Este martes 8 de agosto, durante la Cumbre de la Amazonía celebrada en la ciudad de Belém, Brasil, las comunidades tradicionales agrupadas en la Asamblea de los Pueblos de la Tierra por la Amazonía presentaron un documento en el cual solicitan que todas las empresas responsables de la destrucción de la selva sean «debidamente procesadas y castigadas» en sus países de origen, además de que reparen los daños ocasionados.
Este escrito contiene una serie de medidas, reflejadas en 29 puntos, con el propósito de ser entregado a los representantes y jefes de Estado presentes en la cumbre. En apoyo a la presentación de este documento, decenas de indígenas marcharon pacíficamente por las calles de Belém, la capital del estado de Pará. Durante esta manifestación, exigieron el cese de las violaciones a sus territorios y derechos, las cuales han sido causadas por la deforestación indiscriminada, la minería y el narcotráfico.
En el documento, solicitaron activamente el «combate» y la «erradicación» de los crecientes delitos que afectan a la selva tropical más grande del planeta. Asimismo, sugirieron que el territorio amazónico debería ser declarado en estado de «emergencia climática».
Dentro de sus demandas, incluyeron la aceleración de la regularización de sus tierras ancestrales y una inversión pública adecuada para impulsar la transición hacia fuentes de energía más limpias. Los manifestantes también plantearon la necesidad de «incorporar el delito de ecocidio en la legislación de los países amazónicos y aplicar sanciones efectivas a todos los delitos ambientales».
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Correo del Alba