Cherry, su otro yo

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Una de las canciones emblemáticas cantada por Cherry Navarro fue “Mi propio yo” de Chelique Sarabia. En esa melodía se hace referencia al porqué algunas canciones son tan tristes y eso se repite sin cesar.  Tal vez Cherry tuvo otro yo, quizás su verdadero yo. A esto se refiere esta nota.

Alexis Enrique Navarro Velásquez, nació en Caripito, barrio los Cerritos del estado Monagas el 9 de julio de 1944 y muere en Caracas el 28 de septiembre de 1967 a la joven edad de 23 años.

Las condiciones económicas apremiantes que existían en su pueblo natal, hacen que, en 1952 la madre de Cherry, Doña María de Jesús (Chucha) Velásquez, se traslade con sus hijos a la capital de la República, Caracas. Se viene con sus muchachitos a cuestas. Cherry tenía a lo sumo unos ocho años de edad. Llegan al Cementerio y alquilan una enorme casa. Luego se mudaron al Valle-Coche.

El joven Cherry crece y desarrolla sus habilidades como músico (tocaba el cuatro) y cantante. Conoce y se hace amigo de José Luis Rodríguez. Chelique Sarabia, lo forma musicalmente, lo lleva a la televisión. Renny Otolina lo presenta en su Show. Viaja a Madrid e Italia. Graba su primer disco como solista y su gran éxito internacional es “Aleluya”, tema del compositor español Luis Eduardo Aute. En la cima de su triunfo musical, derrochando alegrías y afectos por doquier, Cherry enferma y muere para sorpresa de muchos, a la edad de 23 años en 1967.

De manera paralela y en el más absoluto secreto, Cherry llevaba otra vida llena de peligros. Una nota escrita hace unos tres años por el militante revolucionario Octavio Beaumont Rodríguez, titulada “Cherry Navarro, una historia desconocida”, relata aspectos de esa vida que sólo Cherry y otros pocos de su estricta confianza conocían.

En su nota, el doctor en Ciencias Sociales y Filosofía, Octavio Beaumont, con una vastísima obra publicada en Venezuela y en el exterior, refiere que Cherry fue militante de Las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), que fue un revolucionario y luchador político-social, muy solidario con las causas de los pueblos del mundo que luchaban contra el capitalismo y el imperialismo norteamericano. Que era un joven muy reservado y organizado en su vida personal y política. Que formó parte activa en la ciudad de Caracas donde vivía, de una Unidad Táctica de Combate (UTC) de las FALN y así, participó de algunas acciones revolucionarias contra el gobierno proyanki encabezado por Raúl Leoni. Que estuvo de forma clandestina y disfrazado en el sepelio de Fabricio Ojeda.

Movido por la curiosidad investigativa, hurgué sobre la referida nota y, ayudado por el Maestro Ambulante, Víctor Ramírez quien vive en Acarigua, di con Don Octavio Beaumont Rodríguez, bolivarense nacido en Ciudad Bolívar en el barrio “Perro Seco” y que luego se mudó con sus padres, muy niño, a Caracas. Allí creció, estudió en la UCV y se convirtió en militante del PCV y luego miembro de Las FALN y del Partido de la Revolución Venezolana (PRV). Por sus ideas políticas fue a dar con sus huesos al cuartel San Carlos y luego a la Isla del Burro, lugar donde estuvo preso y torturado Carmelo Laborit, a quien luego Beaumont conoció en los predios de la UCV.

Conversé telefónicamente con el camarada Octavio Beaumont, el domingo 30 de julio de 2023. Una larga y amena conversación en torno a diversos temas, pero en particular sobre su nota sobre mi paisano Cherry Navarro Velásquez. De entrada, Beaumont, que también es periodista, sentenció: “Estimado Félix -me dijo con voz clara y fuerte- existen los pecados de la guerra y los secretos de ella. Esa nota sobre la vida desconocida de Cherry la escribí hace tres años, a más de cincuenta años de su muerte”.

“Conocí y fui amigo de Luis Fernando Vera Betancourt (Plutarco). Ambos militamos en Las FALN. A Plutarco lo delatan y lo asesina una comisión de la Digepol en Petare, el 25 de agosto de 1967. Plutarco fue gran amigo de Cherry, compartían secretos de su militancia clandestina. Estando en el velorio de Fabricio Ojeda, refiere Beaumont, Plutarco le dice: Mire camarada Octavio, ve a ese que está allí disfrazado con boina y lentes oscuros, ¿sabe quién es? Es Cherry Navarro”. Beaumont lo observó en silencio, sin llamar la atención y luego vio que Cherry se alejó junto a su amigo y camarada Plutarco. También refiere Beaumont, que él conoció a María de las Casas McGill, novia de Cherry. El encuentro con ella ocurrió en el piso nueve de la Biblioteca de la UCV, donde en 1966 funcionaban las Escuelas de Periodismo y de Relaciones Internacionales. Él estudiaba Periodismo y De Las Casas, Relaciones Internacionales. Señala el compañero Beaumont, que María de Las Casas, en varias oportunidades le refirió que Cherry expresaba y compartía sus mismas ideas políticas, las de Beaumont.

Otro dato que apunta Beaumont es que uno de los mecánicos que atendía el vehículo marca “Thunderbird” de Cherry era militante de Las FALN y cuidaba de Cherry. Este mecánico militaba en la guerrilla urbana. Seguramente Cherry estaba al tanto de ello.

El caso de Cherry no era único. Otros como Rafael Briceño, gran actor que personificó a Juan Vicente Gómez de manera magistral, militó en el PCV, era maquillador de los militantes revolucionarios para que pasaran desapercibidos. Otro caso fue el del también actor Héctor Mayerston. En Puerto Rico es muy conocida la actividad combativa de Daniel Santos en pro de la independencia de su patria. También el caso de Julio Jaramillo que, a través de un hermano, financiaba al Partido Comunista del Ecuador.

El Dr. Beaumont Rodríguez, un hombre ya de 82 años, de amplia experiencia política y de sobrada honradez da fe de sus afirmaciones. Su dilatada trayectoria revolucionaria basta para considerar serias y con rigor histórico todo cuanto dice y escribe sobre ese “otro yo” de Cherry, cantante venezolano, querido por su simpatía y entrega a las causas en defensa de los más vulnerables.

Ese “otro yo de Cherry” amerita ser conocido. No se trata de molestar su pasado. Al contrario, investigar en rigor histórico hace que este joven nacido en Caripito se agigante y cobre fuerza en su verdadera dimensión de artista ligado a las luchas del pueblo. El Maestro Octavio Beaumont Rodríguez vive en Acarigua. Desde allí, continúa enseñando en su condición de Presidente de la Fundación Alcides Hurtado Bustillos, Director de la Escuela Política Ideológica Militar “Eleazar Fabricio Aristiguieta” y presidente de la Casa de la Amistad “Venezuela-Vietnam”.

El caso de Cherry, sin dudas que es expresión de esa transformación que ocurre en las personas, dadas las condiciones sociales originarias que les rodean. Él venía de un hogar muy humilde. Su padre, Manuel Rafael Navarro era un trabajador rural que realizaba pequeñas operaciones comerciales en Caripito. Su Señora madre, “Doña Chucha” Velásquez de Navarro era costurera. Ellos no participaron de la bonanza producto del petróleo imperante en Caripito en los años cincuenta. No obstante, su carrera artística y todo lo que ella representaba, Cherry nunca olvidó sus orígenes humildes y su conciencia político-ideológica fue invitada por esa raigambre primigenia de donde él provenía. De allí que sus inclinaciones políticas, no tienen por qué asombrar a nadie. Venezuela en los años 60’ vivía convulsiones políticas, era un “cuero seco”, él era una figura pública y lo que ocurría seguramente no le era indiferente.

Cherry Navarro, el cantor de “Aleluya”, continuará teniendo una lágrima en sus manos y un suspiro muy cercano nos dice que su historia no termina; que hay aquí una tierra que palpita y que la razón de la locura es una llama que no se apaga, que continúa encendida y que su voz y mensaje en la arena, no habrá ola que pueda llevársela. Ese “otro yo” de nuestro Cherry seguirá alumbrándonos desde su estrellato ganado a fuerza y pulso de su joven valentía de guerrero del canto y de la acción política al lado de los humildes.

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Félix Roque Rivero Venezolano, abogado

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor/a

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