Primero de Mayo en Bolivia

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El Primero de Mayo fue de lucha en muchos países ante la crisis internacional. Un ejemplo, en Francia es la lucha de los trabajadores frente a las reformas regresivas al sistema de pensiones; o cerca nuestro, en Uruguay, donde extendieron la edad de jubilación. Movilizaciones en Alemania y no hace mucho la demanda de mejora de salarios en Japón por la inflación que afecta a los trabajadores. En medio de esa crisis global Bolivia vivió este Primero de Mayo en un escenario distinto.

Luego de la crisis económica mundial por el Covid-19 estalló una nueva crisis por la guerra entre Rusia y Ucrania, que provocó inflación en el mundo a causa del incremento de precios de los combustibles y de alimentos; a esto se suma la crisis financiera, que dejó en quiebra dos bancos en los Estados Unidos y afectó a otros bancos europeos, mientras la crisis ambiental afectó la producción en varias regiones del mundo y generó la reciente gripe aviar. Todo esto está golpeando a la clase trabajadora en el mundo.

La respuesta de los Estados se dividió en dos bloques: Por un lado, aquellos que trataron de intervenir lo menos posible en el mercado, dejando que la crisis cargue en las espaldas de los trabajadores; por el otro, países que entendieron la necesidad de que el Estado tenga un rol protagónico ante la inestabilidad del mercado capitalista mundial.

El caso de Bolivia si bien está en ese segundo grupo va más allá de varios países ya que medidas como la subvención a combustibles, bonos sociales e inversión pública, a través de los recursos generados con la nacionalización, permitieron crear presencia del Estado desde hace varios años en la economía del país, logrando extender políticas de apoyo a la producción como se hace a través de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), que surgió de la experiencia de la lucha contra el agio y especulación de la burguesía nacional que intentó un sabotaje económico antes de la aprobación de la Nueva Constitución Política del Estado.

Luego de la recuperación de la democracia se tuvo que reparar el daño causado por el golpe de Estado en la economía, el primer reto fue reconstruir el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (Mescp), por ello la clase trabajadora entendió en 2021 que era necesario destinar recursos a la reconstrucción económica y aceptaron el pedido de no incrementar salarios mientras se priorizaron recursos a la reactivación de las empresas públicas que casi fueron desmanteladas en la gestión de Añez.

Dos años después los resultados de la reconstrucción económica permiten estos logros para el Primero de Mayo:

  1. Incremento salarial al básico en un 3% y al mínimo nacional en 5%, aplicando el principio de justicia social para beneficiar a quienes ganan menos;
  2. Incremento de los límites solidarios hasta mil bolivianos en los límites máximos, lo cual permitirá mejorar el monto que recibirá un jubilado que se beneficia con el fondo solidario, por ejemplo, en el caso de un profesor con 35 años de aportes podría llegar a jubilarse con cinco mil 200 bs gracias ese fondo. Esto será posible porque las utilidades que obtenga la Gestora Pública retornarán al Fondo Solidario y a la Renta Dignidad;
  3. La administración soberana de los fondos de pensiones que permitirá remediar dos males de la administración de las AFPs (comunes en todos los países donde existe administración privada, hoy solo queda administración privada en 12 países ante el fracaso de la privatización de la administración de los fondos de pensiones), el primer mal, el elevado costo de comisión que cobran las AFPs la cual se reducirá de cuatro comisiones; el 0.5% del total ganado de cada asegurado, 1.31% del total de pensión de cada jubilado, 0.85% del fondo de riesgos y 0.2285% de los portafolios administrados, a una sola con la Gestora del 0.5% que solo pagarán los trabajadores activos; y el segundo mal a remediar es la baja rentabilidad generada por las AFPs, que en promedio en los últimos meses llegaron al 3.4%, mientras que la Gestora en sus primeros meses ha logrado el 4.4%, con lo cual mejorarán las rentas de los jubilados.

Estos elementos reflejan diferencias importantes con aquellos países que cargan la crisis en la espalda de los trabajadores y que además de no compensar la pérdida de valor del salario ante la inflación en el mundo también están impulsando medidas regresivas en los sistemas de pensiones.

Es notorio cómo en mayo de 2023 pese al sabotaje económico internacional y local Bolivia está logrando avanzar en un modelo económico soberano con la salida de las transnacionales que administran las AFPs y cómo en el trabajo conjunto con la clase trabajadora se logra impulsar el rol del Estado para no dejar a los trabajadores en manos del libre mercado.

Este Primero de Mayo debemos luchar por cuidar el Mescp y trabajar por su profundización

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Edmundo Juan Nogales Arancibia Boliviano, abogado

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor/a

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