de las presidenciales de su país
Con este resultado, el próximo mandato del exespía de la KGB terminará recién en el año 2024, período en el que continuará con su impronta de gestos duros y sobriedad que lo caracterizan.
Además, cabe destacar que es uno de los pocos mandatarios rusos que logra tener buenas relaciones con su pares estadounidenses de turno, a pesar de haber sido acusado por el espionaje norteamericano de haber tenido injerencia en el proceso electoral que coronó a Donald Trump jefe de la Casa Blanca.
Los elementos clave del 75 % de los votos:
Tras el caos el reordenamiento
Putin sucedió al conflictivo Boris Yeltsin, el primer presidente de la Federación de Rusia, cargo que ejerció de 1991 a 1999., que pasó a la historia moderna de su país como el presidente del caos económico, la inestabilidad social y la inseguridad trepidante, tras un referéndum en el que el 78 % de los votos fue por el «sí» a la continuidad de la Unión Soviética, pero que con el Tratado de Belavezha se disolvió de hecho al separarse la RSFS de Rusia, RSS de Ucrania y RSS de Bielorrusia.
La reconstrucción económica fue uno de los principales fracasos de Yeltsin y de Mijail Gorbachov, el principal promotor de la “perestroika”, que suponía una medida que iba a sacar a la economía soviética del caos. Las reformas no tuvieron resultados positivos inmediatos, pues se desorganizó aún más el sistema productivo existente y se hundió en la pobreza a la mayor parte de la población.
Un hombre duro
En Rusia son bienvenidos los dirigentes filosos y con decisión dura. Putin mandó a derribar aviones secuestrados, no duda en ordenar asaltos ante una toma de rehenes y hasta propuso la polémica anexión de Crimea a su país, lo que fue ejecutado luego de que las encuestas de opinión le dijeran que la población apoyaría la medida. Y así fue. En paralelo, las sospechas que despiertan los asesinatos de opositores y las presiones a la prensa y la Justicia no parecen calar hondo entre la opinión pública.
Rusia volvió a ser potencia
Si bien está lejos de lo que fueron los años de la Unión Soviética, Rusia es hoy uno de los países centrales en la discusión política internacional. En parte como eterno villano de Occidente (hoy opacado por Norcorea), Moscú sigue siendo un lugar de atracción a la hora de definir contrapesos políticos con Estados Unidos.
Economía en expansión
Las cifras de la economía mejoraron luego de la llegada de Putin al Kremlin, ayudado en parte por el precio del petróleo que disparó el consumo interno, el cual el gobierno potenció con distintas medidas. Las clases medias se expandieron y comenzaron a viajar por todo el mundo. Asimismo, los ricos multiplicaron sus arcas y lograron que pareciera cierta la teoría del derrame, ya que los números de la pobreza también mejoraron. Sin embargo, esta última cifra no es menor: 20 millones de pobres que representan al 14 por ciento de la población.
Lunes 19 de Marzo de 2018