El artículo anterior lo cerré con una pregunta ¿Cree usted que la infausta María Corina gobernará en el exilio? O lo hará desde la comodidad de la clandestinidad VIP de la oligarquía venezolana, esa que no vive sin el menú McDonald o Starbucks en la pequeña republiqueta independiente y liberada que son las veinte cuadras del Este caraqueño. El tema no es nimio ni es para entretenernos. Cada camino tiene sus consecuencias, tanto para nosotros como para ella, aunque me atrevería a decir que no se queda en el país.
O sea, saldrá tan rápido como las condiciones de salud mental de Edmundo lo requiera o peligre su posición política frente a otros actores que estaban agazapados, se juramentará después de la rebatiña a colmillo pelado de perro callejero con otros candidatos a vicepresidente que aparecieron cuales hongos después de llover (Incluida una hija de Edmundo) y, cumplido el objetivo, regresará exigiendo entrar por rampa cuatro de Maiquetía como toda una señora presidenta (e) de la República Bolivariana de Venezuela. Luego se exiliará voluntariamente. No dejará de hacer el teatro de la persecución, por supuesto.
Como verá la pregunta es donde va a gobernar. No es si se juramentará o no, eso ya está decidido y no por ella. Lo decidieron la CIA, el Departamento de Estado y la Reserva Federal, gringos todos. Recuerde que nosotros seguimos el rastro de la plática y quien se queda con ella. En este momento el dilema de los gringos es la manera bonita de quedarse con los reales, no es devolverlos. Ya no tiene que ver con las formas internacionales, es cuestión de estilo. Tiene que ver con cuál es el camino al que se prestará la, o él, nuevo ocupante payaso de la Casa Blanca. Sí, hay que esperar; Kamala o Donald.
Así como el ladrón se pone al acecho de la casa y los bienes de los ricos, los gringos están al acecho de la plata de Venezuela. Ellos saben que hay más. Mucho más. El problema es que perdieron mucho más de lo que ganaron y el empresariado gringo empieza a darse cuenta. Sume no solo lo que dejaron de vender en estos años pasados sino lo que perderán. Si usted proyecta unos veinte años más de diatriba del norte con Venezuela, la cifra es astronómica tanto en dólares como en oro o cualquier moneda de cambio que se le ocurra.
Es que, por los vientos que soplan por tierras de la Asamblea Nacional, las leyes antifascismo incluyen el comercio. No se le comprará ni se le venderá absolutamente nada a aquellas empresas, privadas y públicas, que atenten, colaboren o se presten para atacar al país. No es que no lo digan expresamente porque las leyes bolivarianas son transparentes. No es que el empresariado internacional no lo sepa. Es que aprendieron, de la manera más difícil, que aquí se negocia dentro del marco de nuestras leyes y que la aplicación de la ley no se negocia. La interpretación es clara, un solo gobierno, el Bolivariano.
El problema de María Corina es que ya la están olvidando. En un mundo moderno signado por la velocidad y la inmediatez de las informaciones la señora ya es noticia de relleno en los mismos periódicos y portales de la derecha. Donde protagoniza segmentos cómicos, a veces, es en el programa de Diosdado. A escasos dos meses de las elecciones ya no emociona. Ni siquiera despierta curiosidad y sus porcentuales de aceptación partidista rodaron cuesta abajo. La oposición extremista se apresta para las elecciones que vienen y todas las toldas aplicaron el manido plan B.
Mientras escribo este artículo me entero que Capriles Radonsky renunció a la dirección de PJ. Se aleja de los Guanipa Mariacorinos y se va con las bases denunciando el aislamiento de la cúpula partidista de la realidad nacional. Ya lo sabía y no porque sé algo de política, me falló el cálculo de la divulgación. O me retrasé o ellos se adelantaron. Creo que es lo segundo y eso dice que los tiempos de la lideresa opositora se recortaron. PJ la da por acabada, camino cerrado para los intereses presidencialistas del partido. Algo que, en Un Nuevo Tiempo, sabían desde el principio.
El manido plan B de los partidos de la oposición es el mismo de siempre. Juegan a dos manos como el cuento del policía bueno y el policía malo. Con una cara se oponen al régimen y desconocen la institucionalidad venezolana y con la otra se inscriben y van a elecciones para mantener abierto el cupo de la participación política. Siempre encontrará esa dualidad en los partidos de la oposición. El mejor ejemplo está en la historia de la gobernación del Zulia cuando un Guanipa ganador renunció al cargo. Fue para salvar la estrategia plan B, no para no reconocer al régimen. Se le ordenó para que Capriles lo llamara al orden y quedara como líder presidenciable. No les funcionó.
Todo eso será más adelante. Por ahora veremos la película de siempre. La que hemos visto en la última década. Desconocerán cualquier resultado electoral presidencial que no favorezca a la oposición con su candidato oligarca. Es el formato que utilizaron desde la primera derrota frente al presidente Maduro, posterior al fallecimiento del comandante Chávez, y que solo fue in crescendo. No lo cambiaron porque armaron su propia partitura que fue desmontada con pensamiento estratégico, guerrillero, por así decirlo. Como detective, aquí les recuerdo que el crimen se analiza en frio.
Con la derrota de Radonsky, frente a Maduro, se utilizó el odio popular de la derecha en el pueblo humilde pero la respuesta violenta no fue organizada más allá de su activación. Se creyeron su propia mentira de la mayoría y asumieron que el pueblo saldría a matar al pueblo. Las consecuentes elecciones de gobernadores los regresaron a la realidad. Los colocaron en su sitio y desde ese momento vimos los primeros avisos del gobierno que montarían en el exterior. Sí. Desde esos años escuchamos la “necesidad de construir una fuerza política en el exterior que verdaderamente representara Venezuela”
Con la derrota de Henry Falcón, creyeron que una fuerza militar especializada, que descabezara altos mandos del gobierno, sería seguida por el tan buscado alzamiento popular. Asumieron que somos un país hollywoodense y vimos la ridiculez del desembarco por la Guaira. Nos creyeron una republíqueta bananera en la que un grupo de asalto y dos camionetas con ametralladoras sortearían toda la seguridad del país, tipo engaño de inteligencia de los invencibles con Stallone al frente, llegarían al palacio donde Maduro jugaba gallos y fumaba tabaco en guardacamisa y calzoncillos.
El gobierno estaba atento y no solo por su buen criterio de seguridad nacional sino por su trabajo de inteligencia. En la derrota de Edmundo la violencia se controló en 48 horas porque se sabía el guion que, al estar al Frente María Corina, era seguro que sería violento. María Corina no se reserva nada, lo advirtió. Es la que se tira el pedo en las fiestas y no le importa si suena, si huele mal o si le manchó el vestido. Es la que va de grupito en grupito llevando el chisme y sembrando discordia. Cizaña ya tiene todos suficiente.
El grave problema de los ciudadanos de Venezuela que se sienten de oposición es que ninguno de sus líderes arrima al mingo. Todos quieren bochar la bola grande, la que da ganador, la que se tira al final y el lanzador es reconocido como héroe y entonces todos se pelean por el turno de lanzamiento final. No saben jugar en equipo ni las metras. Por supuesto, ni María Corina ni Capriles ni Leopoldo saben lo que son metras. A ellos les tocó fusilito de asalto, plástico, que trajo Santa Klaus desde la mismísima quinta avenida.
Entonces, María Corina se va. Su destino final en la política es ser presidenta encargada de Venezuela gobernando desde Miami, ciudad en la que están buscando una edificación digna para montar el palacio de Miraflores en el exilio. Su presupuesto de gobierno será controlado por los gringos e incluye el efectivo en dólares que se robaron, que no es poco, y los réditos de cualquier empresa de Venezuela en el extranjero a la que puedan ponerle la mano que quedará bajo el control federal de la Casa Blanca.
Eso explica por qué no subastarán Citgo. El gobierno de Venezuela bajo María Corina debe parecer independiente y con platica, a nadie le gusta un limpio. Gobernará acompañado por las fuerzas democráticas de Estados Unidos y con su permiso sumercé. Sus bienes se mantendrán en resguardo bajo administración gringa, con CEO y gerentes gringos y cuentas en Bank of América, no sea que les ocurra lo de Monómeros y los criollos les roben lo que ellos se pueden robar. Al gobiernucho en el exilio le mandarán los sueldos y lo del café en tarjetas de crédito prepagadas y que cada quien quite el polvo de su oficina y se turnan para lavar los baños porque no hay para la señora que limpia.
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Juan Daniel Calderón Camelo Venezolano, periodista
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Me quede entusiasmada con la lectura, un poco zoes, pero es la cruda realidad, la ultraderecha venezolana encabezada por la mujer de los apellidos, le queda poco tiempo de vida politica, ya es hora que se ocupe de criar a sus hijos y darle calor a su hogar, que se ocupe de dejar a Venezuela VIVIR EN PAZ!!!
Los comanditos tienen otra tarea y es crear el caos para el 10E eso hasta un sin neuronas lo sabe, pero se les olvida que Rondon no ha salido, no le quieran ver la cara, estamos cansados de tanta maldad para venezuela, sanciones,
vil mentiras, fake New, vayanse al carajo NO VOLVERAN!!!
Excelente comentario de ayer, hoy y mañana . Una realidad.