En Ecuador el ciclo de neoliberalismo autoritario, oligárquico, plutocrático, injusto, insensible e inhumano y concentrador de riqueza en castas de poder, articuladas al entorno presidencial de capital financiero, rentista y especulativo, caracterizado por una sistemática desinstitucionalización del Estado, iniciado con el expresidente Lenín Moreno y que al parecer está por finalizar con el presidente Guillermo Lasso, desnuda una profunda crisis social, económica, cultural y política, de las más profundas en la región latinoamericana.
Habiendo sido el segundo país más seguro de Latinoamérica, hoy está atrapado por una enorme ola de inseguridad y violencia criminal, que en el año 2022 terminó con cuatro mil 603 muertes violentas, en las que se incluyen femicidios, transfemicidios, masacres de personas privadas de libertad, lo que significó una tasa de 25 casos por cada 100 mil habitantes; caída del empleo, desinversión presupuestaria en salud, que se materializó en un desastroso y nefasto manejo de la pandemia del Covid-19, cientos de personas fueron recogidas en féretros de cartón en Guayaquil, donde todavía existen algunas desaparecidas; vinieron las denominadas vacunas VIP, para agnados y cognados del régimen de Moreno (que cometió violaciones de Derechos Humanos); posteriormente continuó el desabastecimiento de medicinas en el sistema de salud pública y de seguridad social, falta de profesionales en especialidades médicas; en educación se disparó la deserción escolar y más de 200 mil jóvenes fueron excluidos del sistema de Educación Superior.
Empero, existen emblemáticos casos de corrupción como: Inapapers, Pandora Papers, que han permitido ocultar cientos de millones de dólares en paraísos fiscales como Dakota, Delaware. Otros casos destacados son: Danubio, El Gran Padrino, que involucra al cuñado del presidente Guillermo Lasso.
Un refrán muy popular expresa que cuando el cielo se llena de truenos y nubarrones grises caerá una gran tempestad; parece que así sucedió, dicen que la mafia albanesa invirtió un millón de dólares en la campaña electoral de presidente Lasso.
De acuerdo con investigaciones muy serias el sistema financiero y bancario lavó cerca de cinco mil millones de dólares en 2022.
Ergo, esta crisis fue matizada y roturada por la persecución política selectiva, investigaciones fiscales previas, allanamientos domiciliarios.
Se reactivó el lawfare y las fake news, con procedimientos neofascistas, judicialización de la política, proscripción de adversarios/as y opositores políticos al régimen, como es el caso específico del expresidente Rafael Correa, líder histórico de la Revolución Ciudadana, actualmente con un alto nivel de popularidad. Adicionalmente, dos levantamientos sociales que evidenciaron la ausencia de políticas públicas, con un velo de opacidad e injusticia social, en donde han convertido al país en uno de los más violentos e inseguros de la Región.
La aparición de escuelas de sicarios niños y adolescentes, en las ciudades de Guayaquil y Esmeraldas, las convierten en las 24 más violentas del mundo, evidenciando el total quemeimportismo en materia de política pública de niñez y adolescencia, sumando un alto nivel de vulnerabilidad de sus derechos, lo que ha provocado que terminen siendo atrapadas por las bandas delincuenciales organizadas, hoy rotuladas como terroristas, desde la narrativa y encuadre massmediático gubernamental y palaciego de Carondelet.
Por primera vez se aplica la muerte cruzada en Ecuador, y no pretendemos realizar un análisis constitucional y jurídico, ya que abundan los mismos, sino una breve radiografía sociopolítica contextualizada en la defensa de los Derechos Humanos.
Existen enormes visos de corrupción que han penetrado a las empresas públicas estratégicas, vinculadas a actividades como la producción de petróleo, minería metálica, no metálica, hidroeléctricas, de telecomunicaciones, espectro radioeléctrico.
La extracción ilícita de dinero de los sectores estratégicos energéticos generó la admisibilidad de la Corte Constitucional para el juicio político en la Asamblea Nacional del Ecuador, que durante la comparecencia en el cenáculo legislativo no pudo desvirtuar y desvanecer las presunciones de peculado, por el contrario, se dedicó a realizar una rendición de cuentas que culminó con desacreditación a la y el asambleístas interpelantes y amenazas para pronto decretar la muerte cruzada, que significó la disolución de la Asamblea Nacional, que amaneció vallada , sitiada e invadida por unos dos mil efectivos de la Policía y el Ejército.
Durante seis años se generaron dos levantamientos sociales, con la recurrente y sistemática transgresión de los Derechos Humanos, que ocasionaron un excesivo uso de la fuerza por parte de la Policía y las Fuerzas Armadas, en donde al pueblo y a las organizaciones sociales y diverso tejido sociocultural y político le reprimieron violentamente con todo un encuadre massmediático, narrativo y comunicacional de combatir y reprimir al denominado enemigo interno.
¿A qué le apunta el régimen plutocrático de Lasso con los decretos-leyes en contexto de 90 días de proceso electoral anticipado? Estos son: petróleo, energía hidroeléctrica, minería metálica y no metálica, el espectro radioeléctrico que tiene que ver con la telefonía celular, infraestructura pública, privatización de la seguridad social, manejo y privatización de los fondos de pensiones por los bancos privados, aumento de la edad para jubilación. Es decir, entregar a la empresa privada la participación en sectores estratégicos será una de las prioridades del presidente de la República, Guillermo Lasso, en los seis meses que gobernará mediante la expedición de decretos.
Con la disolución de la Asamblea Nacional, mediante el Decreto Presidencial 741, denominado de la muerte cruzada, con aplicación del Artículo 148, le permitirá implementar un cronograma acelerado de trabajo para ejecutar lo que, a su criterio, era obstruido por el Legislativo. Que significa un proceso de monetización y privatización, fin en mente del régimen plutocrático.
Lasso llegó al poder con una plataforma para que el Estado se dedique a “fines nobles y que sea el sector privado quien impulse a la sociedad en el sector energético, telecomunicaciones y obras públicas”, lo que ha pasado una enorme factura de desinstitucionalización del Estado y crisis sistémica y estructural, que se expresa en la violación de derechos fundamentales y humanos del tejido social y popular del Ecuador.
Por lo tanto, el único poder institucional que tiene el poder popular es el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, de Transparencia y Control Social y la resistencia social activada y movilizada en la defensa de lo poco de democracia que queda en el Ecuador.
El único camino que tiene el pueblo es la lucha y resistencia social, así como la construcción de un gran acuerdo nacional tejido de unidad y diversidad sociocultural del bloque histórico, diverso, excluido del Estado-nación.
Este proceso electoral anticipado que ya tiene un calendario es la gran oportunidad para construir el Estado Plurinacional e Intercultural, con justicia social y políticas públicas.
Suenan voces de una Asamblea Nacional Constituyente para realizar los cambios y reformas pertinentes, que permitan el respeto entre las cinco funciones de la estructura institucional del Estado, con el objeto de no entorpecer el contrapeso democrático, característica fundamental en una democracia participativa que tiene como columna vertebral a seres humanos diversos socioculturalmente.
De acuerdo con el mismo Artículo 148, los decretos que expida el Presidente de la República deben referirse exclusivamente a temas económicos y ser calificados por la Corte Constitucional.
Alertamos a la comunidad internacional a observar al régimen ecuatoriano durante el proceso eleccionario anticipado, a fin de que se garantice el Estado de Derecho y no se vulneren los Derechos Humanos con el pretexto neoliberal de obstrucción a los decretos-leyes, que tienen una profunda matriz de neoliberalismo autoritario y desnudan la crisis geopolítica en Latinoamérica y la aldea global.
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Luis Ernesto Guerra Ecuatoriano, analista político y activista de Derechos Humanos
Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor/a
Este artículo presenta una excelente descripción de la situación sociopolítica del Ecuador, dónde destaca el actual clima preelectoral, que exige la aplicación de una táctica coherente por parte de las fuerzas de izquierda, a través de la aplicación del principio de la unidad en la diversidad. Esta es una oportunidad para organizar el poder popular, más allá de las elecciones, no solo para desalojar al gobierno autocrático y corrupto de Lasso, sino para profundizar el proceso revolucionario.