En el año 2005, como homenaje a la insurrección y a todas aquellas luchas de los afrovenezolanos para erradicar su explotación y exclusión social a lo largo de la historia, el Estado venezolano decretó el 10 de mayo como día Nacional de la Afrovenezolanidad. Decisión con la que se reivindican la resistencia y dignidad de las y los africanos en su lucha constante por la libertad y la igualdad.
Este día se conmemora la insurrección iniciada el 10 de mayo de 1795, en una hacienda de nombre Macanillas, de la Serranía de Coro, en la cual un grupo de esclavizados, liderados por el zambo José Leonardo Chirino, protagonizaron un movimiento armado que hizo tambalear el sistema colonial en Venezuela. Una insurrección que, por su contenido socio-político, se convirtió en la expresión popular más significativa contra la esclavitud.
La afrovenezolanidad es el resultado de las expresiones musicales, artísticas, culinarias, religiosas, históricas, que las distintas civilizaciones africanas trajeron en su memoria desde las tierras ancestrales de donde fueron secuestrados. Tradiciones que lograron conservar y evolucionar, costumbres que hoy forman parte de interculturalidad venezolana. La colonización de América trajo campos de concentración de afrodescendientes y derivó en una mezcla y conformación de identidad única con grandeza, fortaleza y habilidades en diversas áreas.
El carácter de ser un país multiétnico y pluricultural se manifiesta en diversas formas de sincretismo como lo son la cultural, la religiosa, la deportiva o la política. Esa conjunción de orígenes en Venezuela se denota, en forma clara, en las expresiones musicales como la gaita zuliana, o la salsa de origen afrocaribeña, y en las manifestaciones religiosas de las cofradías danzantes de los afrodescendientes venezolanos quienes unen sus tambores con santos de la religión católica, lo que para algunos significa algo negativo por la ignorancia en el tema.
Pero, a pesar de toda esta evolución histórica, aún existen elementos de la superestructura social que impiden el reconocernos, esos elementos que se originan en la psiquis de algunos: la creencia del “porte ilícito de rostro o de color de piel”. Para el racismo el éxito de los ciudadanos de origen real o aparente afrodescendiente o descendiente de indígenas siempre es sospechoso. Para los ciudadanos que militan en esa forma de odio llamada racismo es muy difícil entender que Venezuela es un pluralismo de historias, de orígenes y aportes.
Hoy el racismo se disimula atacando a personalidades afrovenezolanas por su posición económica, política o religiosa, pero, al analizarlo con detenimiento, lo que expresan esas supuestas críticas a un rol en específico es, más bien, que para algunos no es aceptable el rostro afro o indígena que triunfa, que estudia y que progresa. Es importante recordar para las batallas de las ideas lo señalado por, Juan German Roscio: “Peor que un ejército invasor es una mente colonizada”.
Desde el punto de vista normativo Venezuela se constituye como una República democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, que procura la justicia social y la igualdad sin discriminación como garantía de los derechos humanos. Nuestro origen africano trae distintos aportes positivos en distintas áreas, como, por ejemplo, en la organización social y el perfeccionamiento de la democracia participativa y protagónica, donde los ancestros de origen africano nos brindan la experiencia de los llamados “cumbes”o “cimarroneras”, establecidos en lugares apartados por los afrodescendientes venezolanos como organización colectiva donde este conglomerado de habitantes ejercía el poder social, económico y político.
Esta conmemoración del 10 de mayo de la Afrovenezolanidad también va de la mano de lo establecido en la resolución 72/130 de la Organización de las Naciones Unidas ONU, que declara el 16 de Mayo como el Día Internacional de la Convivencia en Paz. Igualmente, la Ley Constitucional Contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia que, en su artículo 10, declara el mes de mayo de cada año como Mes Nacional para la Promoción de la Paz y la Convivencia. La venezolanidad está basada en la convivencia y respeto de las diversas raíces, historias, ritmos, experiencias y orígenes étnicos asumidos en un solo ente en el sincretismo; es lo que nos hace ser parecidos a muchos, pero únicos al mismo tiempo.
Pero más importante que días o meses de festividades para la tolerancia, es constantemente conocer nuestra historia de unión de orígenes para poder reconocernos, aceptarnos y enorgullecemos de lo que somos; por lo que la formación en lo referente a la diversidad étnica y cultural juega un papel clave, ya que esta diversidad que tiene sustento y aportes, no tiene tanta publicidad en los medios como algunas preferencias de minorías.
El respeto mutuo en una sociedad diversa como la venezolana, es fundamental y pasa por reconocer la existencia del otro como sujeto de derechos y deberes que puede tener diferencias y coincidencias en muchos aspectos. El líder por los Derechos Humanos y contra el racismo, Nelson Mandela, señaló”.: “Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel. La gente aprende a odiar. También se le puede enseñar a amar. El amor llega más naturalmente al corazón humano que lo contrario».
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Yonder Canchica Venezolano, abogado experto en Derecho Internacional
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Muy bueno 👌 👍 👏 😉 👇 😁
me guta eso pana mio
oye eres mi pana
Excelente material, debe difundirse en todos los niveles educativos a fin de que desde la población más joven hasta la mayor este en conocimiento de estas luchas, que aún en la actualidad se mantienen de manera cultural y social.